Usted está aquí: sábado 31 de marzo de 2007 Cultura Presentaron libro sobre los retos de la política cultural

Presentaron libro sobre los retos de la política cultural

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

La globalización económica y el desarrollo de las nuevas tecnologías, así como las transformaciones sociales y políticas del país, representan nuevos y profundos retos al modelo tradicional de política cultural del Estado mexicano, surgido de la Revolución.

El señalamiento anterior resume el plan-teamiento central del libro de la antropóloga Lucina Jiménez, Políticas culturales en transición. Retos y escenarios de la gestión cultural en México, presentado la noche del jueves en la Galería Metropolitana.

De no revisarse dicho modelo -advirtió Jiménez- ''se corre el riesgo de caer en una descapitalización" no sólo económica, sino de creación cultural. Dicho capital ''tiene que ver con la viabilidad de los lenguajes artísticos y su desarrollo, y con la viabilidad de la democracia cultural".

El modelo de política cultural aún persistente en México es el que concibió José Vasconcelos, surgió de la Revolución, ''nació de la entraña misma de una sociedad", pero hoy está rebasado porque se encuentra en un Estado que cada vez destina menos recursos a la cultura, pero donde también ésta necesita ser vista como un campo emergente, con viabilidad económica y como factor de desarrollo social.

Gerardo Estrada, autor de la introducción del libro de Lucina Jiménez, dijo que el volumen ''puede ser parteaguas de muchas cosas en México; cuando las posiciones políticas son más claras y donde efectivamente las ideologías, para bien y para mal, empiezan a jugar un papel importante en la definición del quehacer político, se nos impone a todos la necesidad de redefinir lo que es una política cultural".

El libro de Jiménez -agregó el coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México- ''toca puntos centrales, como el problema de los públicos y el de la educación artística; nos dice que no se puede transformar de fondo la relación con el público si no se modifican las bases en que descansan las políticas de estímulo a la creación, producción, exhibición y difusión actualmente, un modelo donde un Estado debilitado económicamente es el principal productor y distribuidor del producto artístico".

Roberto Vázquez, titular de Cultura en el gobierno de San Luis Potosí, dijo en su turno que ''a la luz de las ideas plasmadas en el libro de Lucina Jiménez, resulta imperativa la necesidad de un nuevo diálogo más franco y horizontal con los estados, toda vez que su voz es fundamental en la tarea de erradicar el centralismo que los asfixia y que paradójicamente se reproduce en las capitales de las diferentes entidades federativas.

''Lucina abre interrogaciones, suscita dudas, profiere juicios; su libro no es comentario banal, ni prédica ni inquisición, sino reflexión nacida de su amplia experiencia y de su formación académica."

Para el dramaturgo y director teatral Luis de Tavira, la importancia del estudio de Lucina Jiménez -coeditado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y por el Fondo Regional para la Cultura y las Artes de la Zona Sur-, frente a ''la vertiginosa violencia de las transformaciones de la actualidad, reside en su talante provocador, con que nos convoca a una conversación indispensable".

El horizonte que plantea el libro ''exige una visión múltiple, la trama que hila sus contenidos constituye un poliedro de perspectivas" que ''revelan un testimonio de responsabilidad científica que contrasta con la habitual implantación de parches con que suelen proceder las instituciones públicas destinadas al servicio de la cultura".

 
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