Usted está aquí: jueves 1 de marzo de 2007 Política FAP y PRI sellan alianza para reforma del Estado, ante autoexclusión de AN

El tiempo es importante y no podemos permitir el veto de un partido, señalan legisladores

FAP y PRI sellan alianza para reforma del Estado, ante autoexclusión de AN

ALMA E. MUÑOZ, ENRIQUE MENDEZ, ROBERTO GARDUÑO

La próxima semana, el pleno de la Cámara de Diputados aprobará la minuta del Senado de la República con la Ley de Reforma del Estado. El Frente Amplio Progresista (FAP), integrado por PRD, PT y Convergencia, en acuerdo con el PRI, votará en favor el documento presentado por el senador Manlio Fabio Beltrones, aun si el PAN no respalda el proyecto.

El pacto entre esas fuerzas políticas de oposición se dio ayer en un restaurante, donde convergieron los senadores Beltrones, Dante Delgado, Gonzalo Yáñez, Alberto Anaya y Carlos Navarrete, así como los diputados Emilio Gamboa, Javier González Garza y Ricardo Cantú.

La iniciativa partió de la fracción parlamentaria del PRD en el Senado de la República y fue bien recibida por el resto de los partidos, que decidieron ir en favor de la reforma, luego de las señales negativas que desde la Cámara de Diputados el PAN emitió en contra del proyecto.

El encuentro fue de carácter privado y se calificó de "positivo". Los asistentes a la comida coincidieron en señalar que la reforma debe ser aprobada cuanto antes. "Hay conciencia de que el tiempo es importante y la reforma del Estado no puede esperar", se dijo a este diario.

Los participantes definieron que si bien su intención no es marginar de la reforma al Partido Acción Nacional, "tampoco se le puede dar a una sola fuerza política el derecho de veto; si el PAN dice que no, de cualquier forma se hará el acuerdo, y si dice que sí, claro que se tomarán en cuenta sus planteamientos".

Con esa definición se dio una abierta posibilidad de que los panistas no se excluyan, e inclusive en la mesa, el diputado priísta Emilio Gamboa Patrón anticipó que, desde su óptica, la bancada del PAN en la Cámara de Diputados no tendrá otra opción más que sumarse a la aprobación de la minuta, a pesar del abierto rechazo del presidente de la mesa directiva, Jorge Zermeño Infante, quien pretende impulsar su personal iniciativa.

Los senadores y diputados del FAP y del PRI consideraron que Zermeño, si bien es el presidente de la mesa directiva, "de ninguna manera es el vocero" de la Cámara y, mucho menos, de Acción Nacional.

Además, con objeto de incluir a todas las fuerzas políticas y que no haya pretextos para abortar el esfuerzo por dar al país una reforma, en la misma mesa se decidió convocar no sólo al panismo, sino también al PASC y al Panal.

También se aceptó que el planteamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que expresó su interés de participar en la reforma, sea salvado por medio de un artículo transitorio para garantizar la posibilidad de escuchar y atender las propuestas de los ministros, sobre todo las planteadas en el libro blanco de la reforma judicial.

A propuesta de los diputados se convino llevar la reforma del Estado y la hacendaria por rutas y negociaciones distintas. En la minuta turnada a la Cámara de Diputados se incluye la reforma hacendaria como parte de la del Estado.

El argumento de los diputados federales es que el tema hacendario corresponde, constitucionalmente, a la Cámara de Diputados; no obstante, para dar equilibrio a los trabajos se llegó al acuerdo de que las comisiones de Hacienda de ambas cámaras trabajen en conferencia.

Los trabajos, en San Lázaro

En ese ambiente de colaboración política, senadores y diputados decidieron que los trabajos de la Comisión Ejecutiva para elaborar la reforma del Estado se realicen en San Lázaro, donde se dará cabida a los representantes del Poder Legislativo, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del gobierno federal y a los presidentes de los partidos políticos nacionales.Todos tendrán un mismo peso y no habrá posibilidad de imposición de ningún poder representado en ese órgano colegiado.

De tal forma, la Comisión Ejecutiva será coordinada de manera rotatoria, por periodos de cuatro meses, por los presidentes de la Cámara de Senadores, de la Comisión de Reforma del Estado del Senado y de la mesa directiva de la Cámara de Diputados

 
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