Ojarasca 118  febrero 2007


Nace un municipio indígena

"No es momento de división"


Gloria Muñoz Ramírez. Municipio autónomo San Juan Copala. Oaxaca. En plena sierra mixteca, en la entrada del municipio triqui de Juxtlahuaca, el autobús con periodistas e invitados especiales se detuvo. Bajaron algunos de los tripulantes y le quitaron las mantas que anunciaban su arribo a la celebración del nuevo municipio autónomo de San Juan Copala, el primero con estas características en Oaxaca. En este territorio, donde las emboscadas están a la orden del día, las mantas en el autobús podían ser una provocación. Un día antes fue asesinado en estos mismos parajes Roberto García Flores, de 38 años, justo cuando se dirigía a la conmemoración. Su cuerpo inerme, tendido frente a las oficinas municipales, fue desgarrador testigo del acto con en el que los triquis de la región baja buscan recuperar su autonomía.

La muerte, tan cotidiana en estas tierras, estuvo presente en la celebración del municipio autónomo constituido formalmente el primero de enero de 2007. La entrega de los bastones de mando a las nuevas autoridades autónomas se llevó a cabo el 20 de enero, en una ceremonia triqui en la que, zona de migrantes al fin, predominaron como público las mujeres vestidas con sus largos y vistosos huipiles rojos, aunque ninguna como parte del nuevo cabildo.

La tensión, nada nuevo en esta región en la que la violencia ha suplantado a la política, se recrudeció justo después del anuncio de la constitución del municipio. La división entre las organizaciones indígenas se hizo aún más patente y los asesinatos se sucedieron en cascada. La extrema pobreza, el despojo de los recursos naturales, la devastación, la entrada del narcotráfico, los cacicazgos, la alarmante migración y el acoso permanente, completan la compleja situación.

Todo el territorio triqui abarca aproximadamente 500 kilómetros cuadrados de la parte occidental de Oaxaca, correspondientes a los distritos de Putla, Tlaxiaco y Juxtlahuaca. El nuevo municipio autónomo está integrado por 20 de las 36 comunidades que integran la región triqui baja, dentro de los municipios oficiales de Santiago Juxtlahuaca, Putla de Guerrero y Constancia del Rosario.

A la entrada de San Juan Copala, en una hondonada rodeada de vegetación, se concentraron en su mayoría mujeres vestidas de gala, con decenas de collares al cuello y adornadas sus cabezas con flores de colores. "Rescatemos la autonomía de los pueblos indígenas triquis", "Por la paz y la unidad, nuestra autonomía", se leía en las enormes mantas desplegadas en los costados del templete.

Aunque el cuerpo de Roberto García era velado a unos pasos, apenas cubierto con una manta bañada en sangre; y además había una permanente vigilancia del evento a cargo de la recién formada policía comunitaria; el ambiente era de fiesta, con esa formalidad indígena que prevalece en los actos trascendentes.

"Para nosotros la creación del municipio autónomo es un paso más en la lucha de nuestros pueblos en la defensa de nuestros derechos, como ciudadanos y como pueblos. Con ello recuperamos, por voluntad de nuestras comunidades y barrios triquis, el carácter del municipio que nos fue arrebatado en 1948 por la clase priísta política oaxaqueña", señaló José Ramírez Flores, en su primer mensaje como presidente autónomo.

Ataviado con una guayabera verde, con el rostro adusto de quién se sabe amenazado de muerte, Ramírez Flores señaló: "la región triqui quiere vivir en paz. A pesar de los problemas, la gente aquí busca la unidad". La autoridad autónoma exhortó a la población "a trabajar y a bajar los proyectos del gobierno a la comunidad", pues, a diferencia de otros procesos autónomos en el país, las comunidades de San Juan Copala no renuncian a los recursos oficiales, sino que reclaman su absoluta administración.

"Queremos que cada comunidad administre sus propios recursos, pues en la actualidad sólo llega el 30 por ciento. Todo lo demás se lo quedan las administraciones oficiales", señaló Severo Sánchez, alcalde único constitucional autónomo (cargo diferente al de presidente municipal).

Además de los recursos, explica Severo Sánchez en entrevista, "lo más importante es la organización de nuestra policía comunitaria, pues necesitamos cuidarnos nosotros mismos". El historial de asesinatos que enumera es largo y en todos, asegura, está metida o es cómplice la propia policía del estado. Apenas en marzo pasado, recuerda, "frente a la policía nos mataron a dos compañeros y de todas esas muertes responsabilizamos al diputado Rufino Máximo".

Los nuevos guardianes de San Juan Copala, indica el alcalde, recibirán asesoría de la policía comunitaria de Xochistlahuaca, Guerrero, otro municipio autónomo de la geografía de la resistencia. En estos momentos, añade, "ya nos estamos organizando unas 20 personas, de acuerdo a usos y costumbres, para la vigilancia de la comunidad, pero necesitamos aprender más, para hacerlo organizado ese trabajo". Cabe señalar que en los días previos a la presentación del municipio fueron atacados a balazos el mercado, la secundaria y la iglesia. En menos de un año, asegura Severo, han sido asesinadas por motivos políticos 10 personas, la mayoría menores de 15 años.

No se trata, aclara, "de responder con violencia, pero sí de cuidarnos entre nosotros". La constitución del municipio autónomo, completa el alcalde, "es un acto pacífico en medio de la violencia provocada por el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT)", organización a la que responsabilizan de los asesinatos cometidos contra miembros del MULT-Independiente, brazo disidente de la misma organización y principal impulsor del nuevo ayuntamiento, junto con la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT), curiosamente ligada al Partido Revolucionario Institucional (PRI), y de la cual era miembro Roberto García, el hombre emboscado 12 horas antes de la presentación de las autoridades autónomas.

La participación de los pueblos en el acto dejó en claro que la constitución del municipio no es un acto voluntarioso de un grupo de individuos. El paraje del evento lucía repleto. La escolta y la bada de música escolares, integradas ambas por niñas y adolescentes triquis, además de un baile tradicional y de una poesía a cargo de un niño de la comunidad, titulada "Ya no engañes a mi gente", fueron parte del programa cultural que precedió la entrega formal de los bastones de mando, a cargo del consejo de ancianos de la comunidad, integrado por los mayodormos, los hombres más respetados del pueblo.

Fue notable el rechazo y, por lo mismo, la ausencia de representantes de partidos políticos. No hubo pancartas ni banderas de ninguna organización. "No es momento de división, sino de unidad entre los triquis de esta región para combatir la violencia", señalaron las autoridades autónomas.
 

(En los días posteriores, el MULT rechazó las acusaciones del MULT Independiente, mediante un comunicado oficial en el que también desconoció la legitimidad del nuevo municipio autónomo).
 
 

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Roberto García Flores, asesinado el 19 de enero,
es velado por su padre en San Juan Copala
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Las nuevas autoridades municipales autónomas
 


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