Usted está aquí: viernes 23 de febrero de 2007 Ciencias Producen en México implantes de hueso y tendón humanos

Biograft, con el apoyo del Conacyt supera estándares internacionales

Producen en México implantes de hueso y tendón humanos

Con el uso de tejido músculo-esquelético no hay riesgos de infección ni rechazo: Raúl Flores

AGENCIA CONACYT

Ampliar la imagen Los implantes de tejido músculo esquelético tiene múltiples ventajas sobre otras opciones de tratamiento, asegura el químico Raúl Flores Foto: Fabrizio León

Utilizando novedosos métodos biotecnológicos de esterilización y preservación, una empresa de México procesa tejido músculo esquelético humano para obtener implantes estériles de hueso y tendón, los cuales pueden utilizarse en el tratamiento de diversas lesiones óseas o rupturas de ligamentos.

José Raúl Flores, químico por la Universidad Nacional Autónoma de México y director general de Biograft, señala que a diferencia de los métodos utilizados en el extranjero para procesar el tejido músculo-esquelético, en Biograft se emplean procedimientos de preservación y esterilización de mayor calidad, que permiten conservar las cualidades biomecánicas y de bioseguridad del tejido.

Para elaborar los implantes, primero, es necesario recibir la donación del tejido músculo-esquelético (hueso o tendón) humano de un donador que cumpla con los lineamientos y protocolos que marcan la Ley General de Salud y el Centro Nacional de Transplantes (Cenatra).

Estos protocolos implican la realización de estudios serológicos y microbianos para garantizar que los tejidos están libres de enfermedades como sida, hepatitis B y C, y sífilis, por ejemplo. El procedimiento se realiza en hospitales autorizados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) de la Secretaría de Salud (Ssa).

Una vez que se ha corroborado que el tejido es apto para donación, se traslada a las instalaciones de Biograft, en donde se somete a una primera fase de limpieza, en la cual se retiran las porciones más grandes de músculo y grasa que acompañan al tejido. Concluida esta etapa, el hueso o tendón es cortado para darle la forma (cúbica, cilíndrica, de cuña, esférica, rectangular, etcétera) y tamaño requeridos para crear el implante.

A continuación, el tejido se somete a una nueva fase de limpieza para garantizar que está libre de residuos orgánico e ingrese a la etapa de incubación, en la cual se aplica una solución radiocrioprotectora, cuya función es preservar las cualidades biomecánicas y de bioseguridad del tejido.

Por último, viene la fase de liofilización (secado por congelación al alto vacío), en el caso de los implantes óseos, o bien la congelación, para los implantes de tendón. Concluida esta etapa, los implantes se empacan en bolsas aluminizadas y son sometidos al proceso de esterilización, el cual se realiza mediante la irradiación del hueso o tendón con rayos gama.

Los implantes de hueso Biograft pueden ser utilizados para atender lesiones de columna vertebral, cadera, rodilla, quistes óseos, etcétera. En tanto, los implantes de tendón permiten sustituir, por ejemplo, el ligamento cruzado anterior de la rodilla.

Una mejor alternativa médica

El director de Biograft subrayó que el uso de los implantes de tejido músculo-esquelético tiene múltiples ventajas sobre otras opciones de tratamiento -como son los autoinjertos o el uso de placas o prótesis metálicas-, entre ellas destacan: una recuperación más rápida y menos dolorosa para el paciente, además, no hay riesgos de infección y tampoco rechazo al implante.

"La ventaja de nuestros implantes es que se integran al hueso del paciente debido a que generan osteoinducción y osteoconducción, es decir, el hueso del paciente reconoce que existe un tejido similar en el implante y entonces genera su propia matriz ósea, es decir, el hueso comienza a autoregenerarse".

Respecto de otras alternativas médicas para el tratamiento de lesiones óseas, José Raúl Flores señaló que en el caso de los autoinjertos, es decir, cuando se extrae del propio paciente un fragmento de hueso para implantarlo en el área lesionada, éstos pueden desencadenar algunas infecciones; además, dicho procedimiento implica realizar una segunda cirugía, la cual "en ocasiones, genera más dolor y molestias al paciente que la lesión original".

También mencionó que es posible utilizar algunas prótesis o placas de metal en lugar de hueso, pero existe un inconveniente: los metales no son osteoconductivos u osteoinductivos, por lo que nunca se integran al hueso del paciente, lo cual ocasionalmente genera dolor.

Por último, el director de Biograft, destacó que si bien los implantes de tejido músculo-esquelético se producen también en otros países, los elaborados en México tienen un costo más accesible y están confeccionados con los más altos estándares de calidad.

"Nuestros costos de recuperación oscilan entre mil y 10 mil pesos por implante, dependiendo de la pieza que se requiera; mientras que los implantes provenientes del extranjero son 50 por ciento más costosos. Además, nuestros productos cubren los estándares de bioseguridad más altos, lo que garantiza al paciente una buena calidad de vida."

Biograft tiene una serie de convenios de donación con algunas instituciones hospitalarias como el Instituto Nacional de Pediatría, el cual recibe injertos músculo-esqueléticos para atender a sus pacientes.

 
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