Especialista: justicia en expropiación si es contra delincuencia
La expropiación que realizó el Gobierno del Distrito Federal (GDF) de Tenoch 40 provocó opiniones encontradas entre constitucionalistas; por su parte, el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Díaz Aranda, lo calificó como "un acto de autoridad totalmente contrario al orden jurídico mexicano", en tanto que el especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Eduardo Torres Maldonado, dijo que si bien existen vacíos jurídicos, hay elementos suficientes para sostener jurídicamente el embargo de las 143 viviendas.
Torres Maldonado indicó que es un asunto que "no se puede analizar únicamente desde el punto de vista jurídico", razón por la cual comparó dicha medida con los operativos que se han realizado a nivel federal, y que a decir del especialista son "golpes mediáticos" con resultados muy pobres, a diferencia de la expropiación que "va al corazón" de la delincuencia organizada.
"La expropiación es altamente controvertida, polémica y, como todo acto jurídico, puede ser impugnable, pero aquí lo interesante será ver cómo la administración del jefe de Gobierno (Marcelo Ebrard Casaubón) logra una mejor y mayor sustentación jurídica de su acto, porque la justificación política y económica está dada", sostuvo el integrante del Departamento de Derecho de la UAM.
En cambio, la opinión de Díaz Aranda fue diametralmente opuesta, pues dijo que la Constitución define "muy claramente" que la causa de utilidad pública que lleve a la expropiación debe ser clara, contundente y previa al acto mismo.
"No se puede justificar un hecho como éste, que en realidad fue un desalojo arbitrario. Desde mi punto de vista, el argumento de la piratería y actividades de narcotráfico, es erróneo, debido a que un bien solamente se puede decomisar siempre y cuando haya juicio previo, en el cual se demuestre que ese bien fue producto de una comisión del delito, y aquí ni siquiera se ha iniciado un juicio en contra de los propietarios", abundó.