Usted está aquí: martes 20 de marzo de 2007 Sociedad y Justicia Ninguna autoridad actúa contra daños ambientales en Alpuyeca

Vecinos del municipio critican tortuguismo ante denuncia presentada hace 5 meses

Ninguna autoridad actúa contra daños ambientales en Alpuyeca

Pobladores apremian a funcionarios a revertir perjuicios provocados por tiradero a cielo abierto

Señalan que el basurero ha causado muertes, malformaciones y enfermedades como cáncer

MARIANA NORANDI

Ampliar la imagen Durante octubre del año pasado miles de toneladas de basura se acumularon en Cuernavaca (en la imagen) luego de que un grupo de vecinos de Alpuyeca bloqueó los accesos al tiradero a cielo abierto de Tetlama, cansados de los daños causados por ese depósito de desechos Foto: Notimex /Arturo Romero

Cinco meses después de que vecinos de Alpuyeca, Morelos, denunciaron ante la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) en la entidad a la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente (CEAMA) y a cinco municipios por tirar basura en una zona forestal durante más de 30 años, la dependencia federal no ha llamado a declarar a nadie.

En tanto, la Procuraduría Fe-deral de Protección al Ambiente (Profepa) asegura que ese caso no es de su competencia.

En un rincón del corredor indígena de Morelos llamado Cerro de Milpilla, ubicado a un kilómetro de la zona arqueológica de Xochicalco, desde hace más de 30 años los municipios de Cuernavaca, Xochitepec, Jiutepec, Zacatepec y Temixco han depositado residuos sólidos en un tiradero a cielo abierto, sin cumplir con las leyes correspondientes. Esa acumulación de basura se extendió en el área selvática, provocando la muerte de fauna local, así como la emigración de algunas especies y la degradación ambiental.

La basura produjo lixiviados (aguas con sustancias sólidas), y la quema de la misma se convirtió en fuente generadora de dioxinas y furanos, compuestos altamente tóxicos, cuya inhalación representa un grave problema para la salud pública.

En 1995, el consejo de administración del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente incluyó a dioxinas y furanos en la lista inicial de 12 Contaminantes Orgánicos Persistentes y trazó una estrategia internacional para reducir o eliminar su descarga en suelos. Dos años después, la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) los declararon cancerígenos humanos, lo cual obliga a legislar su producción.

Son los compuestos "más tóxicos"

La comunidad científica internacional coincide en subrayar las repercusiones negativas de esos componentes en la salud humana y animal, así como en el ambiente.

En ese contexto, Isabel Peña-Rey Lorenzo, de la facultad de Medicina de la Universidad de Murcia, España, señala en una tesis doctoral:

"La progresiva industrialización del mundo explica la aparición en la industria química de sustancias indeseables y persistentes en el ambiente. Entre dichas sustancias cabe destacar las dioxinas y los furanos, que, hacia la década de los 70, se relacionaron con la aparición de enfermedades en animales, posteriormente malformaciones congénitas y comenzaron a considerarse potenciales agentes cancerígenos. Son los compuestos más estudiados y también los más tóxicos sintetizados por el hombre."

Oscar Pohle Morales, geólogo del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica que la materia orgánica, tras años de descomposición, emana biogás, que contribuye al calentamiento global.

Con el calor, el biogás produce incendios y con ello genera dioxinas y furanos, señala. En el tiradero de Tetlama (objeto de la denuncia de los pobladores de Alpuyeca), abunda, "se estima que existen 5 millones de toneladas de basura en una superficie de aproximadamente 20 hectáreas.

"El tiradero emite gas invernadero a razón de 300 metros cúbicos por cada tonelada de basura, y un metro cúbico de lixiviado tiene un carga contaminante 70 veces mayor que las aguas negras o residuales."

Los denunciantes aseguran que el tiradero ha provocado graves daños en la salud de los habitantes de las zonas vecinas, particularmente en niños.

Uno de los demandantes, Gabriel Mejía Pablo, profesor de una primaria de Alpuyeca, asegura que son numerosos los casos de cáncer, en especial leucemia. Los niños, agregó, tienen problemas de concentración y memoria; muchos nacen con malformaciones en las orejas, que les causan pérdida de la audición de 60 a 70 por ciento.

Otros problemas de esos niños son hiperactividad, hipertiroidismo, diabetes juvenil, deformación de extremidades superiores, hidrocefalia, anancefalia y pérdida de la movilidad de las extremidades inferiores.

Los lixiviados del basurero han escurrido hacia el río Colotepec. Debido a que en las comunidades vecinas carecen de sistema de drenaje y reciben agua de pozo sólo una vez por semana, ese río es utilizado para lavar trastes, bañar niños, hacer limpieza y cocer alimentos.

Otro especialista, Rubén Es-pinosa, realizó en el Departamento del Ingeniería y Ciencias Químicas de la Universidad Iberoamericana análisis de los lixiviados y de agua del río, los cuales demostraron que éste contiene metales pesados como mercurio y arsénico por encima de la norma oficial mexicana (NOM) y, por tanto, ese líquido no es apto para el consumo humano. "Ambas sustancias son muy cancerígenas", aseveró.

Pobladores de municipios vecinos del tiradero se organizaron en el Frente de los Pueblos en Defensa del Agua, Tierra y Aire y, tras cerrar carreteras para impedir el paso de camiones de basura, el 16 de junio de 2006 la CEAMA firmó un acuerdo en el que se determinaba, de manera oficial, el cierre del tiradero. Asimismo se acordó un Programa de Biorremediación, el cual aún no se ha cumplido.

Priscila Rodríguez Bribiesca, abogada de los pobladores, explicó que desde la publicación de la NOM-083-Semarnat-2003, la cual obliga a los municipios y estados a clausurar los tiraderos a cielo abierto, Tetlama se convirtió en un basurero ilícito.

Con la denuncia ante la PGR "no queremos privar de la libertad a nadie, pero sí que aparezcan los responsables, que se remedie el lugar y se reparen los daños a las víctimas, porque ya son muchos los muertos", dijo.

Explicó que la PGR solicitó a la Profepa que realizara una inspección ocular del tiradero para evaluar los daños ambientales, pero ésta respondió que no tenía competencia por tratarse de un caso de ámbito municipal.

Sin embargo, aseguró Rodríguez Bribiesca, al estar involucrado un río federal, el argumento de la Profepa no es válido.

Otro de los demandantes, Guadalupe Záyago Lira, afirma que desde que clausuraron el basurero se han generado 27 tiraderos ilegales en todos los municipios de Morelos.

Una solución, agrega, sería que el estado diseñe proyectos de relleno sanitario y de manejo integral de residuos sólidos, que incluyan la separación de basura, y legisle sobre uso de plásticos.

El presidente municipal de Temixco, Javier Orihuela, asegura que el ayuntamiento está intentando construir un relleno sanitario, pero aún no tienen un espacio ni recursos económicos.

Añadió que la responsabilidad de revertir los daños causados por el tiradero ha recaído en Temixco, por ser el municipio donde se ubica, "pero de aquí sólo salió una décima parte de la basura, ya que todos los municipios tiraron residuos sólidos allí".

Ni el gobierno federal, ni el estatal ni los municipios parecen afrontar con seriedad la remediación de la zona forestal que ha sido dañada por el basurero.

La población, asegura Mejía Pablo, no quiere seguir condenada a una muerte silenciosa y paulatina. Coyotes, tejones, zorros, conejos, garzas, palomas, pelícanos y codornices abandonaron el lugar que habían habitado desde tiempos remotos.

 
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