Usted está aquí: martes 6 de febrero de 2007 Política Nunca más, una dictadura en México, afirma Calderón

Convoca a ''renovar la Constitución desde la Constitución''

Nunca más, una dictadura en México, afirma Calderón

Pide trabajar ''sin albergar rencillas y sin reditar errores y desencuentros''

CLAUDIA HERRERA, ENRIQUE MENDEZ

Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón y el ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, en Palacio Nacional, durante el acto con el que se conmemoraron 150 años de la Constitución de 1857 y 90 de la de 1917 Foto: Cristina Rodríguez

Con la advertencia de que en México nunca más habrá una dictadura fundada en la fuerza o atributos individuales del dictador, el presidente Felipe Calderón convocó a ''renovar el derecho desde el derecho y la Constitución desde la Constitución''.

Ante los representantes de los tres poderes de la Unión y gobernadores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN), el mandatario federal planteó que para ello todos los actores políticos habrán de trabajar con base en el acuerdo ''sin albergar rencillas, sin reditar errores y desencuentros'' que les han impedido dar a los mexicanos los resultados que esperan.

Portando la banda presidencial, lo que no es común en estos actos, reivindicó la Constitución de 1917, porque ­dijo­ hizo posible que nunca más haya un gobernante por encima de la ley. ''Nunca más una dictadura fundada en la fuerza o atributos individuales del dictador, que desafía el orden constitucional invocando falsamente al pueblo y a su voluntad''.

Matices con su antecesor

A diferencia de su antecesor, Vicente Fox, quien precisamente hace seis años convocó a renovar la Constitución, Calderón matizó su llamado y dijo que la mejor defensa que puede hacerse de la Carta Magna es respetando sus normas de manera irrestricta y haciendo de sus principios la guía en el camino de México.

En la celebración por el 150 aniversario de la Constitución de 1857, y de los 90 años del constituyente de Querétaro, de 1917, el Presidente habló de ''modernizar'' el andamiaje constitucional y legal para que puedan armonizarse
la pluralidad democrática con la gobernabilidad democrática.

Señaló que, por encima de sus diferencias, los mexicanos deben unirse en torno a los principios rectores de ambas constituciones, y refirió que en esta tarea deberá avanzarse en corresponsabilidad de los tres poderes de la Unión y de los tres órdenes de gobierno.

De nuevo en palacio

En 67 días de gobierno, Calderón Hinojosa acudió ayer por segunda vez a Palacio Nacional, recinto que ayer también estaba fuertemente custodiado. Elementos policiacos y del Estado Mayor Presidencial (EMP) establecieron cercos con vallas metálicas en la plancha de la Plaza de la Constitución y en diversas calles del Centro Histórico, lo que impidió que un grupo de manifestantes del PRD se acercara a los invitados, no así que gritaran consignas y mostraran cartelones de repudio al Presidente de la República.

Fue la primera vez desde que se inició esta administración que el michoacano pasó un tiempo breve en el despacho presidencial de palacio. Antes, junto con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, y los líderes de la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño, del PAN, y del Senado, el priísta Manlio Fabio Beltrones, firmó un documento donde se ratifican los principios que inspiraron las constituciones de 1857 y 1917.

En el patio central de Palacio Nacional lo esperaban 15 gobernadores ­seis priístas, dos perredistas y siete panistas­, además del consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, y el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes.

Ahí estaban los priístas Enrique Peña Nieto, Natividad González Parás, Ulises Ruiz, Mario Marín, Eugenio Hernández Flores y Jesús Silverio Cavazos, así como los perredistas Lázaro Cárdenas Batel y Juan Sabines, y del PAN, Marcelo de los Santos, Héctor Ortiz Ortiz, Juan Manuel Oliva, Luis Armando Reynoso, Marco Adame, Gerardo Solís y Patricio Patrón.

Entre los ausentes destacó el jefe de Gobierno del Distrito Federal, el perredista Marcelo Ebrard, quien hasta ahora no ha asistido a ningún acto con el mandatario panista.

Frente a ese auditorio, Calderón señaló que a siglo y medio de la promulgación de la Constitución de 1857, el anhelo sigue vigente: un Estado moderno y vigoroso que respete las libertades de los mexicanos.

Destacó que fue una Constitución liberal y resaltó algunas de sus virtudes, como la separación de iglesias y Estado, la libertad de enseñanza, de pensamiento, de tránsito, las garantías de igualdad, la prohibición de los monopolios.

Después de hacer un repaso por la historia del país, el titular del Ejecutivo federal recordó que el incumplimiento de la Constitución de 1857, por parte del gobierno de Porfirio Díaz, dio lugar a una dictadura y ésta a su vez provocó la Revolución de 1910, que terminó con la promulgación de la Carta Magna de 1917, en Querétaro.

Esta ''tensión histórica'', afirmó, es aleccionadora, porque estableció que el pueblo ejerce su soberanía en los poderes de la Unión y no en una dictadura fundada en la fuerza.

Así llegó a referirse a la época actual y se enorgulleció de que en el concierto mundial México se erige como un Estado moderno, democrático y soberano que garantiza las libertades de todos, tal como quisieron los liberales de la Constitución del 57.

A pesar de destacar las virtudes actuales del país, Calderón Hinojosa consideró que las nuevas circunstancias que se enfrentan en el mundo del siglo XXI exigen ir adelante, construir los acuerdos necesarios a fin de modernizar el andamiaje constitucional y legal.

La consolidación de la democracia, expresó, requiere que los acuerdos y las reformas necesarios para el progreso de México, ni se posterguen ni se olviden. Advirtió que el reto común es trabajar con unidad y corresponsabilidad para que México avance en el cumplimiento de los postulados de libertad, igualdad y seguridad jurídica que consagran las leyes fundamentales de los mexicanos.

Para honrar el espíritu patrio contenido en los artículos de la ley fundamental, señaló que en el futuro México deberá ser un país diferente y mejor al que hoy conocemos.

Aseguró que los políticos han demostrado recientemente en el Congreso de la Unión que pueden alcanzar consensos, lo que es una muestra de que las instituciones mexicanas funcionan, de que los poderes pueden entenderse y de que la Constitución tiene plena vigencia en este México democrático.

La democracia y el futuro democrático de México exigen que hagamos política de manera distinta, para que la democracia se consolide en lo político y se extienda en lo social, añadió.

Asimismo, planteó la necesidad de alcanzar la meta de reducir la brecha que existe entre la ciudadanía y sus representantes, fomentando la rendición de cuentas, la transparencia y la gobernabilidad.

 
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