Usted está aquí: miércoles 28 de febrero de 2007 Cultura ''Existe otro México clandestino más peligroso que la guerrilla''

Carlos Montemayor presentará el primer tomo de sus Obras reunidas, en Minería

''Existe otro México clandestino más peligroso que la guerrilla''

La destrucción de la verdad de la vida por la brutalidad de las versiones oficiales me marcó para siempre, dice el escritor en entrevista

Rodarán filme inspirado en su novela Las armas del alba

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen En el caso de El Yunque ''podemos hacer equivalencias" con las organizaciones guerrilleras, pues se trata también de células que se cambian el nombre civil para tener uno de militancia, expresa Carlos Montemayor, escritor y colaborador de La Jornada, captado ayer en las instalaciones del FCE de Miguel Angel de Quevedo Foto: Cristina Rodríguez

El país vive sobre varias estructuras clandestinas, afirma el escritor Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947), quien añade que si bien los grupos guerrilleros están activos en diversas partes de la República, ''existe otro México clandestino mucho más peligroso, conformado por grupos político-religiosos, como El Yunque, una organización también encubierta, pero con un enorme poder económico".

En entrevista con La Jornada, a propósito de la aparición del primer volumen de sus Obras reunidas, publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), en el cual se incluyen sus novelas Guerra en el paraíso y Las armas del alba, el también traductor y poeta añade que en el caso de El Yunque ''podemos hacer equivalencias" con las organizaciones guerrilleras, pues se trata también de células, cuyos integrantes se cambian el nombre civil para tener uno de militancia.

Las organizaciones empresariales, que ven por los intereses y capitales trasnacionales, permanecen también lejos de la visibilidad diáfana.

''Entre estos dos mundos clandestinos, los mexicanos tenemos muy poca oportunidad de saber qué esta pasando más allá de lo que vemos."

Por la unificación de luchas

Carlos Montemayor, colaborador de La Jornada, recuerda que desde los grupos armados chihuahuenses que se dieron a conocer hace 40 años, ''siempre hubo la intención de varios guerrilleros por establecer uniones nacionales de estas luchas. En Guerra en el paraíso (1991) muestro el interés de Lucio Cabañas por lograr un frente común nacional.

''Por otra parte, el Ejército Popular Revolucionario (EPR) es un ejemplo de esa intención. Creo que surgió como una coordinación de distintas organizaciones, de otra manera no podríamos explicarnos cómo, en su aparente proceso de escisión, cada división tiene como resultado una organización perfectamente estructurada, esto sólo se puede entender si suponemos que partió desde su origen como una especie de frente amplio.

''Hay muchas señales de cómo gran parte de esos movimientos armados siguen desarrollando acciones políticas. Los movimientos armados tienen un núcleo y una intención armada, pero no se agotan en esa expresión, en esa necesidad.

''Fundamentalmente, desarrollan una enorme organización política que les da oxígeno y les permite integrarse en muchos niveles con la sociedad, en los lugares donde ellos tienen bases sociales."

Movilización contra el despojo

Cuando era joven, a Carlos Montemayor le tocó presenciar en su tierra natal ''la fuerza de un movimiento campesino que se extendía por todo el estado y que abarcaba algunas zonas de Durango y Sonora. La mayor parte de los líderes campesinos eran de la sierra, algunos, profesores normalistas rurales que trabajaban muy activamente en la gestión ante las autoridades de la Reforma Agraria.

''A principios de los años 70, algunas compañías privadas iniciaron una serie de despojos de tierras que provocó la reacción inmediata de los campesinos y paulatinamente la conformación de una fuerza organizada. El mayor contingente formó parte de la Unión General Obrero Campesina de México, que en ese momento dirigía Jacinto López.

''Estas movilizaciones en defensa de predios y contra las invasiones fue creando un clima de tensión social muy importante en Chihuahua. Cuando era adolescente, en Parral y en la regiones cercanas a mi ciudad, llegué a conocer el movimiento.

''Cuando me fui a estudiar a la Universidad de Chihuahua, entré en contacto con los cuadros políticos y frentes campesinos que me permitieron conocer más de cerca este proceso social. En esa época, varios amigos míos, muy jóvenes, se radicalizaron y tomaron las armas.

''Ellos constituyeron el primer movimiento guerrillero en México después de la Revolución Cubana.

''Desarrollaron varias acciones que narro en Las armas del alba. La acción armada más notable de ellos ocurrió el 23 de septiembre 1965, en esa mañana, intentaron tomar por asalto el cuartel militar de Ciudad Madera.

''Desde hacía más de un año yo radicaba en México, por lo que desconocía que ellos habían entrado en la clandestinidad. Cuando me enteré del ataque y vi las fotos de algunos cadáveres de mis compañeros me sacudí, pero sobre todo, me estremeció el tipo de información oficial sobre ellos: los trataron de gavilleros, de delincuentes, de pistoleros, de robavacas.

''Eso fue lo que más me afectó, porque a mí me constaba su honestidad, su limpieza, su integridad, su militancia, su generosidad. Esta impresión de cómo una versión oficial puede destruir tan brutalmente la verdad de la vida humana me marcó para siempre.

''A partir de entonces mi compromiso ha sido contrastar las versiones oficiales con las realidades sociales y humanas. Eso lo he hecho como analista político, como investigador, como historiador y como escritor, de manera que cuando se despertó mi vocación literaria sabía que en algún momento tendría que tomar estos temas, a los que siempre he estado apegado y nunca he perdido de vista."

El subterráneo de la cultura

Carlos Montemayor también informó que este marzo inicia el rodaje de una película basada en Las armas del alba (2003), con guión de Xavier Robles, producida por Jaime Casillas y con locaciones en Chihuahua.

La primera edición de esa obra, recordó, se publicó por entregas en La Jornada, ''un experimento que no se hacía en la prensa mexicana desde los años 40".

Esta narración, añadió el autor, es apenas la primera parte de una tetralogía sobre el asalto al cuartel de Ciudad Madera. Le seguirán La fuga, novela que se encuentra ya en prensa bajo el sello del FCE y que saldrá a la luz en mayo; ''también estoy trabajado en el asalto al cuartel desde la perspectiva sólo femenina; y para otro libro dejaré los episodios de otros movimientos armados chihuahuenses.

''Soy un especialista en las cuestiones clandestinas también por mi formación clásica, latinista y helenista, temas que no le interesan a nadie pero están en el subterráneo de nuestra cultura occidental. Es otra especie de clandestinaje.

''Las cuestiones indígenas son también algo oculto y subestimado, y los movimientos guerrilleros están también en el subterráneo de la conducta social, de manera que puedo decir que tengo una vocación por la clandestinidad, cultural, literaria y social", concluyó.

El libro Obras reunidas de Carlos Montemayor se presenta el próximo sábado a las 13 horas en la ex Capilla del Palacio de Minería (Tacuba 5, Centro Histórico), en el contexto de la versión 28 de la Feria Internacional del Libro que se realiza en ese recinto. Participan Víctor Hugo Rascón Banda, Aline Pettersson y el autor.

 
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