Usted está aquí: sábado 17 de marzo de 2007 Espectáculos The Flecktones, como armar un rompecabezas de talento

Hoy dos conciertos eclécticos en el teatro Metropólitan

The Flecktones, como armar un rompecabezas de talento

ARTURO CRUZ BARCENAS

"Los proyectos individuales alimentan a la banda", expresó Béla Fleck, quien toca el banjo en el grupo que lleva su nombre, Béla Fleck and the Flecktones, integrado por el bajista Victor Wooten, el saxofonista Jeff Coffin y el percusionista electrónico Roy Futureman Wooten, quienes ofrecerán dos conciertos en el teatro Metropólitan, a las 17 y 21 horas, el sábado 17 de marzo.

Jeff Coffin dijo que aparte de su trabajo con The Flecktones imparte clínicas. "Colaboro con Yamaha, empresa que me ayuda mucho para trabajar con los estudiantes. He estado escribiendo un libro sobre una especie de método. Espero que este año salga un compacto y el libro en 2008. Estoy trabajando duro".

Victor Wooten añadió que "esta banda es especial por las cosas que hicimos individualmente antes de unirnos. Todos abordamos la música desde diferentes puntos de vista y cuando nos juntamos eso enriquece. Béla entiende que cada uno de nosotros tiene que salir y hacer otros proyectos, para respirar y poder regresar y enriquecer de esa forma al grupo. Con eso en mente, trabajamos.

"Tengo un nuevo libro que acabo de escribir sobre música, pero más bien en la forma de una novela. Se llama La clase de música, al que se puede tener acceso a través de mi página web. Roy agregó: "Quiero apoyar lo que dijo Victor de que los proyectos de cada uno alimentan a la banda. Como un Futureman he podido estar tocando tambores, pero sobre una guitarra, con mis dedos, durante todos estos años. Así que después de estar tocando así, ahora toco hacia abajo y he inventado dos nuevos instrumentos.

"Mi madre tuvo la capacidad de descubrir cómo entrenar sus dedos con una máquina de escribir. Mi instrumento es en honor de ella. He creado un lenguaje con armónicos. He estado trabajando sobre un cuarteto de cuerdas y en una obra sinfónica que se llama El Mozart negro. Está escrita en honor de San Jorge, un gran personaje. Me encantaría llevar esta nueva obra sinfónica al mundo porque conecta a Estados Unidos y a Europa.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.