Incurrieron en contradicciones inspectores del Trabajo
En 2004 ya se había detectado inseguridad en el yacimiento
El 15 de julio de 2004, durante una visita a la mina Pasta de Conchos, propiedad de Industrial Minera México, SA (IMMSA), Mario Alberto Fraga Zamarrón y Jesús Reynaldo Menchaca Medina, inspectores de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), detectaron que el yacimiento no contaba con programas de seguridad indispensables y carecía de varias medidas de higiene, en perjui-cio de 287 obreros que ahí laboraban.
Sin embargo, la STPS tardó un año en realizar el dictamen sobre las anomalías y en apercibir a la empresa mediante un oficio jurídico para que IMMSA realizara las modificaciones pertinentes.
El apercibimiento se notificó a la compañía minera el 8 de julio de 2005 mediante un oficio firmado por Raúl Sarmiento Villegas, director jurídico de la delegación de la STPS en Coahuila.
Siete meses después de la advertencia de la secretaría, que emplazó a IMMSA para que subsanara 34 irregularidades o de lo contrario la mina sería clausurada, ocurrió la explosión en el yacimiento (el 19 de febrero de 2006) que dejó un saldo de 65 obreros muertos.
Después de que se emitió el apercibimiento en contra de IMMSA, la STPS detuvo las inspecciones a las minas ubicadas en Coahuila, pese a que la legislación en materia laboral ordena la realización periódica de revisiones en centros de trabajo de alto riesgo.
Según consta en documentos oficiales en poder de La Jornada, el 18 de abril de 2005 seis inspectores de la delegación de la STPS con sede en Coahuila emitieron un reporte interno dirigido a Mario Hernández Gallardo, director general de Inspección Federal del Trabajo.
En esa carta, firmada por los inspectores Mario Fraga Zamarrón, Reynaldo Menchaca Medina, Rolando Rodríguez Guijarro, Jorge Morales Sifuentes, Rogelio Aguirre Tovalín y José Ríos Cepeda, los empleados de la STPS dijeron estar extrañados porque la dependencia no ordenó en varios meses de 2005 la realización de inspecciones a las minas ubicadas en Coahuila, aun cuando el Instituto Mexicano del Seguro Social recibió durante ese año varios reportes de accidentes de trabajo ocurridos solamente en Pasta de Conchos.
Los presuntos actos de negligencia u omisión de funcionarios públicos en el caso Pasta de Conchos provocaron que familiares de las víctimas presentaran la denuncia correspondiente en el organo interno de control (OIC) de la STPS, dependiente de la Secretaría de la Función Pública.
Como parte de la investigación que realiza la contraloría interna, el pasado 18 de diciembre el inspector Jesús Reynaldo Menchaca Medina rindió su declaración por escrito dirigida a Octaviano Liceaga Zermeño, titular del OIC de la STPS.
En su testimonio, el funcionario sujeto a procedimiento de responsabilidades administrativas explicó que la última vez que se realizó una inspección en Pasta de Conchos fue en julio de 2004, y que de manera inexplicable, la STPS ordenó a IMMSA hasta julio de 2005 que realizara 34 adecuaciones.
"Los inspectores (de Coahuila) no sabemos por qué motivo no se pudo elaborar el emplazamiento de medidas de seguridad e higiene de esta empresa en un tiempo razonable; no puede ser que se tarde más de un año en entregarse dicho emplazamiento y 317 días entre una inspección periódica y la comprobación de ésta.
"Es importante recalcar que si se hubiera terminado el procedimiento en los tiempos establecidos en el reglamento general para la inspección y aplicación de sanciones por violaciones a la legislación laboral se hubiera realizado la inspección periódica en el año 2005 en la mina" y se habría evitado su colapso indicó Menchaca.
Sin embargo, durante una comparecencia personal efectuada el pasado 4 de enero ante el OIC de la STPS, Menchaca Medina desmintió su propio informe de julio de 2004, en el que habló de diversas irregularidades en el yacimiento.