Usted está aquí: martes 17 de abril de 2007 Cultura Persiste la suspicacia de que ''el crítico tiene una gran ganancia con los artistas''

Raquel Tibol mostrará en el Museo de la Estampa su colección de obras obsequiadas

Persiste la suspicacia de que ''el crítico tiene una gran ganancia con los artistas''

Incluye 70 piezas de dibujo y gráfica que la especialista ha recibido de sus autores o de otras personas

La primera exhibición de ese conjunto se realizó en Guanajuato, indica

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen La exposición Raquel Tibol: dibujo y gráfica se inaugurará este jueves, a las 19:30 horas, en el recinto de avenida Hidalgo 39, Centro Histórico. En la imagen, la crítica de arte durante la entrevista con La Jornada Foto: José Antonio López

Aunque no se considera coleccionista, Raquel Tibol ha comprado obra de arte.

Sin embargo, ninguna de las adquisiciones de la crítica de arte se incluye en Colección Raquel Tibol: dibujo y gráfica, exposición que será inaugurada este jueves a las 19:30 horas en el Museo Nacional de la Estampa, cuya particularidad es reunir obras obsequiadas directamente por los artistas o por otras personas.

Por ejemplo, comprende el dibujo que Tibol tituló Flores negras (1964), que David Alfaro Siqueiros, recién salido de la cárcel, hizo con cera líquida para bolear zapatos.

De esa serie regaló uno de los dibujos a la periodista y autora, quien participó en ''actividades solidarias muy cerca de Angélica (Arenal, su esposa), a raíz del encarcelamiento" del pintor.

De Siqueiros hay otra pieza, la litografía Madre niña, sin fecha, que fue un obsequio de boda cuando Tibol y Boris Rosen se casaron en 1957. Posteriormente se hicieron otras ediciones, pero no son tan finas como la primera.

La ''buena edición primera", anota la entrevistada, debería de llevar un pequeño sello que diga: ''litografió Elizabeth Catlett", porque con base en una fotografía de la pintura original que está en un museo de Filadelfia, Siqueiros le pidió a Betty Catlett que hiciera la litografía". Asimismo, indica que Siqueiros tomó la imagen de una fotografía de Hugo Brehme.

La muestra también incluye una carta de Frida Kahlo, fechada en 1933, que termina con un dibujo. La misiva le fue obsequiada por Isabel Campos, amiga desde la infancia de Kahlo, después de que Tibol publicó un primer libro sobre la pintora en 1977.

Complicado obsequio de Belkin

Sucede que cuando alguien escribe de artes visuales, por su cercanía con los artistas, las personas se imaginan que se hace de mucha obra de arte.

Al respecto, Raquel Tibol señala que ''sólo en (la revista) Proceso" escribió mil 300 artículos, pero que recibir una obra de arte ocurre en determinadas situaciones y no siempre de manera fraterna: ''bueno, escribiste sobre mí, yo te obsequio".

Así le pasó una vez con Arnold Belkin, quien fue invitado a exhibir dibujos en la Galería Metropolitana de la Universidad Autónoma Metropolitana. Le pidió a Tibol que hiciera la selección y como le gustó mucho, también le pidió que los distribuyera en la sala. Terminada la exposición, Belkin le obsequió una de las piezas más relevantes: un dibujo con collage, preparatorio de la pintura sobre My Lai, con todo y dedicatoria.

Cuando, de pronto, ''un señor estadunidense, que había visitado la exposición, quería comprar este dibujo. Arnold me dijo, ¿me lo devuelves? Le contesté, está dedicado, de ninguna manera te lo voy a devolver. Me sentiría ofendida. De modo que dile a tu cliente que se busque otro dibujo".

Debilidad por el dibujo

Tibol a veces ha devuelto obra, ''porque era de un formato que no me acomodaba o porque no me gustaba. No, muchas gracias, no".

-A veces se piensa que hay algo turbio.

-No, es muy claro. Por ejemplo, hay una pieza de un artista húngaro poco recordado, José Feher, quien llegó a México cuando surgió el nazismo y se volvió copista oficial de piezas prehispánicas. A la vez era un excelente pintor, dibujante y un escultor muy original.

''Fui amiga de Feher; inclusive, lo empujé a que obsequiara dos piezas al Museo de Arte Moderno, que fueron aceptadas. Escribí sobre él, lo visitaba y un buen día me regaló un dibujo fechado 1939, a poco de haber llegado a México.''

La entrevistada también recuerda el libro de poemas del peruano Alejandro Romualdo que prestó a Arnold Belkin, quien se lo devolvió dibujado por dentro y por fuera: ''Son caminos muy diferentes, pero dado que todos son obsequios directos o indirectos, porque hay otros obsequios indirectos, por eso decidí reunirlas y ponerlas ante la vista del público, porque hay esa suspicacia de que el crítico tiene una ganancia tremenda con los artistas".

Colección Raquel Tibol: dibujo y gráfica se organizó con 70 obras para la versión 32 del Festival Internacional Cervantino, en 2004, en Guanajuato.

Como la crítica de arte tenía la mayor parte de la obra en carpetas y se la devolvieron ''toda enmarcada", la ha seguido prestando, aunque con algunos cambios.

Pudo haber mezclado pintura; sin embargo, dice tener ''una gran debilidad por el dibujo" que ve como obra autónoma: ''Leonardo da Vinci hacía dibujo por el dibujo mismo. Diego Rivera, igual. Si pensamos en el dibujo de Frida Kahlo, donde las cejas crean un pájaro, no es previo a una pintura. Son dibujos hechos con una autonomía estética absoluta".

Colección Raquel Tibol: dibujo y gráfica será inaugurada en el recinto de avenida Hidalgo 39, Centro Histórico.

 
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