Usted está aquí: viernes 23 de febrero de 2007 Opinión México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

Ahora, tijera bajo llave e histeria al cajón

Carreteras en México: autoridades coludidas con empresarios sin escrúpulos

Ante la perspectiva de resultados económicos más precarios en el presente año con respecto a 2006, y la crónica estrechez de recursos públicos, el arranque de 2007 generó no pocas reacciones cercanas a la histeria por el constante descenso en el precio del petróleo mexicano de exportación.

Fiel a su costumbre, el circuito neoliberal exigió de inmediato que el gobierno sacara a relucir la tijera para comenzar los acostumbrados recortes presupuestales. La caída del precio petrolero, decían sus cabezas visibles, obligaba a tal acción, resultante, insistía, de la "irresponsable decisión" de los diputados de aprobar un precio promedio por barril exportable "exageradamente alto" (42.8 dólares).

Lo cierto es que en los dos meses transcurridos de este aún joven 2007, las señales de alerta se encendieron en una sola ocasión: el 18 de enero, cuando el barril mexicano rozó los 40 dólares. A estas alturas, tras una recuperación lenta pero sostenida, el precio petrolero de exportación alcanzó, ayer, 47.98 dólares, alrededor de 15 por ciento por arriba del precio promedio autorizado por la Cámara de Diputados para el presente año.

Aceleres similares se registraron en el sexenio del "cambio", a pesar de que en los hechos la cotización del crudo mexicano en los mercados internacionales alcanzó niveles históricos y los ingresos extraordinarios también.

De cualquier suerte, el histérico circuito parece dejar a un lado que la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria establece que en caso de una caída en los ingresos petroleros, asociada a disminuciones en el precio promedio ponderado de barril de petróleo crudo y de otros hidrocarburos, o debido a movimientos del tipo de cambio del peso respecto del dólar, ésta se podrá compensar con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros, que al cierre de 2006 acumulaba 34 mil 645 millones de pesos, como lo recuerda el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la propia Cámara de Diputados.

El balance que presenta el citado centro revela que a septiembre de 2006 el fondo contaba con 17 mil 660 millones de pesos. De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, el incremento neto al final de ese año ascendería a 16 mil 985 millones, por lo que el saldo acumulado al inicio de 2007 es de 34 mil 645.0 millones de pesos.

De acuerdo con lo anterior, una disminución de los ingresos ocasionada por la caída de los precios del petróleo se podría compensar hasta con 17 mil 322.5 millones de pesos. De acuerdo con datos de la SHCP, este importe soportaría una caída del precio promedio hasta de 39 dólares por barril.

Al 23 de enero de 2007, el precio promedio del barril de petróleo se ubica en 43.19 dólares, es decir, 0.39 dólares por encima del precio fiscal. Es importante resaltar que el petróleo se cobra con dos meses de retraso, por lo que el precio promedio a flujo de efectivo es de 47.96 dólares por barril (correspondiente a la facturación de noviembre a enero de 2007); es decir, 5.16 dólares por encima del precio estimado.

La información más fresca, la de ayer, señala que el precio del barril mexicano de exportación se aleja, para bien, del margen establecido por la Cámara de Diputados. Así que el gobierno federal debe mantener la tijera bajo llave y el circuito neoliberal su histeria en el cajón.

Las rebanadas del pastel

De la lectoría, sobre el "paraíso" carretero nacional y la triste realidad: "es verdaderamente aberrante que tengamos que pagar por obras tan mal hechas como la Autopista del Sol. Vivo en Tijuana y cuando voy al Distrito Federal por carretera agarro por Estado Unidos. Entro a San Diego y tomo la autopista hasta Eagle Pass. Bajo por Piedras Negras y sigo por Saltillo para llegar a Matehuala, San Luis Potosí. De esta manera, llego a Querétaro y a la ciudad de México. Créame que me ahorro muchas casetas y llevo seguridad en el camino para mí y mi familia. En las autopistas de Estados Unidos, como usted sabe, existen descansos con todos los servicios. Sin embargo, tomar carreteras de México es un absurdo, pues donde tenga ganas de ir al baño hay que pagar. Vivo entre Tecate y Tijuana, y en este momento le informo que un tramo que va de Tijuana a El Refugio (son 15 kilómetros) ha habido mucho accidente debido a que se carece de avisos por parte de los concesionarios. Los accidentes han arrojado alrededor de 65 muertos. Acabo de pasar el tramo y no sabe la lucha que hay que hacer para poder llegar a mi trabajo. Es época de lluvias y los tramos nuevos recién abiertos ya están llenos de hoyos: esto es una calamidad. Tenía tres vecinos jóvenes que perecieron (murieron quemados) bajando un puente que se construyó a efecto de hacer más rápido el tránsito, justo frente al Refugio. Resulta que está tan mal que pusieron semáforos arriba del puente. Parece que vivo un mundo en donde Kafka tendría mucho material para escribir. ¿Imagínese un semáforo en una carretera o vía rápida o en un puente? ¿No que los puentes son para evitar semáforos? Es claro que el problema de lo mal hecho que está en todo México es culpa de autoridades, que sólo se coluden con constructores privados para realizar obras con material de tercera calidad. Cobran por ello mucho más que si fuera de primera. Y mientras, tengo que pagar tenencia e impuestos que sólo sirven para engordar carteras de políticos nefastos y empresarios constructores sin escrúpulos. Saludos desde Tijuana'' (Maestro Juan Francisco González Bermúdez, fbermudez@tij. cetys.mx).

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