Hay consenso para aprobar el referéndum sobre la Constituyente: líder del Congreso
Se compromete el presidente de Ecuador a no disolver el Parlamento
Quito, 1º de febrero. El gobierno de Ecuador desea superar mediante el diálogo la pugna con el Congreso y se comprometió a no disolverlo, pero a la vez espera que la oposición deje de "obstruir la consulta" popular sobre la Asamblea Constituyente convocada para el 18 de marzo, afirmó este jueves el ministro del Interior, Gustavo Larrea.
De esta manera, la confrontación por una posible Asamblea Constituyente se distendió tras un primer diálogo, el miércoles, con el presidente del Congreso, el derechista Jorge Cevallos, y los jefes de los bloques parlamentarios tras los hechos de violencia del martes.
Las protestas de simpatizantes del gobierno en la sede parlamentaria dejaron cuatro heridos y obligaron a desalojar el inmueble.
"No hay intención de disolverlo pero exigimos al Parlamento que no obstruya la consulta", señaló el ministro, quien precisó que si bien no hubo acuerdos se tendieron puentes de diálogo. "Se trata de evitar que el proceso siga estancado y salir de esta crisis, y no porque confíe en la mayoría (parlamentaria) sino porque que es nuestro deber exigirle al Legislativo que no obstruya la consulta", añadió.
Cevallos, a su vez, sostuvo que el Congreso dará un paso rumbo a la consulta la próxima semana.
Explicó que el comité de asuntos constitucionales presentará el próximo martes un informe para ser debatido en el pleno, que reunirá los puntos de vista de tres grupos parlamentarios que de antemano respaldan el plebiscito.
Subrayó que los distintos bloques coinciden en dar luz verde a la consulta y que seguramente se llegará a un entendimiento. "La próxima semana habrá tranquilidad en el país", adelantó.
Empero, dijo que el diálogo con el gobierno "no implica componendas ni arreglos personales o de grupos", y que poco antes de los disturbios el Congreso se aprestaba a aprobar el plebiscito. "Todos sabemos que la consulta tiene que aprobarse. Es un pedido del pueblo, de la mayoría de los ecuatorianos, y eso tenemos que respetarlo", afirmó.
No obstante, indicó que "el gobierno no puede utilizar ese pedido para violar la Constitución bajo el argumento que la ley lo faculta para ordenar al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que organice la consulta por encima del Congreso".
La confrontación se agudizó luego que el TSE dejó en manos del Parlamento la aprobación del plan para que una Constituyente redacte una nueva Carta Política.
El gobierno rehúsa que el texto sea estudiado por los diputados y exige la organización inmediata del plebiscito, piedra angular de su proyecto de "revolución socialista".
Larrea no descartó la posibilidad de conformar un Tribunal Electoral paralelo si el que está constituido no da paso a la consulta popular, aunque precisó que esa es "una última opción", y que si se puede ir a la Asamblea Constituyente sin fricciones "será mejor".
En otro asunto, el ministro de Economía, Ricardo Patiño, informó que Ecuador quiere eliminar de inmediato la deuda que considera ilegítima, a fin de reducir aún más el presupuesto para el pago del pasivo externo, revisado a la baja por el gobierno de Rafael Correa.
"Determinadas condiciones del endeudamiento son muy graves y tienen que ser corregidas, lo que debe reducir mucho más todavía el peso actual de la deuda en el presupuesto del Estado", declaró.
El ministro señaló que una auditoría del pasivo está en marcha para establecer, entre otras cosas, el monto de lo que se considera la "deuda legítima".
Al presentar el miércoles el plan de gastos de 2007, el gobierno redujo de 38 a 28 por ciento (hasta 2, mil 738 millones de dólares) el rubro para el pago del débito externo de 10 mil 313 millones de dólares (25.3 por ciento del PIB).