Usted está aquí: lunes 26 de marzo de 2007 Economía Impulsa Banorte un sistema financiero binacional con EU

Del pago de remesas evoluciona a otorgar hipotecas en ambos lados de la frontera

Impulsa Banorte un sistema financiero binacional con EU

Abrirá la posibilidad de que el envío del dinero de migrantes sea totalmente gratis; ''van a ser 15 o 20 dólares más que llegarán a la familia al no pagar comisiones", dice Peña Kegel

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Ampliar la imagen Luis Peña Kegel, director general del Grupo Financiero Banorte, en entrevista para La Jornada Foto: Carlos Ramos Mamahua

Un nuevo fenómeno económico toma forma y está determinado por el flujo de migración de mexicanos hacia Estados Unidos. Se está creando un sistema financiero binacional, que empezó con el pago de remesas y ha evolucionado a productos más integrados. ''Es muy importante el potencial'' de ofrecer servicios financieros a familias que están separadas por la frontera geográfica, comenta Luis Peña Kegel, director general del Grupo Financiero Banorte.

En el último año los bancos que operan en México pagaron remesas por 23 mil millones de dólares. Cálculos de la Asociación de Bancos de México (ABM) estiman que la cifra subirá a 26 mil millones de dólares en 2007.

Aunque este flujo de recursos ha crecido en los últimos meses a un ritmo más lento (8 por ciento de incremento anual en enero de 2007 frente a un aumento anualizado de 26 por ciento en el mismo mes de 2006), Peña Kegel considera que el menor dinamismo en las remesas es meramente temporal, asociado con la desaceleración de la economía de Estados Unidos.

Banorte, anuncia su director general en entrevista con La Jornada, va a poner sobre la mesa la posibilidad de que un emigrante mande a su familia dinero totalmente gratis. ''Van a ser 15 o 20 dólares más que llegarán a la familia al no pagar comisiones''. Junto con las remesas, esta institución, la única entre las cinco principales del sistema que es de capital mexicano, ha ampliado su gama de ofertas a la comunidad de mexicanos en Estados Unidos, con mayor fuerza desde la adquisición en noviembre de 2006 del Inter National Bank, institución con sede en Texas. Antes, en abril, había comprado UniTeller, una firma de envío de remesas.

-Han transcurrido cuatro meses desde la compra de un banco en Texas. ¿Cómo ha sido la experiencia de Banorte en su expansión hacia Estados Unidos?

-Bastante buena. Vemos bien el mercado, no nos equivocamos al comprar este banco. La constante que hemos encontrado es un mercado de gente de Estados Unidos que está comprando propiedades en México con una hipoteca de nuestro banco de allá. Pensábamos que iba a ser un mercado mucho más reducido, ha explotado eso de una forma importante. Se explica porque allá hay cerca de 60 millones de personas que se van a retirar en los próximos 10 años, y ven a México como un sitio de retiro y empiezan a comprar una segunda propiedad en México.

-¿En dónde?

-Nosotros hemos enfocado sobre todo cuatro desarrollos turísticos: Cancún, Puerto Vallarta, Los Cabos y Puerto Peñasco, en Sonora, y que es el lugar más cercano a Phoenix (Arizona) y Houston (Texas); está como a tres horas en coche. Y el último lugar es Rosarito (Baja California). En esos lugares están haciendo edificios a una velocidad impresionante, y el 70 y 80 por ciento de las veces los compradores son americanos. Si una persona en Chicago quisiera comprar en Puerto Peñasco tiene que pagar en efectivo, porque su banco de allá no le presta para comprar una propiedad en México. Entonces, nuestro banco ahora ya le puede dar su hipoteca. Esas hipotecas no se venden de puerta en puerta, lo que hacemos es acercarnos con los desarrolladores. La misma receta que utilizamos aquí. Al revés funciona igual. Hay mucha gente de Monterrey que quiere comprar, por ejemplo, en Houston, en la Isla del Padre o en MacAllen (Texas) y cuando cruzan la frontera no tienen historial de crédito, entonces ningún banco de allá les presta. Banorte, como banco mexicano, tampoco les podía prestar para que se compraran una casa cuya hipoteca está en Houston, y ahora ya lo podemos hacer. Ese mercado también está creciendo de manera muy importante.

-Esos son productos para gente que tiene dinero. Cuando Banorte compró el banco en Estados Unidos estableció que uno de sus objetivos era la comunidad de mexicanos que acababan de llegar allá, que no tenían muchos recursos. ¿Qué están haciendo con este sector?

-Esta otra parte voy a decir cómo la vamos a atacar. El otro pilar muy importante que tiene esto es bancarizar (proveer servicios financieros) a la población de méxico-americanos. El problema que tenemos en México, ya muy sabido, es una baja penetración financiera, afortunadamente ya mucho menos que hace cinco años. El proceso de bancarización aquí ha ido en la dirección correcta y ha avanzado a pasos muy importantes. Sin embargo, todavía hay mucha parte de la población que no tiene acceso a servicios financieros en México. Y esto, si lo trasladas a Estados Unidos, con la comunidad de méxico-americanos, el problema lo puedes multiplicar por varias veces.

''Las razones más frecuentes para que una persona no se acerque a un banco en México es porque cree que los bancos son muy caros o que se necesita mucho dinero para abrir una cuenta. Si se traslada eso a la gente que vive en Estados Unidos, hay un tercer ingrediente muy importante: por alguna razón, y sobre esto hemos hecho estudios muy profundos en Banorte, es que la gente que vive en Estados Unidos y que no tiene un estatus legal cree y tiene la desconfianza de que los bancos tienen una liga con el gobierno''.

Temor a los bancos

Peña Kegel, también vicepresidente de la ABM, añade durante la entrevista realizada en su oficina de Santa Fe, en la ciudad de México que las personas en Estados Unidos piensan que si dan su información al banco para abrir una cuenta bancaria y hacer una remesa, esos datos pueden ir a dar a una autoridad de Estados Unidos que tiene que ver con el tema migratorio. "Y piensan que los puedan deportar. Entonces, menos se acercan a un banco. No hay nada de verdad en este pensamiento, pero ellos piensan eso''. Hay muchos bancos que abren cuentas bancarias simples con el único requisito de dar el nombre. Sin embargo, abunda, la gente prefiere ir a la tienda de la esquina a mandar dinero a su familia a través de instrumentos como el llamado check cashing, que es más caro e inseguro.

''Estamos convencidos de que todo va a cambiar, va a tomar tiempo y va a requerir mucha información financiera para lograr que la gente se acerque el banco y que sepa que le va a ir mejor''.

Peña Kegel recuerda que Banorte comenzó a ofrecer en México un producto bancario sencillo para atraer a población de bajos ingresos y que nunca ha tenido una cuenta bancaria. Se llama ''Banorte fácil'' e incluye una tarjeta de débito que se puede utilizar en cualquier cajero automático. Por manejarla el banco no cobra ninguna comisión y tampoco se requieren saldos mínimos. ''Ya tenemos cerca de 700 mil clientes, es una cuenta con la que no hay pretexto para tener dinero bajo el colchón. Todos los servicios son gratis''. La misma idea será llevada a Estados Unidos.

''Ese producto lo queremos exportar y lo queremos empezar a vender en nuestro banco de MacAllen. Estamos seguros que va a ser un hitazo, porque en Estados Unidos, para empezar, hay una barrera adicional que es que no existe un producto de débito como el que tenemos en México, el Banorte fácil''.

Los bancos en Estados Unidos, junto con la tarjeta de plástico entregan una chequera. ''Al pobre migrante se le da una chequera, cosa que no ha visto en su vida ni en México, y por falta de saber manejarla incurre en muchos problemas como sobregiros.

''El otro problema es que no sabe escribir la cantidad en inglés. Entonces, lo que vamos a hacer es crear una cuenta de débito como Banorte fácil para lanzarla en el mercado de Estados Unidos, de los migrates. Con las mismas características: sin saldos mínimos, sin cuotas de ninguna especie y sin chequera, esto es muy importante. Todo esto pareciera que no es nuevo aquí, pero en Estados Unidos no hay productos para migrantes''.

-¿Incluirá envío de remesas?

-Este producto similar al Banorte fácil lo vamos a lanzar allá este año. Estamos seguros que va a ser muy importante. Una vez que el emigrante tenga la cuenta de Banorte de aquel lado, en nuestro banco de allá, también su familia va a poder recibir el dinero en una cuenta de Banorte en México. Ahí lo que nosotros decimos es que hay otro asunto muy álgido sobre el tema de los migrates y que es el costo de las remesas. ¿Cómo hacemos para abaratar el costo de las remesas? Y lo que dijimos es: que sean gratis. Se pueden abrir las cuentas de migrantes gratis, para que puedan enviar dinero. Por teléfono, Internet o la sucursal.

Cultura financiera binacional

-¿Esta conexión entre cuentas perfila un mercado binacional o un sistema financiero binacional? Si es así, ¿cuáles serían sus características y el papel de Banorte?

-Creemos que Banorte va a jugar un papel como un banco que le añade valor a la comunidad, con servicios muy tangibles y muy valiosos, gratuitos, como es poder transmitir dinero a su familia de forma más segura y más cómoda con un telefonazo, en lugar de ir al súper. Este es un primer elemento que estamos dando a la familia mexicana que recibe las remesas. Y como es gratis el envío, al final se queda más dinero, porque no hay comisiones. Eso significa que los 10 o 20 dólares que paga un migrante por envío, que parece una cantidad menor, se convierte en dinero para su familia. Estamos hablando que son 250 pesos que les van a llegar de más en esa transferencia a una familia mexicana. Y 250 pesos para una familia mexicana es bastante dinero. Entonces en una sola remesa ya le llegó a esa familia 250 más para comestibles para educación, transporte, comida.

''Una segunda cosa que se ve es establecer una cultura financiera binacional. Educar en los dos lados de la frontera y hacer un procedimiento de movilización de recursos, que es mucho más simple y seguro. Lo que estamos haciendo es crear un servicio de banca para mexicanos. Todos los bancos tienen sus folletos en español, muchas veces con malas traducciones y un empleado que habla español, pero eso no es hacer banca para mexicanos''.

-Estos que menciona son instrumentos sencillos de captación y ahorro. ¿Banorte piensa desarrollar otras opciones?

-Por lo pronto los productos de ahorro son estos básicos, de depósito y de otorgar al migrante un medio de pago y un motor de remesas sencillo y gratuito. Con esto resuelves el 70 u 80 por ciento de sus necesidades financieras. Pero estos migrantes, como se van incorporando después al ciclo económico de Estados Unidos, empiezan a tener otras necesidades: crédito, que puede ser desde una tarjeta de crédito, un carro o hipotecario; o productos de ahorro más sofisticados. Entonces estamos tratando de cubrir todo este ciclo con diferentes productos y servicios.

''Por eso tenemos una casa de bolsa en Nueva York que completa el horizonte de los mexicanos que ya tenemos captados en ese segmento, que son mexicanos que ya llevan más tiempo establecidos allá. El mexicano de segunda o tercera generación, y por eso digo que hay pensar como piensan ellos, ya no le gusta que hables español. Es más, le molesta que hables español. Lo que tiene de hispano es algo de raíces y el apellido, pero ya esa persona piensa mucho más como estadunidense, porque ya se integró a esa cultura. Para ellos necesitas un producto más parecido al que le dan los bancos al resto de los estadunidenses''.

-La información reciente sobre evolución de remesas ha hecho surgir la idea de que están llegando a un límite, o si en el futuro van a disminuir en su importancia. ¿Cómo ve este tema?

-El uso de las remesas va a continuar siendo durante un buen rato un medio para sufragar el gasto de las familias en alimentación, vivienda y educación. Pero va a pasar mucho tiempo para que las remesas se empiecen a utilizar como inversión productiva, porque para eso el dinero te tiene que empezar a sobrar como familia. Tienes que tener lo que son ingresos disponibles y para eso nos falta mucho tiempo. En el tema de la desaceleración en el crecimiento de las remesas hay una explicación que es muy simple. Las remesas han seguido creciendo a un nivel muy importante; sin embargo, sucedió en los últimos meses del año pasado una desaceleración muy importante en su crecimiento. El primer trimestre de este año va a ser peor que el de años pasados en crecimiento económico, y principalmente en las áreas que emplean mucha mano de obra, como la construcción. El empleo temporal de eventuales mexicanos es mucho menor, y por la caída de los precios de la vivienda se están haciendo menos casas en Estados Unidos. Eso quiere decir que hay menos mexicanos que tienen un ingreso disponible para mandarle a su familia. No me sorprendería que tuviéramos un ritmo de remesas que siguiera cayendo porque la economía estadunidense está entrando en una franca de desaceleración. Cuando esto cambie te aseguro que cambiará el ciclo de remesas.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.