Usted está aquí: lunes 29 de enero de 2007 Mundo Otorga el Sinn Fein histórico respaldo a la policía de Irlanda del Norte

Se elimina uno de los obstáculos para restaurar un gobierno regional de poder compartido

Otorga el Sinn Fein histórico respaldo a la policía de Irlanda del Norte

REUTERS, AFP

Ampliar la imagen Delegados del partido republicano irlandés Sinn Fein, ayer durante la conferencia plenaria en que se puso fin a décadas de oposición a la policía de Irlanda del Norte Foto: Ap

Dublin, 28 de enero. En una decisión histórica, el partido republicano irlandés Sinn Fein, brazo político del Ejército Republicano Irlandés (ERI), votó hoy en favor de poner fin a décadas de oposición a la policía de Irlanda del Norte, con lo que removió un obstáculo para restaurar un gobierno regional que comparta el poder en la provincia británica.

Los delegados de una conferencia plenaria del Sinn Fein en Dublín votaron de forma masiva respaldar a la policía norirlandesa, una condición clave para restaurar la gobernabilidad en la provincia. El voto, ampliamente esperado, deja ahora la responsabilidad de una respuesta en manos del Partido Democrático Unionista (DUP) del reverendo Ian Paisley, la mayor formación protestante.

El DUP se había negado a formar ejecutivo con el Sinn Fein a menos que este partido ­su férreo enemigo y la formación católica más importante en el Ulster­ diera ese respaldo a la policía.

La votación, un paso histórico para el Sinn Fein, podría poner fin al estancamiento político en Irlanda del Norte luego de la suspensión en 2002 de una asamblea donde el poder era compartido entre una mayoría protestante pro británica y una minoría católica que quiere una Irlanda unida.

La ley requiere del apoyo del DUP, la mayor agrupación protestante pro-británica de la provincia, antes de considerar un poder compartido con los nacionalistas católicos en una asamblea con sede en Belfast dispuesta bajo el acuerdo de paz de 1998.

"La decisión que tomamos hoy es realmente histórica", dijo el líder del Sinn Fein, Gerry Adams, al final de la conferencia a la que asistieron más de 2 mil delegados.

"Ustedes han creado la oportunidad de avanzar significativamente en nuestra lucha: ahora depende de ustedes", dijo en la reunión.

La base de apoyo predominantemente católica del Sinn Fein siempre consideró que el sistema judicial de la provincia favorecía a los protestantes.

Los líderes del Sinn Fein pidieron al inicio de la asamblea el voto afirmativo a la moción, que provocó divisiones en el seno del movimiento republicano, reacio a sancionar lo que se considera una presencia indefinida de Gran Bretaña en la provincia.

Tanto Adams como su jefe negociador, Martin Mc Guinness, recibieron amenazas de muerte por pedir ese voto y grupos disidentes protestaron a la entrada del recinto.

Ningún miembro del DUP hizo declaraciones, pero el partido ha señalado varias veces que esperará a comprobar que el compromiso de Sinn Fein sea verdadero antes de tomar decisiones finales.

Los republicanos norirlandeses, que ansían una reunificación con la República de Irlanda en el sur, han denunciado lo que consideran una tendencia protestante dentro de la policía norirlandesa y su predecesora, el Royal Ulster Constabulary.

Esta semana, un informe del contralor de la policía reconoció que la policía protegió y colaboró con los paramilitares protestantes a principios de los 90.

"Esta decisión va en favor de los intereses nacionales. Esperamos que los demás procedan de la misma manera en el corto plazo", dijo Gerry Adams en su discurso.

Más de 3 mil 600 personas han muerto en el conflicto, y el ERI ha sido responsable de casi la mitad de las muertes.

La violencia cedió en la década pasada y la provincia disfruta de una prosperidad en ascenso, pero ambas comunidades permanecen profundamente divididas y la cooperación política resulta muy difícil, según analistas.

El gobierno británico ha asegurado en las últimas semanas que limitaría el papel del servicio de espionaje de Londres, MI5, dentro del ordenamiento de seguridad de la provincia y restringiría el uso de balas de plástico, lo que también ha ayudado a suavizar las tensiones en el partido.

La asamblea de Belfast fue establecida bajo los acuerdos de paz de 1998 conocidos como de Viernes Santo para poner fin a tres décadas de derramamiento de sangre entre la mayoría protestante comprometida con los vínculos con Gran Bretaña y la minoría católica en favor de una Irlanda unida.

El resultado fue celebrado por el primer ministro británico, Tony Blair, quien quiere quebrar el impasse en Irlanda del Norte antes de dejar su puesto este año. "El primer ministro está satisfecho con esta decisión histórica y reconoce el liderazgo que ha demandado llegar a este punto", dijo un vocero.

 
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