El precio lo pagarán las tropas y sus familiares, advierte el jefe de la Casa Blanca

Error del Congreso, boicotear el financiamiento a la guerra: Bush

Prefieren los demócratas librar batallas políticas que apoyar a los soldados en combate, dice

En el despido de 8 fiscales federales no se incurrió en faltas, afirma el presidente estadunidense

AFP, DPA, REUTERS

Washington, 3 de abril. El presidente estadunidense, George W. Bush, advirtió este martes que los militares y sus seres queridos serán quienes paguen el precio de un prolongado bloqueo al financiamiento de la guerra en Irak y Afganistán.

"La responsabilidad más elemental del Congreso es dar a los militares el equipamiento y la formación que les hace falta para combatir a nuestros enemigos y proteger al país", señaló Bush durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.

"Pero eluden esta responsabilidad, y si ellos no cambian de dirección en las próximas semanas, el precio de ese error será pagado por nuestras tropas y sus seres queridos", agregó.

En la conferencia de prensa ofrecida en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, un día antes de partir a sus vacaciones de Semana Santa en Texas, Bush criticó a los demócratas por tomarse un receso de primavera sin aprobar 100 mil millones de dólares para los soldados estadunidenses en Irak y Afganistán.

"Los líderes demócratas en el Congreso parecen más interesados en librar batallas políticas en Washington que en proveer a nuestros soldados lo que necesitan para librar las batallas en Irak", dijo Bush.

Estas declaraciones surgen luego de que la Cámara de Representantes y después el Senado, ambos dominados por los opositores demócratas, adoptaran estas últimas semanas proyectos de ley que asocian el financiamiento de la guerra a un calendario de retiro de las tropas de Irak para 2008.

Bush reiteró en varias oportunidades que vetaría estos textos, que aún deben ser ajustados antes de ser definitivamente adoptados en el Congreso.

La senadora demócrata y candidata presidencial, Hillary Clinton, lanzó una iniciativa de colecta de firmas para pedir a Bush que no vete el proyecto de ley de financiamiento de la guerra. "Los estadunidenses ya tuvieron suficiente de la estrategia fallida del presidente en Irak. Unase a Hillary para decirle que escuche la voluntad del pueblo y del Congreso de retirar su ameaza de veto contra el proyecto de ley destinado a financiar las operaciones militares en Irak y Afganistán", dice el portal de la también ex primera dama.

Una encuesta del semanario Newsweek difundida el fin de semana pasado indicó que 57 por ciento de los estadunidenses apoya el plan demócrata para comenzar a retirar a los soldados, mientras que 36 por ciento lo rechaza.

El proyecto de la Cámara contiene un plazo obligatorio hasta el 1º de septiembre de 2008 para retirar a todos los soldados. El Senado pide que el retiro comience antes, pero establece como fecha límite para que estén fuera el 31 de marzo.

"No podemos seguir avanzando con una política de Irak basada en cuentos de hadas y anteojos de color rosa. Una mayoría tanto de la Cámara como del Senado votó para cambiarlo. El presidente debería unirse a nosotros", dijo el representante demócrata, Rahm Emanuel.

Sobre el escándalo por la destitución de ocho fiscales federales que estaban a cargo de casos de corrupción gubernamental y otros temas sensibles, Bush señaló que no existe "ninguna prueba creíble de que su gobierno haya incurrido en la más mínima falta".

"El presidente nombra a los fiscales federales y tiene derecho a removerlos", recordó el mandatario durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca. Sin embargo, fue el secretario de Justicia, Alberto Gonzales, quien ejecutó los despidos, que están siendo investigados por un comité independiente del Congreso.

"Cuando se nombra a un fiscal federal, se espera que pueda hacer el trabajo. Es el criterio más importante: alguien que esté calificado, alguien que pueda asegurarse que el trabajo sea realizado", respondió Bush a un periodista que preguntaba si fueron destituidos por razones políticas. "Tenían mandatos de cuatro años. Y tenemos perfectamente el derecho a remplazarlos", agregó Bush quien expresó su preocupación por la reputación de los ocho fiscales dada la divulgación que se le ha dado al caso.

No habrá ofertas a Irán por los marinos británicos

El mandatario insistió en que su país no hará ninguna oferta a Irán para intentar solucionar el tema de los 15 marinos británicos detenidos por las autoridades iraníes. También llamó a continuar los esfuerzos para disuadir a Teherán de dotarse de armamento nuclear, ya que en caso contrario ejercería "una seria influencia desestabilizadora en Medio Oriente".

En otros temas, Bush aseguró que no planea implementar nuevas acciones para limitar la emisión de gases de invernadero, pese a una decisión de la Corte Suprema para que la Agencia de Protección de Medio Ambiente regule las emisiones del país.

En cambio, Bush se concentró en su propuesta de exigir que los automóviles usen gasolina hecha a base de recursos nacionales como el etanol y reiteró su postura de que la acción estadunidense no tiene sentido sin un cambio por parte de China e India.

El presidente estimó, de otro lado, que la ley del silencio que permite a los homosexuales enrolarse en el ejército con la condición de callar su orientación sexual es "una buena política".

Bush respondió así al ser consultado sobre las declaraciones del jefe del Estado Mayor Conjunto estadunidense, el general Peter Pace, que generó un fuerte malestar a mediados de marzo al declarar que la homosexualidad era inmoral.

"No voy a opinar sobre orientaciones individuales", dijo Bush en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. "Estoy convencido que la política 'No preguntes, no digas' (Don't Ask, Don't Tell) es una buena política", sostuvo, y pasó a otro tema.