Usted está aquí: jueves 12 de abril de 2007 Cultura Nélida Piñón: la literatura prolonga el drama humano, lo vuelve perdurable

La escritora brasileña ofreció una lectura de su obra en Ciudad Universitaria

Nélida Piñón: la literatura prolonga el drama humano, lo vuelve perdurable

Deplora la marginación de la mujer en el mundo, ante ''el gobierno de las corbatas''

Recibe hoy, en el Palacio de Minería, el doctorado honoris causa de la UNAM

JORGE RICARDO

Ampliar la imagen Nélida Piñón leyó su obra, el pasado martes, en la UNAM Foto: Cristina Rodríguez

La escritora brasileña Nélida Piñón, primera mujer en presidir una academia literaria a escala universal, sostiene: ''La mujer sigue siendo la parte invisible de la sociedad en todo el mundo, no entra en las estadísticas intelectuales ni morales. El mundo está gobernado por las corbatas".

Nacida en Río de Janeiro, en 1937, la autora de Tebas de mi corazón encabezó la Academia de Letras de Brasil.

De origen gallego, Piñón recibe este jueves el doctorado honoris causa por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

También defensora de los derechos humanos, y principalmente de los de las mujeres, con su obra ''marca una parábola de la condición humana", sostuvo Vicente Quirarte, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, este martes, en la Facultad de Filosofía y Letras.

La UNAM también entregará ese grado académico a Leopoldo García-Colín, Juliana González, Ricardo Miledi, Fernando Savater, Giovanni Sartori y Ricardo Lagos, hoy, en el Palacio de Minería.

El encuentro del martes pasado fue anunciado como una lectura de su obra, pero la autora de La fuerza del destino y La República de los sueños, entre otros títulos, decidió ser ''muy académica''.

Sin embargo, en rigor, su texto no fue nada académico, más bien ''una profunda reflexión filosófica expresada literariamente, de la verdad que se funda no en la constatación de los hechos, sino en la re-creación de ellos", definió Ambrosio Velasco, director de esa facultad.

-Es que yo siempre me entusiasmo mucho. Soy muy peligrosa -se disculpó Nélida Piñón, más tarde.

Su discurso fue una defensa de las tradiciones y de la historia en general, porque ''estamos obsesionados con ser 'contemporáneos'; los jóvenes creen que el mundo nació con ellos". La vanguardia, aseguró, ''es una epidemia", el intento de marcar nuestra su presencia en el mundo, ''dar prueba de la mediana valía".

Por una mejor exploración de la latinidad

De muy joven, Nélida Piñón advirtió que ante la expresión ''¿cómo estás?, se desataba una fuerza maligna que me hacía responder: 'muy bien', como si la palabra reaccionara a un canon desprovisto de independencia".

Algunas personas adultas de Galicia, las cuales le contaron historias, le enseñaron que ''los relatos postergaban la muerte, en un lenguaje que se rebelaba contra las normas", y la escritora aprendió, además, que ''la narrativa no muere con los ancianos ni conmigo ni se desvanece ante la falta de atención", pero fuera de los límites de la invención, la vida pierde su carácter transgresor y se acomoda, aseguró.

Nélida Piñón deploró que en América Latina exista ''más afición por el mundo anglosajón", y sostuvo que ''se debería hacer un esfuerzo por explorar la latinidad. Nosotros no hemos nacido de una cultura modesta, somos hijos de Homero".

Ambrosio Velasco, director de Filosofía y Letras, en tanto, confió en que para el próximo año esa facultad ya imparta una licenciatura en literatura portuguesa.

Nélida Piñón hizo además una impresionante relación entre escritores mexicanos, brasileños y los clásicos mediante los personajes más conocidos, como Fausto o Juan Preciado, ''creados con el mismo barro de la imaginación", estos facilitan ''nuestra identificación con lo arcaico, que sobrevive en la narrativa contemporánea. Los personajes míticos no nos dejan indiferentes, son ellos los que muestran la miseria humana, enseñan cuánto se transforma una vida filtrada por el arte".

Emocionada, Piñón agregó: ''La literatura prolonga el drama humano, lo vuelve perdurable".

No obstante, aseguró que ''para escribir siempre dependo de una fe superior al talento: a la batalla diaria".

La entrega de los honoris causa será hoy, a las 11 horas, en el recinto de Tacuba 5, Centro Histórico.

 
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