Usted está aquí: sábado 10 de marzo de 2007 Política Zapatistas de Bolom Ajaw se dicen dispuestos a defender sus tierras

El gobierno nos ofrece apoyos y programas; "piensan que así nos van a chingar"

Zapatistas de Bolom Ajaw se dicen dispuestos a defender sus tierras

Dirigente indígena habla a observadores desde la región autónoma La Montaña

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Ampliar la imagen Zapatistas al pie de la cascada Velo de Novia, en la comunidad San Miguel Agua Azul, región San José en Rebeldía Foto: Brigada Internacional de Observación

Bolom Ajaw, Chis., 9 de marzo. "De esta parte está el trabajo colectivo de nosotros. Teníamos trabajado allá y los hermanos de la Opddic en octubre de 2006 vinieron con armas y lo llevaron todo el maíz. No dejaron ni una mazorca. Tumbaron tres hectáreas de los compañeros", explica un hombre desde la última milpa zapatista en la ladera de la región autónoma La Montaña, que colinda con el predio arrebatado por el grupo priísta. Rodeado de hombres, mujeres y niños, habla para la prensa y la brigada internacional de observación que visita estos días algunas comunidades zapatistas hostigadas o agredidas por la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic).

"Ellos trabajan esa planada", señala hacia la fértil ribera del río Agua Azul, poblada de verdes maizales (la "milpa de año" o supernumeraria que hacen los campesinos mayas cuando pueden). "Su meta es sacarnos. Quieren aquí donde estamos para ampliar el centro turístico y controlar las cascadas, muy bonitas." Se refiere a las llamadas cataratas de Bolom Ajaw, gigantescas y espectaculares, que río abajo se forman frente a estas tierras zapatistas, en un paraje donde se conserva la vegetación selvática.

Caen con tal fuerza las aguas de Bolom Ajaw que su nube de rocío salpica hasta la cima de las montañas. A escasos kilómetros del balneario Agua Azul, las cataratas son otro tesoro escondido en la selva de Tumbalá, como el Velo de Novia río arriba. Uno diría que las comunidades autónomas se ubican en la frontera de la selva virgen. Precisamente por eso las autoridades quieren desalojarlas. Estorban para el "desarrollo" turístico.

"Es mucha la molestia que nos hacen los hermanos de la Opddic. Necesitamos que no nos sigan atacando. Que estén calmados y haya paz. Cada que vienen a trabajar traen armas y radios. Nosotros nunca venimos a atacar. Hace poco robaron el fruta del cacao", prosigue, pues además de milpas, en Bolom Ajaw florecen altos cacaotales que forman un auténtico bosque húmedo de futuro chocolate. "El 21 de diciembre pasado, Jerónimo Silvano López y otros vinieron hasta nuestro pueblo a robar los pavos. El 22 de enero se llevaron tres horcones de la iglesia."

Otro indígena agrega: "Es el mismo gobierno que organiza la Oppdic. Ya no vamos a permitir que entren. Nosotros los zapatistas vamos a trabajar y no nos vamos a dejar. Estas son tierras recuperadas de nosotros". Describe las armas de sus vecinos priístas, calibres 38, 22 y 16. "Ellos dicen que tienen cuernos de chivo, pero no los hemos visto." Afirma que este grupo "está en contacto con los militares de las bases de Temó y Palenque, y hacen reuniones nocturas clandestinas".

Señala que los "aguazules" de la Opddic, encabezados por Alberto Urbina López, son Jerónimo López Hernández, Juan García, Salomón Moreno, Marcos López Moreno, Domingo y Sebastián Cruz López y José Antonio Pérez, entre otros. "Ahora ya disparan al aire. Cada día que vienen a trabajar echan bala. Aquí eran acahuales. Cuando vieron que la hicimos tierra buena, la quieren también para ellos. Pero ya van cinco años que estamos aquí. En 2004 pusieron una cerca de alambre para tapar nuestro camino". Además, "el gobierno respalda la construcción de casas en las cascadas".

Relata que el 2 de marzo pasado se presentaron aquí varios funcionarios. "Ofrecieron apoyos y proyectos si dejamos de ser zapatistas. Prometieron casas, agua potable, escuelas. Piensan que nos vamos a salir de la resistencia, y que así nos van a chingar. Les dijimos que no recibiremos nada, que si querían dialogar fueran al caracol de Morelia con la junta de buen gobierno, que son nuestras autoridades. Nomás se regresaron." Los funcionarios eran Avelino Flores, de la zona turística de Palenque; Miguel Angel Pérez, de la Secretaría de Desarrollo Indígena; Arturo Jiménez Vásquez, subsecretario regional de Yajalón, y José Luis Barragán, delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, entre otros.

"Juntos trabajan con la Opddic para que la tierra quede de los que pasan armados frente a nuestras casas. A las compañeras las amenazan de muerte cuando están junto al río." El indígena reitera que las bases zapatistas evitan caer en las provocaciones de quienes no deja de llamar "hermanos", pese a todo.

El poblado de Bolom Ajaw es un caserío de cabañas repartidas entre solares y veredas. Todo de la más elemental madera cruda. En casi todas se leen las siglas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. En algunas puertas asoman figuras negras de insurgentes zapatistas como sombras. En una roca abrazada por las raíces de la selva hay una pinta rudimentaria, casi rupestre, con imágenes similares.

En años anteriores, la Opddic, las autoridades y los medios locales han tildado a estos zapatistas de "invasores" y hasta "delincuentes", en un contexto en que la Opddic priísta del municipio oficial de Tumbalá también sostiene conflictos (de límites y por el cobro de peaje a los turistas que se dirigen a Agua Azul) con indígenas perredistas o sin organización del vecino ejido San Sebastián Bachajón, en Chilón.

 
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