Usted está aquí: domingo 4 de marzo de 2007 Sociedad y Justicia La administración foxista dejó graves rezagos en educación pública superior

Creó 85 instituciones que sólo cubrieron 2% de la matrícula del sector, revela estudio

La administración foxista dejó graves rezagos en educación pública superior

JOSE GALAN

Ampliar la imagen Durante el sexenio pasado el Programa Nacional de Becas sólo creó 161 mil de 300 mil previstas. En imagen de archivo, aspecto de Ciudad Universitaria Foto: María Meléndrez Parada

La administración foxista dejó una pesada herencia en materia de educación superior pública al gobierno de Felipe Calderón: creó 85 nuevas instituciones de ese nivel que inscribieron a sólo 39 mil 13 estudiantes para el ciclo 2004-2005, lo que representa menos de 2 por ciento del total de la matrícula correspondiente.

Además, el Programa Nacional de Becas sólo creó 161 mil de las 300 mil previstas originalmente.

Respecto de la regulación de la calidad que ofrecen las instituciones particulares no hubo acciones contundentes para garantizar estándares mínimos, de acuerdo con un análisis contenido en el volumen La educación en México. Una propuesta ciudadana, presentado por el Observatorio Ciudadano de la Educación (OCE) en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), que analiza con rigor la manera en que se manejó el sector durante la administración pasada.

El libro es fruto del esfuerzo de la OCE y 81 organizaciones de la sociedad civil por elaborar una "plataforma educativa", empeño que tuvo lugar en las postrimerías del gobierno anterior, en cuyo contexto se detectaron los principales problemas que afectan todos los niveles educativos.

El volumen añade que, si bien se puso en marcha el Programa Integral de Fortalecimiento Institucional, mediante el cual se han canalizado apoyos importantes para las instituciones públicas estatales de enseñanza superior, se ha generado segmentación en el sistema de educación debido a que el "fortalecimiento" no incluye a la totalidad de las casas de estudio de ese nivel.

"Además, al establecer indicadores homogéneos, no respeta la diversidad institucional presente en el sistema. Por otro lado, la vinculación de la planeación con el otorgamiento de recursos puede desencadenar ejercicios de simulación."

Indica que el mejoramiento del profesorado se ha centrado en la obtención de grados académicos y en la productividad científicas, "con lo que se descuidan los criterios relativos a la práctica docente propiamente dicha".

Agrega que el impulso que se pretendía brindar a los estudios de posgrado mediante el otorgamiento de becas no se ha logrado, ya que para 2004 sólo se otorgaron 8 mil 758, cifra muy lejana a las 22 mil que se pretendían para finales del sexenio. "Con claridad, esto resulta contradictorio con la política de promover este tipo de estudios".

Por otra parte, la meta de lograr una inversión en educación superior de uno por ciento del PIB no se ha cumplido, a pesar de que en el periodo 2000-2004 hubo incrementos anuales en el financiamiento.

Para 2004, el gasto en educación se hallaba por lo menos 0.21 puntos abajo del esperado uno por ciento.

Además, el modelo de asignación del subsidio ordinario no sufrió una modificación sustancial que tome en cuenta criterios de desempeño institucional y garantice objetividad, transparencia y equidad.

En el caso de las 85 nuevas instituciones públicas de educación superior creadas en el sexenio foxista, los autores consideran necesario evaluar en qué medida su establecimiento ha estimulado el crecimiento de la matrícula y responden a las necesidades del entorno social en el que se desenvuelven, "pues es éste un elemento determinante para captar la demanda; es decir, habría que descartar que la baja matrícula se deba a la falta de relevancia de la oferta".

 
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