Usted está aquí: miércoles 25 de abril de 2007 Mundo Poco más de 7 mil rusos acudieron a rendir tributo a Boris Yeltsin en la capilla ardiente

Tendrá hoy un funeral con honores de Estado; asistirán Bush padre y Bill Clinton

Poco más de 7 mil rusos acudieron a rendir tributo a Boris Yeltsin en la capilla ardiente

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Familiares rinden tributo al ex presidente Yeltsin. Foto: Reuters

Ampliar la imagen Varios miles esperan en las afueras de la catedral ortodoxa de Moscú Foto: Reuters

Moscú, 24 de abril. La decepción que en muchos de sus ex seguidores provocó la desastrosa presidencia de Boris Yeltsin quedó de manifiesto en el escaso número de personas que acudió hoy a rendirle tributo en la capilla ardiente instalada en la catedral de Cristo El Salvador de esta capital, el principal templo de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Cuando Yeltsin, en el ocaso del régimen soviético, era idolatrado al simbolizar las esperanzas de cambio su capacidad de convocatoria permitía sacar a la calle a medio millón de simpatizantes y no hubo, en los años finales de la década de los 80 del siglo pasado mitin de la oposición con menos de entre 70 mil y 100 mil participantes.

Hoy desfilaron, por razones de seguridad a una distancia considerable del túmulo sobre el que fue colocado el féretro descubierto con los restos, tan sólo 7 mil 500 personas, según estimaciones oficiales.

En medio de simples curiosos, se pudo ver gente afligida, que por encima de cualquier error de Yeltsin como gobernante valoran en este momento lo que significó para ellos escuchar sus discursos encendidos en la época en que era líder contestatario.

A la misa de réquiem, oficiada por el metropolitano (arzobispo) Yuvenali, asistieron la viuda, Naína, las hijas Elena y Tatiana, esta última residente en Londres, y otros familiares, acompañados de ex colaboradores en el Kremlin.

"La actividad del político con frecuencia genera debates y opiniones encontradas. Pero cuando el hombre comparece ante el Señor, los humanos deben guardar silencio. El odio provoca discordia y sólo el amor puede resarcir todos los pecados", afirmó el jerarca religioso.

Yeltsin tendrá este miércoles un funeral con honores de Estado -con la presencia de algunos ex mandatarios de repúblicas soviéticas y políticos extranjeros retirados como los ex presidentes estadunidenses George Bush padre y Bill Clinton-, pero difícilmente tenga una despedida multitudinaria.

Tal vez le hubiera gustado a Yeltsin tener, por ejemplo, una similar a la que encabezó él mismo en las exequias de su entonces compañero de bancada en el Congreso de Diputados Populares de la Unión Soviética, el académico Andrei Sájarov.

El físico nuclear y disidente por antonomasia, tres años después de ser devuelto a Moscú por el presidente soviético Mijail Gorbachov de su destierro en Gorki, falleció en diciembre de 1989 de un infarto, a los 68 años de edad, en el momento en que escribía el texto de su intervención programada para el día siguiente en el Congreso.

De manera espontánea, a pesar de que la temperatura rondaba por aquellos días de crudo invierno los 30 grados bajo cero, más de 300 mil personas aguantaron interminables filas en la calle para despedirse de Andrei Sájarov.

 
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