Se preparan los partidos para la lucha en las elecciones anticipadas del 27 de mayo
Rechazan seguidores del premier ucraniano el decreto presidencial que disuelve el Parlamento
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El primer ministro Viktor Yanukovich es saludado ayer por simpatizantes en Kiev
Foto: Reuters
Moscú, 3 de abril. Rota la frágil cohabitación en Ucrania, ese país eslavo dividido en dos zonas antagónicas -un oeste orientado hacia Europa y un este identificado con Rusia- vuelve a estar inmerso en una delicada crisis de poder, mientras los seguidores del presidente Viktor Yushenko y los del primer ministro Viktor Yanukovich instalaron ya sus respectivos campamentos en el centro de Kiev y se preparan para librar, en la capital ucraniana, una larga batalla política.
El gobierno, salvo los ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores -que hoy reiteraron su lealtad al presidente-, y la Rada, cuya mayoría parlamentaria está integrada por partidarios de Yanukovich, desconocieron este martes por "inconstitucional" el decreto emitido anoche por Yushenko, en el cual -con el mismo argumento de que los diputados adoptan decisiones contrarias a la Constitución- disuelve el Parlamento y convoca elecciones legislativas anticipadas para el próximo 27 de mayo.
El detonante de la actual crisis tiene su origen en la reforma del sistema político del país que, tras el masivo fraude electoral revertido por la movilización popular y la Corte Constitucional, se pactó a finales de 2004 para facilitar la salida del entonces presidente Leonid Kuchma a cambio de recortar las facultades presidenciales en favor del Parlamento.
Después de dos años y cuatro meses de estira y afloja entre el presidente y el primer ministro, con una virtual dualidad de poderes y una política de Estado basada en acusaciones recíprocas, la mayoría parlamentaria empezó a atraer a sus filas a varias figuras significadas de otras fracciones con la intención de evidenciar la pérdida de influencia del mandatario, ya de por sí debilitado desde la escisión en el campo naranja (color de la coalición que llevó a Yushenko a la presidencia), cuando se distanciaron de la oficialista Nuestra Ucrania los diputados radicales de Yulia Timoshenko.
Aunque la bancada azul (color de la coalición de Yanukovich), con 253 escaños de un total de 450, nunca podría reunir la mayoría calificada de dos tercios para acusar al presidente de haber cometido un crimen contra el Estado, y menos las tres cuartas partes de los votos necesarios para su destitución, Yushenko utilizó los sonados casos de "transfuguismo político" de antiguos aliados suyos como pretexto para disolver la Rada.
"No se trata de una simple manipulación de números sino del menosprecio de la Constitución y de la revisión de los resultados políticos de las elecciones", explicó Yushenko al dar a conocer por televisión los motivos de su decisión.
Al desconocer la validez del decreto presidencial, Yanukovich reviró que Yushenko "interpreta a su manera la Carta Magna en un claro intento de usurpar el poder" y conminó al mandatario a revocar el documento porque, de no hacerlo, "habrá no sólo elecciones legislativas (anticipadas), sino también presidenciales".
El gobierno y la mayoría de la Rada solicitaron a la Corte Constitucional pronunciarse sobre este diferendo "en un plazo de cinco días", aunque la ley otorga a los magistrados un mes para emitir un fallo.
La Corte Constitucional puede anular el decreto presidencial o confirmar la disolución del Parlamento, pero por lo pronto Ucrania tiene de nuevo dos poderes paralelos, que se descalifican el uno al otro.
Ni Yushenko ni Yanukovich quieren que la confrontación en las calles se desborde y derive en estallido de violencia, y se dicen dispuestos a negociar.
La primera ronda de conversaciones entre ambos acabó hoy sin resultados positivos de cara a rebajar la tensión, al tiempo que 24 de los 27 gobernadores de regiones de Ucrania respaldaron en una declaración conjunta la posición de Yushenko, si bien al ser nombrados por decreto presidencial no todos reflejan necesariamente los ánimos predominantes en sus respectivas regiones, en primer término en el este del país, feudo tradicional de Yanukovich.