Usted está aquí: miércoles 4 de abril de 2007 Opinión Adolescencia: la tormenta emocional y hormonal

Gastón Castellanos

Adolescencia: la tormenta emocional y hormonal

El destacado sicólogo Spengler denominó a la adolescencia "la tormenta emocional", y podríamos agregar también hormonal. Es una etapa significativa de la vida, porque constituye la transición de la niñez a la vida adulta. Se caracteriza por estar pletórica de nuevas experiencias, de ilusiones, de capacidad creativa, de plenitud emocional y compromiso de forjar una personalidad sana y vigorosa. En la pubertad hacen eclosión las hormonas gonadales, que van a desencadenar cambios no sólo en el aspecto físico, sino también en las esferas emocional y sicosexual.

No hay que ser rígidos, sino flexibles y generosos en brindarles el mayor apoyo. Ellos confrontan un problema existencial, atraviesan por una "crisis interna" en medio de la crisis externas. Su tarea principal es elaborar un proyecto de vida, alcanzar su identidad personal, la búsqueda de su "propio yo". Encontrar modelos de conducta adecuada, escoger la vocación, que es un paso crucial, y lograr su inserción favorable en el medio familiar, escolar y social. Sus relaciones de adulto a adultos son aún inaccesibles y domina la ambivalencia, la inseguridad, la necesidad de comprensión y afecto por parte de sus padres. En este sentido, el filósofo existencialista Jean-Paul Sartre señaló: "El niño considera a sus padres como Dioses". Siempre expresarán la nostalgia por la niñez, la edad de la inocencia y las fantasías. La personalidad del adolescente, como su cuerpo, están en continua evolución. Pero si todo se transforma, nada se pierde ni se olvida. Enfrentan retos de diversa índole, intelectual, emocional y sexual.

Por eso es útil, que reciban una educación sexual clara, libre de prejuicios y normativa, para que aprendan a valorar su vida, su salud y libertad. Hay que subrayar, que están expuestos a contraer enfermedades de transmisión sexual (virus del papiloma, herpes genital y sida). El mensaje que reciben sobre el uso de anticonceptivos y preservativos es ambiguo: por una parte es punitivo y por la otra es liberal, aunado a la publicidad de las compañías productoras. Asimismo, hay evidencia que el embarazo no deseado en las adolescentes y chicas jóvenes y los abortos se han incrementado en los años recientes. Lo importante es prevenir, educar y no lamentar.

Otro tópico, la inexperiencia de los adolescentes los hace más vulnerables a caer en el peligroso ámbito de las adicciones, en particular, el alcoholismo y el consumo de drogas. De tal manera, que no resulta extraño que hayan proliferado los centros supuestamente de diversión llamados "antros", donde el negocio principal es la venta de bebidas alcohólicas.

Al cumplir 18 años de edad, la ley les concede el estatus de ciudadano apto para votar, por lo tanto, se convierten en un sector clientelar para los partidos políticos, que buscarán atraerlos a sus filas. Pero la gran mayoría de adolescentes y jóvenes expresan su frustración y falta de credibilidad hacia los dirigentes políticos, porque no han resuelto de manera global sus demandas prioritarias: acceso a la educación, al trabajo y la salud. Perciben con incertidumbre el presente y el futuro, el cual es de por sí, incierto para todos.

Los trastornos de conducta del adolescente y del adulto joven, tienen en gran parte, sus raíces en la infancia; ocasionados por la carencia afectiva de sus padres, ruptura del medio familiar, inseguridad o problemas económicos, errores educativos, etcétera. Así observamos, que pueden presentar trastornos emocionales (depresión y/o ansiedad, en casos graves riesgo de suicidio); problemas de aprendizaje (déficit de atención e hiperactividad); rechazo escolar, trastornos del sueño, de la alimentación (bulimia y anorexia) etcétera. Desafortunadamente, en la pubertad se presentan dos enfermedades que afectan las funciones cerebrales, la epilepsia y la esquizofrenia.

No era el propósito de este artículo, abordar el proyecto de despenalización del aborto en la capital, pero es oportuno hacerlo. El aborto es un tema delicado que requiere el análisis riguroso, no sólo de parte de los legisladores, que suponemos cuentan con asesoría, sino también implica la participación de médicos, juristas expertos en bioética, representantes de la Iglesia y la sociedad en general. El tema fundamental concierne a dos enfoques divergentes, el biológico considera el inicio de la vida desde la fecundación y el periodo embrionario; la interpretación legislativa se refiere a partir de que término, el producto del embarazo tiene personalidad jurídica, es decir, es ya una persona. Es urgente que estos especialistas aporten sus conocimientos para develar la confusión y debatir en la polémica que suscitará esta iniciativa. Es obvio, que las leyes naturales no se presentan a la duda o especulación, en comparación con las leyes formuladas por el hombre. Terminaré estas reflexiones, con el consejo que Séneca daba a sus discípulos: "Se nos instruye de conocimientos, pero no se nos educa para la vida".

 
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