Usted está aquí: viernes 6 de abril de 2007 Opinión La violación

Luis Javier Garrido

La violación

Al gobierno ilegítimo de Felipe Calderón le ha dado por hablar, aun desde sus vacaciones en Cancún, de los derechos humanos, pero se le olvida que en las pocas semanas que lleva de ejercicio espurio del poder tiene ya acreditado un historial negro.

1. El caso del homicidio de la humilde campesina veracruzana Ernestina Ascencio, presuntamente muerta según múltiples evidencias luego de haber sido violada por miembros del Ejército, se ha convertido en un asunto nacional -e internacional-, pues muestra la gravedad de la situación que prevalece en México en materia de derechos humanos cuando los violadores de éstos son intocables, lo que constituye casi siempre la regla.

2. Las declaraciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el empecinamiento de su presidente José Luis Soberanes en negar sin sustento las evidencias presentadas han suscitado con justicia la indignación de las comunidades de 22 municipios de la sierra Zongolica, víctimas sistemáticas de la represión oficial, porque evidencian que en México no hay justicia cuando van de por medio los intereses de los poderosos, sean éstos piezas claves del sistema de poder o de los grandes intereses económicos.

3. La exoneración sin base de Soberanes a los militares se ha dicho que obedece a motivos políticos por los afanes del grupo de interés al que pertenece en seguir enquistado en la CNDH, y esto es doblemente grave, pues si la instancia estatal en la materia no ha logrado en pocos años ganar credibilidad y las ONG han sido uncidas al proyecto dominante y a los intereses del grupo en el poder, los pueblos y las organizaciones sociales se hallan en un creciente desamparo.

4. El discurso neoliberal pretende que con el libre mercado las libertades individuales se van a ampliar, pero en el escenario internacional, y de manera muy significativa en el caso de México, se está mostrando que el creciente control que ejercen en el mundo Washington y los intereses multinacionales y su vinculación con grupos oligárquicos del poder político está llevando a formas de gobierno cada vez más autoritarias en las que la democracia es una simulación y los derechos de las personas están cada vez más subordinados a los privilegios de unos cuantos.

5. Los gobiernos panistas de Fox y Calderón han reproducido en México las estructuras y mecanismos de poder de los priístas que les precedieron y se han sostenido con las prácticas y perversiones políticas de aquéllos, por la sencilla razón de que han respondido a los mismos intereses y se han dado como objetivo defender una serie de privilegios constituyendo, en consecuencia, una prolongación del mismo régimen político, lo que explica que en materia de derechos humanos se haya retrocedido tanto.

6. El carácter cada vez más derechista de los gobiernos mexicanos les ha hecho desarrollar su retórica en derechos humanos, pero en los hechos son una amenaza cada vez mayor para el pueblo, y eso no logra encubrirlo la propaganda, como acontece en el caso de Zongolica. En el último cuarto de siglo se han ido coartando a los mexicanos derechos fundamentales a la tierra, al trabajo, a la libre sindicalización, a la huelga, a una vivienda digna, a la salud, a la seguridad social, al medio ambiente y a la alimentación, en tanto que los derechos individuales se hallan cada vez más sometidos al control del Estado.

7. En México, como en todos los países de régimen neoliberal, el dominio del capital multinacional en todos los órdenes ha entrañado el desarrollo de estructuras cada vez más represivas en la escuela, en los medios y en la vida económica, sin que muchos parezcan darse por enterados, y el gobierno de Calderón parece estar empecinado en esta vía, pues está llevando a cabo de manera a veces soterrada y otras abierta una serie de acciones tendientes a intimidar a los espacios de prensa libre, coartar el derecho a la libre manifestación y cancelar los derechos de los trabajadores.

8. El carácter espurio de Calderón y su consiguiente debilidad lo tornan, como a todos los gobiernos de este tipo, más autoritario y ansioso de suplir con la fuerza material la fuerza moral de la cual carece. De ahí el nombramiento del fascistoide Francisco Ramírez Acuña como titular de Gobernación, el recurso al Ejército para simular una guerra contra el hampa que no existe, la privatización del ISSSTE, las amenazas en el IMSS, las alzas a los básicos, las innumerables represiones cometidas en unos cuantos días y el tono intimidatorio con el que habla.

9. El gobierno calderonista tiene además por su debilidad un récord difícil de superar: más presos políticos al inicio de un sexenio. Los detenidos de manera injusta por el miedo autoritario de quienes gobiernan, y que son responsabilidad directa de Calderón, constituyen una afrenta para todos: los pobladores de Oaxaca, los jóvenes yucatecos detenidos ante la visita de Bush, los campesinos de Atenco, los indígenas de Chiapas.

10. El futuro inmediato es crucial para definir el siglo XXI y no puede ocultarse que en materia de derechos humanos se está retrocediendo de manera significativa.

 
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