Usted está aquí: martes 13 de febrero de 2007 Política Green y Abascal, contra transfuguismo de militantes partidistas inconformes

Analizan en seminario sobre elecciones la baja credibilidad de institutos políticos

Green y Abascal, contra transfuguismo de militantes partidistas inconformes

La ex canciller sugiere trasparentar la relación entre partidos y medios de información

ALONSO URRUTIA

Ampliar la imagen El panista Carlos Abascal, la priísta Rosario Green y el académico de la UNAM Pedro Salazar escuchan, ayer, protestas de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador y de la APPO, durante el seminario Constitución, democracia y elecciones, que se desarrolla en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la máxima casa de estudios Foto: Marco Peláez

Al inaugurarse el seminario Constitución, democracia y elecciones: la reforma que viene, la secretaria general del PRI, Rosario Green y el secretario general adjunto del PAN, Carlos Abascal, plantearon la necesidad de instrumentar modificaciones a la legislación que permita eliminar el "transfuguismo" de militantes inconformes con procesos internos y que luego contienden por otros partidos.

La priísta fijó un plazo de dos años para quienes habiendo participado en un proceso interno, puedan ser candidatos por algún otro partido. No es posible, dijo, que algunos institutos políticos alberguen como aspirantes propios a quienes hasta hace unas horas o días combatían.

A su vez, el ex secretario de Gobernación comentó que la pretensión es buscar que exista mayor control de las participaciones políticas en aras de mayor congruencia, porque con frecuencia hay ciudadanos que son postulados por un partido con el cual ni siquiera tienen la más mínima afinidad. "A esto ­dijo­ le llamo una cláusula de afinidad y pretendería salvaguardar lo dispuesto constitucionalmente de que los partidos deben ser congruentes con sus propios principios y doctrina."

La ex consejera electoral Jacqueline Peschard señaló en su ponencia en el seminario que varios sondeos han mostrado que los partidos tienen la más baja credibilidad en la sociedad. Se pronunció contra la necesidad de que se conforme una nueva legislación de los partidos pues, refirió que esas instituciones deben tener independencia y libertad para regirse bajo estatutos y principios que ellos aprueben, aunque destacó que debe haber una instancia independiente ­el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación­ que resuelva inconformidades de la militancia.

Sin embargo, destacó la necesidad de que los partidos sean más transparentes en sus manejos y en la información que de ellos puedan obtener los ciudadanos, ya que en la actualidad son sujetos indirectos de transparencia, pues la solicitud de información se debe formular por conducto del IFE.

Este punto propició posiciones encontradas. Para Green es imperioso que exista una legislación que regule más allá de las actividades electorales de los partidos, pues ello garantizaría que la vida interna de todos los partidos fuera más democrática.

Señaló que debe existir mayor transparencia en la relación entre los partidos y los medios de información, vínculo muy cuestionado en el pasado proceso electoral.

Propuesta sin destinatario

En su oportunidad, Abascal centró varias de sus propuestas en la necesidad de reducir los costos y la duración de las campañas electorales. Sin embargo, no consideró necesario la creación de una nueva ley de partidos.

Entrevistado al término del acto sobre la posible dedicatoria de la propuesta de la cláusula de afinidad a la ex panista Ana Rosa Payán, el ex secretario trató de desvincularla, argumentando que se refería a modificaciones en la legislación federal.

­Pero ¿no se refería a Ana Rosa Payán?

­Yo no hablo de nombres. Esa es una decisión de la señora, como también del PRD; yo hablo de partidos, de la democracia, de la necesidad de perfeccionarla.

Se refirió a la exigencia perredista de remover a los consejeros electorales, ante lo cual insistió en que cualquier determinación, sin sustento jurídico, sólo contribuiría a debilitar al IFE. Dijo que los partidos no pueden asumir estas actitudes cuando no les favorecen los resultados, pues en democracia "se gana y se pierde".

Por su parte, el dirigente del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, Alberto Begné, reconoció que los partidos han sido señalados por núcleos importantes de la sociedad de ser los responsables del rumbo de la política. Señaló que son legítimas las críticas al comportamiento de los partidos, pero de ello no se puede desprender la descalificación absoluta, puesto que al final de cuentas son los ejes del sistema democrático del país.

Sin los partidos, dijo, se correría el riesgo de que la política y otras decisiones fundamentales en la conducción del país estuvieran sometidas a grupos de presión que no actuaran bajo el interés público sino de intereses propios.

 
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