Usted está aquí: jueves 15 de marzo de 2007 Estados Refuta parte médico declaraciones de Calderón sobre anciana violada

Murió por traumatismo craneoencefálico, fractura y luxación de cervicales y anemia

Refuta parte médico declaraciones de Calderón sobre anciana violada

El mandatario declaró que la mujer, presuntamente ultrajada por militares, falleció por gastritis

Inconsistencias y omisiones en el peritaje de la Procuraduría de Justicia de Veracruz: CNDH

A. MORALES, V. BALLINAS, A. MUÑOZ CORRESPONSAL, REPORTEROS

Ampliar la imagen Copia del certificado de defunción de Ernestina Ascensión Rosario, expedido por médicos legistas de la Secretaría de Salud de Veracruz

La anciana Ernestina Ascensión Rosario no falleció por ''gastritis crónica no atendida'', como aseguró el presidente Felipe Calderón Hinojosa, sino a causa de ''traumatismo craneoencefálico, fractura y luxación de vértebras cervicales y anemia aguda'', según el certificado de defunción emitido por médicos legistas de la Secretaría de Salud de Veracruz.

Mientras tanto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) informó ayer que detectó omisiones e inconsistencias en los estudios técnico-periciales realizados por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Veracruz y se comprometió a mantener abierto el expediente ''hasta su completo esclarecimiento''.

Ernestina Ascensión, vecina de la comunidad Tetlatzinga, municipio de Soledad Atzompa, Veracruz, falleció el 26 de febrero a causa de lesiones presuntamente causadas por violación, en la que estarían implicados militares.

En el certificado de defunción folio 070276634 (al que tuvo acceso La Jornada), emitido en el hospital regional de Río Blanco, Veracruz, donde murió la víctima, se indica que el tipo de muerte fue ''mecánica-traumática''.

La anciana estuvo en terapia intensiva al menos siete horas y media, luego de haber sido violada por presuntos efectivos del 63 batallón de Infantería.

''Los médicos nos dijeron que fue abusada sexualmente y presentaba perforación en el recto, lo que dañó hígado e intestinos; de ahí el dolor intenso de abdomen del que se quejaba'', explicó René Huerta, dirigente de la Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (CROISZ), quien acompañó a los familiares.

El procurador de Veracruz, Emeterio López Márquez, aseguró que la muerte se debió a lesiones provocadas por ''una violación por la vía no idónea y también por la vía idónea''.

El acta de defunción, firmada por el médico legista Juan Pablo Mendizábal Pérez, de la Dirección de Servicios Periciales de la PGJE, indicó que la necropsia hace suponer que la muerte no fue accidental, sino producto de un homicidio. Sin embargo, el forense omitió llenar los incisos 23.5 y 23.6, en los que se pide anotar el número de averiguación ministerial abierta por el tipo de heridas, y una descripción de ''la situación, circunstancia o motivos en que se produjo la lesión''.

Esto hizo sospechar a visitadores de la CNDH, quienes solicitaron a la PGJE exhumar el cadáver y practicar otra autopsia. La diligencia pericial se realizó el 9 de marzo en el cementerio de Tetlatzinga.

En un comunicado, la CNDH afirmó que en la exhumación, en la que participó personal médico forense de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la PGJE, peritos de la CNDH detectaron que, contrario a los procedimientos usuales, se omitió analizar cráneo, vértebras cervicales, pulmones, corazón, hígado, estómago, asas intestinales y órganos sexuales, ''lo que llevó a asegurar indebidamente que la mujer indígena de 76 años falleció por traumatismo craneo-encefálico, fractura y luxación de vértebras cervicales, anemia aguda, y que el tipo de muerte fuera diagnosticado como mecánica-traumática''.

La CNDH agregó: ''Antes del fallecimiento de la señora Ascensión Rosario, la médico especialista en delitos sexuales de la PGJE que realizó la revisión no tomó ni ordenó que se tomaran muestras para realizar estudios de laboratorio, indispensables para que -si se determinaba la presencia de líquido seminal- pudiera procederse a posteriores estudios que condujeran a conocer la probable identidad del o de los presuntos agresores''.

Acotó que en la exhumación del cadáver no se corroboraron perforación alguna en el recto ni ''los múltiples desgarros'' que señalaba la autopsia, afirmación que dio lugar a estudios de laboratorio que ''aún no concluyen''.

El organismo indicó que el tipo de equimosis en brazos y región pectoral, descrito en la autopsia, no corresponde a lesiones producidas en maniobras de sujeción o sometimiento, lo cual hace suponer a los peritos de la CNDH que se produjeron durante el traslado de la víctima antes de que falleciera.

La CNDH subrayó que en tanto no se esclarezcan las causas de la muerte de la indígena, ''se presume la violación de su derecho fundamental a la vida''. Además, seguirá a la espera de estudios de laboratorio complementarios a los realizados.

Mientras, el secretario general del Partido de la Revolución Democrática, Guadalupe Acosta Naranjo, acusó a Felipe Calderón de encubrir o de estar mal informado sobre la actuación de militares en zonas indígenas.

Entrevistado en la ciudad de México, Acosta Naranjo calificó al Presidente de hombre insensible, por sus declaraciones sobre el caso. ''Sería hasta repugnante'' pensar que encubre a delincuentes en ''un caso tan delicado''.

Parte del grupo de perredistas que, en nombre del Comité Ejecutivo Nacional de su partido da seguimiento al caso y se reunió con el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, para instarlo a entregar a los presuntos culpables de comprobarse su participación en el delito, el secretario general del PRD señaló que puede ''distinguir muy bien entre la actuación del Ejército y la actuación de Calderón''.

 
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