Usted está aquí: viernes 9 de marzo de 2007 Economía Gerardo de Prevoisin puede ser reaprehendido por el presunto fraude contra Aeroméxico

Un tribunal federal determinó que debe ser juzgado por el fuero común

Gerardo de Prevoisin puede ser reaprehendido por el presunto fraude contra Aeroméxico

ALFREDO MENDEZ ORTIZ

El ex presidente de Aeroméxico, Gerardo de Prevoisin, está en serios problemas legales ya que puede ser reaprendido por su presunta responsabilidad en un fraude de 72 millones de dólares cometido en contra de esa línea aérea, luego de que ayer un tribunal federal ordenó que se dejara sin efecto la sentencia de más de cinco años de prisión que enfrentaba el empresario desde septiembre pasado, y determinó que quien debe juzgarlo es un juez del fuero común, informaron fuentes judiciales de alto nivel.

La resolución fue emitida por el magistrado federal Ricardo Paredes Calderón, titular del segundo tribunal unitario penal, pues consideró que el caso debe ser resuelto por las autoridades judiciales capitalinas, donde a diferencia del ámbito federal el delito que se le imputa a De Prevoisin es considerado grave y sin derecho a la libertad provisional bajo caución.

Según el juzgador, el presunto fraude se cometió en México y no en Estados Unidos, como argumentaron en su momento los defensores del inculpado, por lo que la competencia no es del orden federal.

De esta forma, la Procuraduría General de la República (PGR) dejará de tener jurisdicción en este juicio que se ha prolongado más de siete años en tribunales mexicanos, y ahora compete a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) demostrar la culpabilidad del empresario. La tarde de ayer recibieron la notificación oficial el juzgado octavo de distrito del Reclusorio Sur, el Ministerio Público Federal, Aeroméxico y el inculpado.

Al conocer la noticia, el abogado Agustín Acosta, coadyuvante de la PGR en este caso, aseguró que ''la decisión judicial es un indicativo de que en este país hace falta una reforma en materia de justicia, porque los jueces se empeñan en resolver sin juzgar y sin decidir; es increíble que luego de un juicio de casi ocho años, aún no podamos llegar a una resolución final; justicia que llega tarde es justicia denegada''.

 
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