Estudio sobre humanoide hallado en 2003 refuerza la controvertida tesis

Reinicia debate por la posible existencia de una especie diferente al homo sapiens

Pese a presentar todas las características de un cerebro normal, algunos antropólogos consideran que se trataba de un pigmeo que padecía microcefalia

AFP

Washington. Una imagen tridimensional virtual del cerebro de un humanoide de baja estatura, cuyo esqueleto fue descubierto en 2003 en Indonesia, refuerza la controvertida tesis de la existencia de una especie diferente a la del hombre moderno, según un estudio publicado este lunes en Estados Unidos.

Un equipo de antropólogos de la Universidad de Florida, dirigido por Dean Falk, reconstruyó, con la ayuda de una computadora, el interior detallado de una caja ósea virtual a partir de 10 cráneos humanos normales y de igual número de estructuras pertenecientes a personas que padecían microcefalia. Se trata de una pequeñez del cráneo que coincide con una detención del desarrollo cerebral provocado por una enfermedad viral.

Luego, los investigadores recrearon el interior de una caja craneana de un enano y la del ho floresiensis ­tomado del nombre de la isla indonesia de Flores, donde fueron descubiertas las osamentas­ mejor conocido como hobbit, en referencia a los personajes de J.R. Tolkien, autor de El Señor de los Anillos.

Las imágenes virtuales tridimensionales obtenidas permitieron clasificar y medir los efectos de la microcefalia sobre el tamaño y la forma del cerebro, explicaron los investigadores, cuyo estudio aparece en la edición de los Anales de la Academia Estadunidense de Ciencias, del 29 de enero pasado.

Aunque el cerebro del enano fue clasificado como el de un sujeto que sufría microcefalia, el del hobbit presentaba "todas las características estructurales de un cerebro humano normal", concluyeron los investigadores.

Herramienta médica de diagnóstico

"Estas resolusiones tienden a confirmar la tesis del homo floresiensis, según la cual se trata de una especie humana diferente del hombre moderno, que además podría servir en la actualidad para diagnosticar casos de microcefalia", destacaron los investigadores.

El esqueleto, incluyendo un cráneo casi completo de este humanoide descubierto en 2003 en las capas de sedimento del interior de una caverna en la isla de Flores, medía 1.06 metros. La antigüedad de estas osamentas fue estimada en 18 mil años.

Este descubrimiento causó mucho alboroto entre la comunidad de antropólogos, quienes pensaban hasta ahora que después de la extinción del hombre de Neanderthal, hace unos 30 mil años, el homo sapiens era la única especie humana que había sobrevivido.

Los científicos que hicieron este descubrimiento concluyeron que se trataba de una especie diferente, tan evolucionada como el homo sapiens, al analizar la impresión del cerebro en la caja craneana.

Sofisticadas herramientas y restos de animales, entre ellos un elefante enano ­raza ya extinta­, fueron descubiertos cerca del esqueleto con las osamentas de al menos otros nueve humanoides.

"Este individuo tenía un cerebro muy pequeño ­del tamaño de una toronja­, pero extremadamente bien formado", dijo el profesor Richard Roberts, de la Universidad de Hollongong, cerca de Sydney, Australia.

Sin embargo, otros antropólogos consideraron, tras examinar el cráneo del hobbit, que sólo se trataba de un pigmeo afectado de microcefalia.

Para el profesor Robert Martin, del Museo de Chicago, coautor de un estudio publicado en la revista estadunidense Science en 2006, el cerebro del espécimen era demasiado pequeño para pertenecer a un nuevo ejemplar humano enano.

El tamaño de su cerebro, 400 centímetros cúbicos, indicaría a un individuo que medía solamente 30 cm, un tercio de lo que medía el esqueleto del hobbit, según los investigadores.