Usted está aquí: sábado 7 de abril de 2007 Capital Amenaza de portazo obliga a ampliar aforo en playa de Bosque de Aragón

Se permitió ayer la entrada a 500 personas más; la gratuidad, imán para la gente

Amenaza de portazo obliga a ampliar aforo en playa de Bosque de Aragón

Legisladores panistas tomaron muestras de agua y arena en Villa Olímpica para analizarlas

ANGEL BOLAÑOS, GABRIELA ROMERO, JOSEFINA QUINTERO

Ampliar la imagen La playa de Iztacalco también fue rebasada ayer por la demanda Foto: José Antonio López

Ampliar la imagen En el Deportivo 11 de Abril, conocido como Las Termas, en Pantitlán, hubo vistosos clavados Foto: José Antonio López

Las playas artificiales de la ciudad de México fueron rebasadas ayer por la demanda, especialmente aquellas donde la permanencia es voluntaria, como la playa Balneario Popular Bosque de Aragón, en Gustavo A. Madero, que ante la amenaza de la gente de dar portazo debió aumentar el límite de su capacidad, de 3 mil 500 a 4 mil personas, mientras en fila esperaban entre 400 y 600 más.

En la playa de Villa Olímpica, los bañistas, sumidos en el bullicio, vieron con indiferencia a los diputados panistas María de la Paz Quiñones, Carmen Segura y Agustín Castilla, quienes recorrieron las instalaciones en compañía de funcionarios de la delegación Tlalpan para tomar muestras de agua y arena que llevaron a un laboratorio particular.

Las playas artificiales Deportivo Reynosa, de Azcapotzalco, y Olímpica, de Iztacalco, también fue de contrastes, la algarabía dentro y la desesperación afuera. Y es que pocos estaban dispuestos a ceder su lugar, como en Aragón, donde Abraham y sus cuates de la colonia Casas Alemán: Edgar, Jesús y El Calaverita, además de Laura -oriunda de Cuautepec-, entraron desde las 10 de la mañana y estaban firmes en no irse hasta que el balneario cerrara, a las 17 horas.

Larga espera

El subdirector técnico del bosque, Omar Sánchez Zúñiga, aseguró que el nuevo atractivo de la arena marina incrementó la afluencia, aunque para muchos fue otro el incentivo para hacer algunos sacrificios: "Vinimos porque es gratis, lo que pasa es que 25 pesos -cuota para acceder al lugar, derogada hasta el 15 de abril próximo- no es mucho, pero cuando vienes con toda la familia... somos ocho, con mis hijos, mi esposa y mis papás, pues ya es algo, ¿no?", dice Alvaro Cortés, de la colonia Guadalupe Chalma, quien logró ingresar pasada la una de la tarde, en la tanda de 500 personas extras a las que se permitió pasar tras la intentona de portazo, luego de hacer un viaje de casi hora y media en microbús y Metro, y hacer fila unas dos horas.

Instructores de natación de la alberca aseguraron que ayer se rompió el récord de asistencia, con unas 5 mil personas a lo largo del día, cuando en un fin de semana en temporada laboral y escolar la afluencia es de entre 200 y 150 bañistas.

Y es que el balneario y sus alrededores contrastaban con las vialidades y calles del resto de la ciudad, semivacías, al igual que el Metro, y era fácil responder a la incógnita ¿dónde está la gente?: en las playas artificiales, donde los accesos, como José Loreto y Fabela, avenida Central y avenida Deportivo Reynosa sí mostraban saturación vehicular hasta de dobles filas.

También tuvieron que esperar casi cinco horas bajo los intensos rayos del sol, enfundados en pequeñas ropas multicolores, de una o dos piezas, cientos de niños para el tan ansiado chapuzón en la fuente habilitada como chapoteadero del Deportivo Reynosa, en Azcapotzalco, tras la avería que se presentó el jueves en un motor del sistema de rebombeo, que quedó lista en punto de las 14 horas.

Los pequeños bañistas llegaron muy temprano. Eran las nueve de la mañana, sombrillas y camastros se habían agotado ante "el sistema de apartado". Las familias empezaron los preparativos: toallas, bronceadores, zapatos de playa, sandalias, algunos con bermudas o shorts, trajes de baño, pocos fueron los bikinis.

Habían pasado tres horas, los castillos de arena, el cuerpo enterrado y los juegos de pelota ya no eran suficientes, en los pequeños había desesperación por entrar al agua. Estefani Carmona se acercó, molesta, a los vigilantes: "¿A qué hora vamos a poder entrar a la alberca? Yo vine a nadar no sólo a jugar con la arena", reclamó la pequeña de seis años.

En el populoso Olímpico de Iztacalco la música tropical ambientó a los bañistas, que en esta ocasión, por la gratuidad, optaron por la nueva playa artificial del gobierno de la capital. El balneario Las Termas, ubicado a escasos metros, reportó poca afluencia, pues la entrada cuesta 50 pesos por adulto y 45 por niño.

Diversión mata discusión

Mientras, en Villa Olímpica, legisladores panistas y funcionarios de la demarcación protagonizaron una discusión que prácticamente pasó desapercibida en medio del griterío de los bañistas.

Al llegar al chapoteadero, De la Paz Quiñones sacó de su bolsa dos frascos y una bolsa; ante la protesta de la responsable de la empresa encargada de cuidar la calidad del agua y de funcionarios de la demarcación, la legisladora llenó las botellas con el líquido y luego tomó dos muestras de la arena.

Alexis Furcado, de Desarrollo Comunitario el Tlalpan, dijo que estaba en su derecho de tomar las muestras que quisiera, pero advirtió que "nada nos garantiza que no haga mal uso del agua que se lleve". Mientras que otro funcionario bebió líquido de una de las piscinas para dar fe de su calidad.

En un templete, una joven, a través del micrófono, preguntaba: "Chavos, díganle a los diputados si quieren que se cierre esta alberquita". Apenas unos cuantos respondieron "¡no!"

"Si no están de acuerdo digan buuu...", siguió arengando, pero sin lograr el respaldo de la gente, pues era más importante seguir divirtiéndose que entrar en discusión.

En más de una ocasión intercambiaron reclamos la diputada Segura y Adolfo Llubere, director delegacional de Desarrollo Social, quien recibió a los legisladores a la entrada de la playa gritando "¡ahí vienen los que defraudaron el Fondo Nacional de Desastres Naturales a decirnos cómo debe funcionar esto!"

La crítica molestó Carmen Segura -ex directora de Protección Civil durante la gestión de Vicente Fox-, quien le espetó: "¿Quién es usted? Esto no es un mitin político, y los comentarios que hace a nadie favorecen".

Al término del recorrido, de poco menos de una hora, el diputado Agustín Castilla Marroquín advirtió que las autoridades no cuentan con el Programa Especial de Protección Civil que se requiere para este tipo de actividades.

Afirmó que no se trata de "golpear" al gobierno, sino de garantizar que las condiciones de higiene sean las idóneas.

Antes de las 11 horas, el jefe delegacional de Tlalpan, Guillermo Sánchez, llegó a la playa Villa Olímpica, donde nadó por alrededor de 10 minutos.

Al preguntarle si el agua no estaba sucia, respondió: "No. La ventaja es que no está salada, por lo regular, uno se toma su buchito de agua, está muy rica, ¡eh!"

 
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