Usted está aquí: miércoles 14 de marzo de 2007 Política Critican legisladores tardanza de Bush en visitar México

Piden prudencia ante su propuesta migratoria

Critican legisladores tardanza de Bush en visitar México

Georgina Saldierna, Andrea Becerril, Enrique Méndez, Roberto Garduño, Alma E. Muñoz y Ciro Pérez

En las cámaras del Congreso de la Unión la oposición criticó la "tardía" visita del presidente George W. Bush a México y la impresionante militarización, incluyendo soldados estadunidenses en territorio nacional, y exigieron prudencia ante las propuestas de la Casa Blanca acerca del tema migratorio.

En San Lázaro, mientras diputados de PRD, PRI, PT y PVEM criticaron la tardanza de Bush en visitar el país, los panistas pretendieron vender la idea de que la presencia del mandatario estadunidense es parte de los "logros" de los primeros cien días de gobierno de Felipe Calderón.

En la Cámara de Diputados afloró el azoro de los legisladores después de que la panista María Eugenia Campos Galván -quien coordinó la precampaña de Santiago Creel entre las mujeres del PAN-- defendió la gira del mandatario estadunidense y llamó a ponderar si "el legado histórico del presidente George (W.) Bush (podría ser) la reforma migratoria integral".

En contraparte, el perredista Humberto Zazueta lamentó que durante los primeros seis años de su gobierno, Bush ignorara a México y a América Latina, y refirió que mientras Estados Unidos emprendía una injusta guerra en Medio Oriente, en el continente surgió la oposición de gobiernos, con ideologías de izquierda, más grande desde la guerra fría, que además rechazan el modelo de "capitalismo salvaje" impuesto desde Washington.

El diputado priísta Antonio Díaz Athié afirmó que la visita de Bush se da cuando existe tensión en la relación entre ambos países, y ejemplicó con la construcción del "muro de la vergüenza", en cuya edificación han participado funcionarios del gobierno estadunidense, como el responsable de Seguridad Interna, Michael Chertoff. "Esto es una muestra de la equivocada visión de Estados Unidos para solucionar el problema de los mexicanos que emigran" a ese país, dijo.

La diputada del Verde Ecologista Erika Larregui señaló que si bien debe felicitarse la posición de Felipe Calderón acerca del consumo de drogas en Estados Unidos, en la relación con ese país "debe imperar la razón de Estado, no la de las grandes amistades".

En el Senado, Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los priístas, pidió ser prudentes ante el planteamiento de Bush, después de recordar que durante siete años el gobierno estadunidense estuvo ausente de Latinoamérica. "Espero que en este último año se reponga de la falta", puntualizó, y expresó su confianza en que pueda lograrse la reforma migratoria, sobre todo porque la mayoría demócrata en el Senado intenta alcanzar condiciones distintas a las que prevalecen, que se quieren resolver con "un muro inservible".

Carlos Navarrete, dirigente de los perredistas, recordó que en el Congreso de Estados Unidos hay varias iniciativas en materia migratoria, "algunas muy buenas de los demócratas, pero yo no conozco de parte del gobierno de Bush ningún comportamiento positivo hacia México" y sus migrantes. "Si existiera, ya se habría aprobado" pero, por el contrario, lo que tenemos es la cotización de un muro muy agresivo para nosotros, subrayó.

Santiago Creel, líder de los panistas, expuso que cualquier esfuerzo que se haga en materia migratoria debe ser bien recibido. Aclaró que en este momento las cosas están en el Congreso estadunidense, y ahí tienen la última palabra.

Por otra parte, el PRD manifestó que Felipe Calderón lucha contra un "fantasma" estadunidense, en busca acuerdos que beneficien al país en el terreno migratorio y de lucha contra el narcotráfico. Desgraciadamente, sostuvo el secretario general, Guadalupe Acosta Naranjo, el presidente Bush ya no tiene la fuerza necesaria en el Congreso de su país para alcanzar soluciones que beneficien a México. Por tanto, consideró que lo acordado entre ambos mandatarios, durante su visita a territorio nacional, "no tendrá resultados fructíferos".

A su vez, la dirigencia del PRI señaló que el rechazo del presidente Felipe Calderón a convertirse en esquirol para favorecer a Estados Unidos en Latinoamérica, es fundamental en momentos en que la política exterior mexicana empieza a rencauzase, después del daño que provocó el entonces presidente Vicente Fox a la relación de México con países hermanos.

 
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