Usted está aquí: jueves 5 de abril de 2007 Cultura Leonora Carrington, uno de los iconos del arte contemporáneo, cumple 90 años

''No soy política, pero es un hecho que no se debe estar de acuerdo con las guerras''

Leonora Carrington, uno de los iconos del arte contemporáneo, cumple 90 años

DPA

Ampliar la imagen La idea de pintar o escribir algo surge así nomás, como cocinar o coser. Es un momento y ya, viene de manera natural, dice Leonora Carrington. Imagen de 2003 Foto: José Carlo González

Mañana viernes, 6 de abril, la artista Leonora Carrington, uno de los iconos del arte del siglo XX, cumple 90 años sin que el paso del tiempo haya mermado su rebeldía y misticismo.

''La idea de pintar o escribir algo surge así nomás, como cocinar o coser algo. Es un momento y ya, viene de manera natural", dijo en entrevista con Dpa, realizada en su casa-taller de la capital mexicana, donde llegó hace poco más de seis décadas.

Carrington (1917) escribió una decena de libros. Sus dibujos y grabados han ilustrado otros más. Sus pinturas y esculturas habitan importantes recintos del mundo.

Amable, pero tajante, se rehúsa a hablar de su vida privada, ''porque hay cosas que nada tienen que ver con el arte".

Su obra ha sido catalogada dentro del movimiento surrealista, pese a que algunos especialistas afirman que Carrington, de un espíritu indomable, igual que los caballos que plasma, pues creó una corriente propia.

''Cada uno de sus cuadros es un mundo infinito bajo atmósferas mágicas extraídas de las antiguas religiones", sobre todo, la de sus ancestros celtas, expresó la crítica de arte Ingrid Suckaer.

Contra los convencionalismos

Leonora Carrington nació en Inglaterra, en el seno de una familia rica, como ''la única mujer y la segunda de cuatro hijos". Opositora a los convencionalismos, recuerda sonriendo que desde niña rechazó la formación religiosa, impuesta por su madre Mairi, una católica irlandesa, además de un destino como dama y esposa de alta sociedad para dedicarse a estudiar arte en Florencia y Londres.

El pintor alemán Max Ernst (1891-1976) llevó a una apenas adulta Leonora al surrealismo. Asentados en Francia tuvieron durante tres años una profunda relación amorosa. La invasión nazi los apartó en 1939.

Buscando refugio en la Europa dividida, la frágil joven sufrió una crisis nerviosa que la llevó de España a Portugal, donde contrajo nupcias con el escritor mexicano Renato Leduc (1898-1986), de quien se separó poco después de llegar a América.

Por eso ''no me gusta la violencia" afirmó. ''No soy política, pero es un hecho que uno no puede estar de acuerdo con las guerras. El arte es la única manera que yo conozco de expresarlo".

En junio de 2006 donó un grabado para una subasta destinada a apoyar la campaña del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. En 2004 firmó una carta de repudio ante la inminente invasión estadunidense a Irak.

''La novia del viento'' como la llamaba Ernst, también es feminista, pues ''las mujeres no deben aceptar la dominación", afirmó.

Alma gemela de Remedios Varo

En los años 40, una bella Leonora de negros cabellos y tez nívea se ganó el respeto y la admiración de Salvador Dalí, Pablo Picasso, André Breton y Luis Buñuel, entre otros. Compartió con ellos cenas en su casa y una amistad entrañable, pero jamás sus técnicas.

''Siempre hablábamos de otras cosas. Los pintores no hablan sobre lo que hacen'', manifestó sentada en la cocina de su casa, donde le gusta conversar y compartir el té.

En México conoció y se casó con el fotógrafo húngaro Imre Weisz, padre de sus dos hijos. Hizo amistad, entre otros, con el escritor Octavio Paz y Remedios Varo, quien la llamó ''mi alma gemela en el arte".

 
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