Usted está aquí: viernes 16 de marzo de 2007 Sociedad y Justicia La atención médica en el INNN no mejoró pese a millonaria inversión

El instituto lleva 10 años realizando obras nuevas, revela minuta del consejo técnico

La atención médica en el INNN no mejoró pese a millonaria inversión

Se cita a los pacientes cada seis meses y se destina de 3 a 8 minutos para consultas

ANGELES CRUZ MARTINEZ

En 10 años, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) Manuel Velasco Suárez realizó una inversión económica en obras nuevas que, medido en espacio físico, significaría haber construido otro instituto, aunque no se refleja en una mejor calidad de la atención médica que reciben los pacientes. Así se desprende de la minutas de las sesiones del consejo técnico del organismo, de enero y febrero de 2007.

Sólo el año pasado se gastaron 103 millones de pesos, de los cuales 40 por ciento provino de la Secretaría de Salud (Ssa) y el resto fueron donativos, comentó en dicha reunión Marcos Hernández, director administrativo del instituto.

Esas obras son las que personal médico y administrativo ha calificado de "relumbrón" porque casi nada han aportado a mejorar la calidad de los servicios médicos que reciben los pacientes. Han sido, entre otras, la remodelación de la reja exterior del INNN, la construcción de un edificio para el área administrativa y un almacén general.

También se adquirieron equipos de alta tecnología para el diagnóstico y manejo de algunos padecimientos neurológicos. Entre esas obras también está la construcción de cuatro nuevos quirófanos que simplemente sustituirán a los cuatro que actualmente funcionan. Es decir, afirman algunos de los médicos, cuando lleguen a entrar en operación -fueron construidos desde mediados de 2006 e inaugurados en noviembre- "no aportarán nada para incrementar la productividad" del instituto.

Inclusive, las autoridades tienen previsto trasladar las mesas quirúrgicas y la mayor parte del equipo en uso a las nuevas instalaciones, según consta en varias de las minutas de la sesión del consejo técnico del instituto efectuadas entre noviembre de 2006 y febrero pasado.

En cada una de ellas se ha abordado el tema de los quirófanos nuevos y los pendientes que deben resolverse antes de realizar ahí los procedimientos quirúrgicos. El entonces director del INNN, Julio Sotelo, esperaba que esto pudiera ocurrir en diciembre, pero a la fecha siguen sin funcionar.

Y es que, de acuerdo con las denuncias que desde hace varias semanas han realizado los trabajadores del instituto, las salas de cirugía tienen errores en su diseño y necesidades aparentemente no previstas como que el área de terapia intermedia, a donde debe trasladarse a los pacientes que han sido intervenidos, se encuentra en el cuarto piso del hospital, donde están los viejos quirófanos. Los nuevos están en la planta baja, donde tampoco existe la central de equipos, lugar donde se guarda el material esterilizado.

En tanto, en el área de consulta externa, el INNN enfrenta serios problemas de retraso en la programación de las citas. Así se explicó al consejo técnico en la sesión del 7 de febrero de 2007. Luego de la explicación del doctor Eduardo Briceño, subdirector de Consulta Externa, sobre la reorganización del servicio y la introducción de un sistema informático -que se elabora desde hace por lo menos dos años-, Fernando Zermeño, subdirector de Neurología, dijo que en la clínica de cefaleas las citas más próximas se están dando para septiembre, lo que representa un problema, porque los pacientes deben ser vistos cada seis meses.

Por su parte, Sergio Gómez Llata, jefe del servicio de Neurocirugía, expuso que cada médico ve a 20 enfermos por día, y se complica un poco más porque los pacientes llegan tarde a sus citas. Planteó la posibilidad de sancionarlos con darles una nueva cita. Pero inmediatamente rectificó, porque la siguiente "quedaría demasiado lejos".

En la misma sesión, de cuya minuta posee una copia La Jornada, Briceño también se refirió a la recomendación que les hizo la contraloría interna para que se modificaran los horarios de las consultas "porque había mucha disparidad".

Resulta que el nuevo sistema informático asignaba a cada paciente citas de tres a ocho minutos, según explicó ahí mismo Everardo Paz, titular del órgano interno de control del instituto. Esto retrasa la consulta, indicó.

Una alternativa planteada en esa reunión por el doctor Briceño fue "echar mano" de los residentes de tercer y cuarto años, así como hablar con los pacientes para que lleguen temprano a sus citas. Gómez Llata habló de la conveniencia de que en cada consultorio exista una computadora "para ver bien a los enfermos, porque todavía tenemos muchos problemas con los estudios que no aparecen en el expediente clínico". Se suponía que este aspecto ya tendría que estar resuelto.

Estos son apenas algunos de los "muchos problemas" que existen en el instituto, según reconoció en febrero Alfredo Gómez Aviña, entonces encargado de la dirección del INNN, aunque oficialmente se niegan.

 
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