Usted está aquí: jueves 12 de abril de 2007 Mundo Ni presidente ni premier ceden para resolver la crisis en Ucrania

Versión de que habrá elecciones legislativas en octubre

Ni presidente ni premier ceden para resolver la crisis en Ucrania

JUAN PABLO DUCH

Moscú, 11 de abril. La crisis de poder en Ucrania, tras nueve días de multitudinarios mítines, sigue sin resolverse debido a que ni el presidente Viktor Yushenko, ni el primer ministro Viktor Yanukovich, quieren ceder en su principal diferencia -la disolución del Parlamento-, que puso fin a la cohabitación en ese país eslavo.

Aunque hasta ahora cuanta decisión toma la presidencia o, del otro lado de las barricadas, el gobierno y el Parlamento es calificada de ilegal por la parte rival e impugnada en tribunales, Yushenko y Yanukovich se han reunido varias veces en busca de un arreglo.

Con la gente en la calle, a ninguno de los dos conviene extender indefinidamente la dualidad que se traduce en desgobierno y amenaza con paralizar la economía del país.

Parecen conscientes de que la Corte Constitucional, aparte de que algunos de sus miembros denuncian presiones para ejercer su labor, dispone de demasiado tiempo para emitir un fallo sobre el polémico decreto presidencial que disolvió el Parlamento y convocó a elecciones legislativas anticipadas para el próximo 27 de mayo.

Empieza a cobrar fuerza la versión, este miércoles varias veces confirmada y desmentida por fuentes de los sectores contrapuestos, de que ambos políticos estarían cerca de alcanzar un acuerdo en torno a posponer hasta octubre la celebración de elecciones legislativas anticipadas.

Sin embargo, el propio Yanukovich, ante sus partidarios atrincherados en una céntrica plaza de Kiev, dejó en claro esta noche que sólo aceptaría adelantar los comicios parlamentarios si el mismo día se elige también presidente, en una suerte de opción cero que Yushenko rechaza por ahora.

Para que la fecha de las elecciones legislativas se pueda pasar de mayo a octubre, el mandatario ucraniano tendría que revocar su decreto disolutorio del Parlamento, ya que en cumplimiento del mismo la Constitución otorga no más de 60 días para convocar nuevos comicios.

La otra posibilidad que está sobre la mesa de Yushenko es suspender su decreto hasta que la Corte Constitucional se pronuncie sobre la legalidad del mismo o aceptar, con apego a los procedimientos legales del caso, el borrón y cuenta nueva propuesto por Yanukovich de celebrar simultáneamente elecciones anticipadas tanto legislativas como presidenciales.

 
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