Usted está aquí: lunes 26 de marzo de 2007 Sociedad y Justicia A debate, uso de energía nuclear para reducir gases de efecto invernadero

Francia propone esta alternativa para contrarrestar el cambio climático

A debate, uso de energía nuclear para reducir gases de efecto invernadero

ANGELICA ENCISO L. ENVIADA

Ampliar la imagen Científicos prevén considerables incrementos de la temperatura y el crecimiento del nivel del mar por el deshielo de glaciares. En la imagen, Perito Moreno, en la patagonia argentina Foto: Reuters

París, 25 de marzo. Frente a la amenaza del cambio climático global, que ha entrado de lleno al debate internacional tras darse a conocer en febrero los severos daños que ya ocasiona al planeta y a la economía, las naciones industrializadas comienzan a explorar las fuentes alternativas de energía, por lo que el uso de la nuclear, la cual no es renovable, es el centro de la discusión.

Ante las previsiones de los científicos de que la temperatura se incrementará en los próximos años entre 1.8 y 4 grados centígrados y el nivel del mar crecerá de 19 a 58 centímetros, con todos los efectos negativos que esto traerá consigo, la Unión Europea (UE) se planteó la meta de obtener 20 por ciento de su energía con medios alternativos a los combustibles fósiles, para avanzar en la disminución de emisiones de gases con efecto invernadero en los próximos 13 años.

El Protocolo de Kyoto, acuerdo internacional para la reducción de esa contaminación, tiene vigencia hasta el año 2012 y esto hace urgente establecer metas más ambiciosas, indica la Misión Interministerial del Efecto Invernadero de Francia (MIEI).

Las emisiones de este país son bajas, en comparación con el resto de los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos.

Ante la discusión en la UE para que se considere la energía nuclear como medio alternativo a los combustibles fósiles, MIEI señala que "ciertos países del área no desean pasar por la energía nuclear en su propio país, pero esto no les impide comprar la energía de este tipo a otros países".

De la Unión Europea, Francia tiene el mayor número de plantas nucleares, con 58 instalaciones, las cuales generan entre 80 y 90 por ciento de la energía eléctrica que utiliza, lo que hace que sus emisiones de gases con efecto invernadero, específicamente de bióxido de carbono, sean bajas.

Sin embargo, esto la convierte en el foco rojo de la región, ya que se trata de un esquema que se impuso hace 50 años y genera residuos nucleares que no tienen una disposición final.

El senador del Partido Socialista Serge Lagauche sostiene que con este tipo de energía "siempre hay un peligro, por eso debe haber diversidad; lo nuclear siempre será la base de la energía en Francia, pero se deben buscar opciones, como los sistemas solares y eólicos. Europa debe ponerse de acuerdo en un problema que es mundial".

Luego de que en febrero pasado esta ciudad fue la sede de la presentación del cuarto informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, en el que los científicos advirtieron que la actividad humana es la responsable de este fenómeno, esta situación ha pasado a ser parte de la preocupación social y política; se ha convertido en bandera de los candidatos, ante las próximas elecciones presidenciales.

De acuerdo con los expertos, el sector de la construcción y el transporte son los principales generadores de gases con efecto invernadero; reconocen avances en la tecnología vehicular, ya que los automóviles, utilicen gasolina o diesel, tienen niveles de emisiones menores que hace unos 10 años, cuando un auto estándar emitía 180 gramos de bióxido de carbono por kilómetro recorrido, y ahora genera 140 gramos.

La ubicación geográfica de este país lo hace vulnerable a los efectos del cambio climático; a diferencia del resto de las naciones de la región.

Cada vez el invierno es más suave y el verano más cálido; este año los Alpes tuvieron menos cobertura de nieve que lo usual. Se prevé que por este motivo las pérdidas económicas mundiales sean de 5 mil millones de euros anuales. El próximo verano, ante la presencia del fenómeno El Niño, se espera que sea seco y que haya problemas de agua; las reservas están al 47 por ciento.

Foco rojo

Francia constituye el foco rojo en la región porque la energía nuclear es un problema y, como en todos los países, hay serios problemas con las emisiones de gases con efecto invernadero, sostiene Ives Contassot, integrante del Partido Verde y funcionario adjunto del alcalde de París.

Asevera que el problema es la generación de energía nuclear, "nadie quiere saber qué va a pasar con los residuos nucleares; Francia es el basurero de Europa porque aquí se manejan los desechos y además se debe reconocer que estas plantas no pueden resistir a atentados, porque no hay control sobre los riesgos ante el terrorismo; no se sabe como se actuará".

Señala que aunque se han dado diversas manifestaciones contra este tipo de energía, naciones como Estados Unidos y China no quieren cambiar su modelo económico y continúan por la misma vía.

Frente a esto, asegura, "no somos los campeones en medio ambiente. Como en todos los países desarrollados el problema son las emisiones de gases con efecto invernadero, por lo que se deben establecer programas ambiciosos para reducirla y buscar energías alternativas, aunque el gobierno busca incluir el tema nuclear dentro de éstas".

La calidad del aire también es un problema en esta ciudad de 83 kilómetros cuadrados y con la mayor densidad de población en la Unión Europea, 2.1 millones de habitantes. Se estima que en un kilómetro cuadrado residen 40 mil personas, y con la suma de la población de las zonas periféricas hay 12 millones de residentes.

Contassot menciona que se busca establecer una política que reduzca el número de vehículos en circulación, impulsar un mayor uso del Metro y bicicletas; para esto, a fin de año habrá mil 400 estaciones de bicicletas para que la gente se traslade por la ciudad.

Además, en este contexto es importante desarrollar esquemas para mejorar el funcionamiento de los edificios, ya que la mayoría son del siglo XVIII y XIX, y tienen fugas de calor; todos estos planes requerirán una inversión de 30 mil millones de euros para los próximos seis años.

Ante el panorama actual hay que tener "sobriedad energética", evitar el despilfarro. Ejemplifica que tan sólo apagando las computadoras cuando no se utilizan se podría cerrar una planta nuclear, y refiere que estudios señalan que si se hacen ahorros energéticos en los hábitos cotidianos se puede reducir el consumo en 30 por ciento.

Por su parte, Gilles Laurent Rayssac, de la consultora Res Pública, considera que sobre el cambio climático la cuestión ahora es "cómo hacerlo, porque ya se sabe qué hacer". Se deben utilizar menos vehículos y más transporte común, lo cual poco a poco se logrará, al igual que la toma de conciencia, pero se debe cancelar la idea de que la tecnología será la solución del problema.

La percepción de los franceses sobre el cambio climático, según una encuesta gubernamental de 2005, indica que alrededor de 80 por ciento de la población está convencida de la realidad del cambio climático y de la responsabilidad humana, y 75 por ciento entendió que la solución del problema no sólo reside en la tecnología, sino en el cambio del modo de vida.

En cuanto a los impactos que ya se observan, hay preocupación por la afectación a la vinicultura y a la producción agrícola, entre otros aspectos, por lo que está en elaboración una estrategia nacional sobre el cambio climático. Se tiene documentado que el aumento de la temperatura afectará los bosques, incidirá en la presencia de plagas, la aparición de enfermedades como el dengue, y áreas del sureste que tiene zonas pantanosas, se inundarán.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.