Usted está aquí: miércoles 4 de abril de 2007 Ciencias Desarrollan en la UdeG aceite de limonaria contra la gastritis

Debido a que combate a la bacteria Helicobacter pylori también actúa en úlcera duodenal

Desarrollan en la UdeG aceite de limonaria contra la gastritis

Jorge Alvarez encabeza la investigación realizada en el Centro de Ciencias Biológicas

JOSE GALAN

Ampliar la imagen Terapia alternativa de ingestión oral de aceite del llamado té de limón, en México, o caña santa, en Cuba Foto: José Núñez

Científicos del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara (UCBA-UdeG), con sede en la capital tapatía, desarrollan un aceite esencial rectificado de la planta conocida en México como limonaria, y que, según sus experimentos ha resultado en cura para la gastritis, la úlcera gástrica o la úlcera duodenal, debido a que combate a la bacteria Helicobacter pylori, relacionada con el origen de esos padecimientos.

Se trata de una terapia alternativa mediante la ingestión oral de ese aceite de la gramínea Cymbopogon citratos (té de limón en México, caña santa en Cuba), desarrollada por el Departamento de Botánica y Zoología de la UCBA-UdeG, en coordinación con la Clínica Integral de Medicina Tradicional, Asiática y Natural del Ministerio de Salud de la República de Cuba y el Centro de Enseñanza Técnica Industrial, unidad Tonalá, en Jalisco.

El estómago produce grandes cantidades de ácido clorhídrico que permite destruir las bacterias y también activar sustancias que sirven para la digestión de elementos complicados, como las proteínas, en particular la carne. Y, para protegerse del ácido, el estómago produce suficientes cantidades de mucosidad con abundante bicarbonato, cuya función es neutralizar el ácido. Esta capa de moco es un aislante natural que evita el contacto del ácido con las células de la mucosa estomacal.

Teoría del desequilibrio

Hasta 1983 la idea médica prevaleciente respecto de las enfermedades relacionadas con el ácido, sobre todo las ya mencionadas, tenía como base la teoría del desequilibrio entre los factores protectores del estómago y duodeno, y los factores agresores. Pero fue en ese año cuando quedó demostrado que una bacteria tenía relación con el surgimiento de esas enfermedades.

El equipo de Jorge Alvarez Ousset en la UCBA-UdeG sostuvo que, así, se determinó que la bacteria Helicobacter pylori, antes conocida como Campylobacter, es la causante de la mayoría de los casos de gastritis, 95 por ciento de las úlceras duodenales y 90 por ciento de las úlceras gástricas. Esta bacteria tiene la forma de un bastón, y si se flexiona adquiere la figura de una "s"; tiene vellosidades llamadas flagelos que le permiten moverse entre la capa de moco y la superficie de las células del estómago. A través del microscopio es posible ver esta bacteria, siempre y cuando adquiera cierta coloración con la tinción de Gram, la sustancia que se utiliza para dar color a la membrana de las bacterias, y que permite clasificarlas como grampositivas o gramnegativas. En este caso, se trata de una bacteria gramnegativa.

Existen varias cepas o "familias" de esta bacteria, y se diferencian entre sí por su capacidad de dañar a la mucosa mediante la producción y liberación de sustancias, que le permiten adherirse a las células que se denominan "adhesinas" y otras toxinas que generan daño directo, como la ureasa y la citotoxina vacuolante.

De transmisión humana

Los investigadores sostienen que esta bacteria se transmite de manera exclusiva entre seres humanos por medio de la vía fecal-oral, es decir, que las bacterias que fueron eliminadas por la vía fecal de un paciente portador de la infección contaminan el agua, los alimentos o ambos, y así es ingerido por otros humanos para alojarse en su estómago. Hoy día el tratamiento de esa infección consiste en el uso de 10 a 14 días de un medicamento de la familia de "inhibidores de la bomba protones" y dos antibióticos. Dichos inhibidores son fármacos que bloquean el paso final de la producción de ácido en las células "parietales" del estómago.

Pero los investigadores de la UdeG sostienen que con su tratamiento se elimina el uso de ese tipo de inhibidores por medio del fitofármaco, es decir, de extracción natural. Y que luego de diversas pruebas de laboratorio, no se han registrado efectos nocivos. Y subrayan que, a diferencia de la ingestión continua de infusiones o tés de la misma planta medicinal, que se ingieren sin ser colados previamente y que pueden causar úlceras y cáncer estomacal debido a que las hojas de la planta contienen cristales de sílice, mientras que el medicamento que desarrollan no presenta ese tipo de efectos.

Y advierten que la ingesta de su medicamento obliga a la suspensión de fármacos, como la ranitidina, la cimetidina, el esomeprazol, omeprazol, lisinoprazol, pantoprazol, pepto-bismol, melox, sal de uvas o alka-seltzer. Para mayor información, dirigirse al investigador Jorge Alvarez Ousset al correo [email protected] o al teléfono 0133-31079375.

 
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