Usted está aquí: viernes 16 de marzo de 2007 Opinión Melón

Melón

Luis Angel Silva

Tony Camargo

EL PASADO 7 DE MARZO Tony Camargo recibió un merecido homenaje de parte del gremio de músicos, por su brillante trayectoria sonera, que posee varios detalles dignos de mencionar. Para empezar, fue uno de los dos soneros mexicanos que grabaron y fueron compañeros del gran Benny Moré, dejándonos grabaciones llenas de calidad.

LALO MONTANE, DE Tlalixcoyan, Veracruz, fue el otro, que además hizo mancuerna con Benny en la orquesta del Caballero antillano Arturo Núñez, e integró, por supuesto, el Dueto Antillano que posteriormente pasó a ser el Dueto Fantasma.

POR SU PARTE, TONY lo hizo en la orquesta de Chucho Rodríguez, pero también al participar en grabaciones con Pérez Prado, Rafael de Paz y, desde luego, con Chucho. Viene a mi memoria un carnaval en Veracruz, donde El Tanque (uno de los apodos de Tony) se lo pasó disfrazado de payaso, cosechando ovaciones, en compañía de Moré, del conocedor público porteño, con números como La llorona loca, Esta noche corazón y Sin razón ni justicia, que fueron batazos de cuatro esquinas y aún quedan en la memoria de los más viejos de la comarca. ¡Sí que sí!

ESTE, SU ASERE, QUE de los rucos es el más chavo, vivió ese carnaval que gozó como enano, como dijo Arsenio: "de una manera espantosa". Más déjeme, mi enkokio, platicarle de cosas que pasé con El Oso (otro de sus apodos). Tenía unos cuantos meses como sonero y era parte ya de Los Diablos del Trópico cuando llegó mi primera grabación donde haría coro para el sonero tapatío que ya era un figurón, al cual conocía porque era vecino de mi barrio.

EN LA PRIMERA SESION se grabaron A Venezuela, El bobo de la yuca, Franqueza y Arrímate cariñito. Como llegó el cansancio se pidió un receso que de buen grado don Guillermo Kornhauser concedió y Tony que calza del seis, pero desparramao (sic), se fijó en mis mocasines y me preguntó si eran cómodos. Le contesté que sí, entonces, me pidió dejárselos probar.

AL CALZARSE LOS MOCASINES, me pidió la dirección de la zapatería donde los había comprado. Se la di, pero no reparó en la antigüedad de mis cascorros. Terminamos la grabación. Amablemente me invitó a cenar al café de los soneros, donde se iba a reunir para celebrar la grabación con la crema y nata de aquella época, por supuesto, sus amigos, a los que quería presentarme.

QUEDAMOS DE VERNOS en la esquina de Dos de Abril y Avenida Hidalgo. Llegué antes de la cita y cuando apareció a la hora acordada, me hacía señas ferrocarrileras, pues se había comprado unos mocasines y, lógico, con los pies de nopal que tiene, le apretaban. Cambiamos zapatos y nos dirigimos a cenar. Ya se encontraban los bravos en el café, entre ellos, Julio del Razo, que puso de moda un platillo: chilaquiles con tocino.

TONY SE FUE A VENEZUELA y a su regreso formó un grupo que fue sensacional. Puedo decir que era un All Stars: cinco trompetas, una sección rítmica completa, incluida la paila, con repertorio original y estilo propio. Por desgracia, duró muy poco, ya que El Tanque regresó a la tierra del Arauca y el grupo lo heredó Kiko Mendive, logrando grabaciones espléndidas. El Oso le había puesto Conjunto Nacional, nombre que Kiko cambió por Conjunto Sensación, pero con la misma calidad.

AÑOS MAS TARDE, Tony regresó de Venezuela y logró ligar una serie de éxitos que consolidaron su popularidad. Llamó la atención de una empresa italiana encabezada por Anthony de Vito, todo un caballero, que le ofreció una temporada en un lugar precioso de nombre Rocamar, en Acapulco. Tony me invitó a formar parte de su grupo, por supuesto, acepté tal deferencia con agrado.

EL LUGAR SE UBICABA en la cima de un cerro con más de 300 palmeras. La vista nos permitía ver el mar desde varias partes del sitio, así como La Quebrada. Era una verdadera maravilla. Hablo en pasado porque nos tocó un temblor que desgajó parte del cerro y por causa de fuerza mayor se canceló el contrato.

APROVECHO LA OCASION para decirle a usted, mi enkobio, que todas las veces que he podido colaborar con Tony Camargo ha sido un agasajo y un placer, no sólo por su calidad artística, también por su don de gentes. Desde aquí mis felicitaciones porque tu homenaje te lo mereces, Chabelo.

PARA TERMINAR, SEÑOR Pedro Allende Rosales, de Mazatlán, Sinaloa, monina, enkobio, nagüeriero, asere, significan amigo, cuate, ñero. Gracias por su emilio y ya sabe lo menos que le deseo es que lo destroce la dicha y lo atropelle la felicidad. ¡Vale!

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