Usted está aquí: martes 20 de marzo de 2007 Capital Amplia red de intereses, detrás del ambulantaje

A remate en el Centro, botín de operativos

Amplia red de intereses, detrás del ambulantaje

Inspectores de vía pública, funcionarios y policías federales y locales prohijaron el crecimiento anárquico de esa actividad: líderes

RAUL LLANOS, ROCIO GONZALEZ, GABRIELA ROMERO

Ampliar la imagen Zonas de influencia de los diferentes grupos de vendedores ambulantes en el primer cuadro

Ampliar la imagen La calle Correo Mayor mostró ayer gran actividad comercial tras la reubicación de vendedores ambulantes Foto: Marco Peláez

En la amplia red de intereses económicos generados por el ambulantaje en esta capital, los inspectores de vía pública, policías locales y federales, así como funcionarios de Aduanas no son ajenos, e inclusive han sido un elemento fundamental para el crecimiento desmedido y anárquico de esta actividad.

Los testimonios acerca de inspectores que pasan la charola a diario; de policías que extorsionan a líderes o ambulantes; de efectivos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) que hacen ventas nocturnas de mercancía confiscada, o de funcionarios de Aduanas que ofrecen contenedores de productos de contrabando, son una constante entre dirigentes del comercio informal.

Algunos vendedores informales recuerdan como hasta hace un año elementos de la AFI llegaban a las ocho de la noche a la esquina de Pino Suárez y San Jerónimo, a bordo de sus unidades oficiales o de camionetas negras sin placas, en las que llevaban diversos productos que ofrecían a los ambulantes, incluso mostraban catálogos de lo que podían entregar.

"Ahí ofrecían ropa, chucherías, de todo, y lo remataban. Por ejemplo, los discos compactos nos los dejaban hasta en 30 centavos para que nos los lleváramos, y pues claro, era el botín de guerra de los operativos que realizaban en las bodegas del Centro", precisa una de las líderes.

En el caso de los inspectores de vía pública, son juez y parte. Por un lado deben vigilar que no se expanda el ambulantaje, pero por otro son los que por pagos de 5 a 10 mil pesos, ponen a nuevos vendedores en tal o cual calle del Centro o de otra zona de la ciudad, y les cobran directamente su cuota, o bien contratan a madrinas, meritorios o familiares, ppor medio de los cuales pasan la charola, de 20 a 100 pesos diarios.

Hay también los que en algún momento fueron inspectores pero que decidieron pasarse a las filas contrarias, quizá por las mayores ganancias que eso deja, tal como Jorge del Valle Díaz, quien ocupó dicho cargo, pero que hoy es líder de ambulantes de las calles de Soledad, Zapata, Santísima, Alhóndiga, Moneda y Guatemala, o bien José Luís Carrillo González, que controla gente en Uruguay.

Se menciona entre los ambulantes a algunos inspectores que a pesar de ganar 3 mil, 4 mil pesos al mes tienen residencias, automóviles y varias mujeres, lo que ha sido posible gracias a su habilidad para comprar coordinadores y subdirectores de Vía Pública y garantizar con ello que no sean removidos de sus zonas. Incluso, a sus superiores llegan a darles hasta 20 mil pesos a la semana.

Apoyo sindical

Esos inspectores llegan, en algunos casos, a gozar también de la protección del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), y a decir de vendedores informales, cuando estos personajes son sorprendidos recibiendo dinero y los consignan "su sindicato los apoya, les pone abogados, los sacan y regresan a su lugar de origen".

Y en esa red de complicidades, un ex funcionario en Cuauhtémoc detalla cómo los dirigentes del comercio en vía pública llegan a pagarles "las parrandas, drogas y viejas" a algunos inspectores, pero claro, les toman fotos y ya los tienen agarrados".

Tomás Pliego, diputado del PRD por Cuauhtémoc, asegura: "muchos de los inspectores que operaron en las épocas del PRI siguen operando a través de madrinas. Son toda una mafia, una red de corrupción no sólo en el Centro sino en todo el DF. Ellos dan permiso sin que la delegación lo sepa, cobran y es dinero que debería entrar a las arcas públicas".

Añadió que se ha sabido de algunos casos en que líderes del SUTGDF los protegen, los defienden y no permiten que los saquen de sus áreas".

Tales funcionarios, dijo, es de los pendientes que se tienen en las políticas de reordenamiento del comercio en la vía pública, y se requiere "de un blindaje a prueba de los cañonazos que sueltan los líderes de ambulantes, aunque también se debe terminar con esa red bien armada, compleja, estructurada, que tienen".

Por lo que hace a las aduanas, los representantes del comercio en vía pública aseguran que ahí sigue habiendo mucha corrupción, pues funcionarios de esa área siguen permitiendo el ingreso de mercancía de contrabando que luego inunda las calles de la capital.

No sólo eso, los responsabilizan de permitir la introducción de maquinaria procedente de Francia, Inglaterra y Estados Unidos, con las que la industria de la piratería sigue ganando millones de pesos.

 
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