AN atenta contra la legalidad democrática, dice el PASC
La propuesta para ampliar causales ya es tema a debate entre senadores
El debate sobre la despenalización del aborto en el Distrito Federal llegó ayer hasta el Senado, en donde el coordinador de los panistas, Santiago Creel, se manifestó en contra, mientras el del PRI, Manlio Fabio Beltrones, se inclinó por buscar fórmulas que eviten las muertes que está generando la práctica clandestina. El perredista Carlos Navarrete dijo que es necesaria una discusión amplia del tema, para escuchar a todos los sectores de la sociedad.
Creel reivindicó la doctrina del PAN. Somos, señaló, un partido humanista que defiende la dignidad de la persona y la vida como punto fundamental de nuestros principios. Por ello, estamos en contra de cualquier cosa que atente contra la vida y por eso vamos a sumarnos a la posición que han tomado nuestros diputados en la Asamblea Legislativa, donde se debate la iniciativa para despenalizar el aborto.
Carlos Navarrete evitó fijar una postura sobre el tema al argumentar que se trata de un debate que apenas empieza. Eso sí, aseguró, el sol azteca es partidario de que se discuta el punto en un ambiente de libertad; que se le dé un tratamiento serio, profesional, amplio y que todas las voces de la sociedad se expresen.
Su correligionario René Arce, enfatizó que nadie puede estar a favor del aborto. Se trata, resaltó, de una experiencia traumática para la mujer, y se manifestó a favor de que se despenalice, pues anualmente provoca cientos de muertes por las condiciones insalubres en que se realiza.
Manlio Fabio Beltrones dijo estar convencido de que es muy importante buscar fórmulas que eviten muchas de las muertes que está generando una práctica a la que "hemos cerrado los ojos y no hemos metido una normatividad".
Por otra parte, el presidente nacional del Partido Alternativa Social Demócrata y Campesina, Alberto Begné, consideró que el secretario general adjunto de Acción Nacional, Carlos Abascal Carranza, coloca a su instituto político en el riesgo de "romper" la legalidad democrática y el orden constitucional, al pronunciarse en contra del aborto.