Usted está aquí: miércoles 25 de abril de 2007 Política Bajo la lupa

Bajo la lupa

Alfredo Jalife-Rahme

La irrelevancia de la Reserva Federal

Ampliar la imagen Alan Greenspan, Agustín Carstens y el presidente Felipe Calderón Foto: Notimex

El título no es nuestro, sino de Martin Hutchinson, quien en su célebre columna semanal La Guarida del Oso (26/3/07) no oculta "ser profundo creyente (sic) del monetarismo". Como que suena a una nueva religión financiera, pero en su apostasía admite la inoperancia del modelo monetarista en las circunstancias económicas presentes.

El mismo Milton Friedman, sacerdote de la nueva teología monetarista con paraguas nuclear estadunidense, ya había renegado de su engendro teórico en su indeleble entrevista a The Financial Times (7/6/03), lo cual Bajo la Lupa retomó al botepronto cuatro días después. ¿Cómo se hubieran desarrollado las aplicaciones de las múltiples teorías económicas de Estados Unidos sin el concurso de su paraguas bélico nuclear?

Se desmorona a pasos acelerados el monetarismo centralbanquista, el summum de la desregulada globalización financiera para ceder paso a políticas más regulatorias que solamente puede ejercer el Estado en el viejo esquema nacional y/o el emergente "poder ciudadano", en el nuevo diseño de la transparente posmodernidad democrática.

El monetarismo centralbanquista no se derrumba debido a las cómicas declaraciones del cordobista Ortiz Martínez, "gobernador" del Banco de México, quien ni pinta en las ligas mayores de las finanzas globales y no cesa de parlotear locuazmente para cubrir sus humillantes retirada y retiro. Los poseídos neoliberales "mexicanos", carentes de pensamiento original, han demostrado durante el cuarto de siglo de su tiránica fiscalcracia que sólo reciben órdenes de Washington que aplican en forma caricaturesca.

Martin Hutchinson delimita el cronograma de la irrelevancia de la Reserva Federal a partir del año 2000, cuando Alan Greenspan, aliado de los neoconservadores straussianos, expandió la "masa monetaria" que "infló la bolsa de valores de Nueva York a niveles más burbujeantes que en 1929". No estamos de acuerdo con esta parte de Hutchinson. A nuestro juicio, la jugada de Greenspan fue genial en conjunción con sus aliados, los neoconservadores straussianos, que conjugaron la política de la Reserva Federal con el complejo militar-industrial de EU. Greenspan creó la política monetaria adecuada, tanto para recuperar lo perdido en el desplome bursátil del índice tecnológico Nasdaq en la primavera de 2001, cuando Baby Bush tomó las riendas del poder unilateral, como para adelantarse a la captura de los pletóricos yacimientos de petróleo de Irak, cuyo producto sería incorporado a las finanzas de EU, lo cual no hubiera sido posible sin la expansión de la masa monetaria, ya que hubiera generado una explosiva hiperinflación.

¿La expansión de masa monetaria de Greenspan se acopló al "cambio de régimen" de Irak ideado por los vilipendiados neoconservadores straussianos, cuyo jefe de fila es el atribulado Paul Dundes Wolfowitz? ¿Es el unilateralismo unipolar de EU el óptimo modelo bélico que mejor se acopla con el monetarismo centralbanquista y al desregulado "ofertismo fiscal económico" (supply-side economics) del thatcherismo-reaganomics? ¿Se puede deslindar la unipolaridad unilateral del bushismo de la política monetarista de la Reserva Federal, "la FED", en la aciaga etapa de Greenspan? Curiosamente nadie ha querido articular ambas políticas de la decadente etapa bushiana: la militar y su corolario monetarista, estrechamente inextricables.

Sucedió que la increíble insurgencia sunita de Irak se atravesó en los planes fantasiosos de la dupla Greenspan-Wolfowitz al realizar la hazaña de detener al ejército más poderoso del planeta, mientras la masa monetaria, desatada antes de tiempo mediante la creación de múltiples burbujas bursátiles, se volvió incontrolable, de la propia confesión de Greenspan a su homólogo del banco central galo. Esta hipótesis operativa de Bajo la Lupa no la aborda en absoluto Martin Hutchinson, quien peca de ultrarreduccionista y desprecia el abordaje multidimensional, lo cual no significa que no aporte datos sumamente interesantes.

En 2001, después del estallido del índice Nasdaq, Greenspan "bombeó liquidez al sistema y redujo la tasa de interés a uno por ciento", argumenta impecablemente Hutchinson, quien destaca que han pasado más de siete años y "la FED ha cesado de tener influencia alguna". El estallido de la burbuja hipotecaria representaría hasta ahora 1.5 billones de dólares, esto es, 10 por ciento de su valor total, lo cual "provocará inevitablemente una profunda recesión" ante la impotencia de la FED.

Hutchinson se suma a la tónica general de alabar a Paul Volcker, antecesor de Greenspan, quien combatió felizmente la inflación cuando la tasa de la FED alcanzó 19.3 por ciento, e inclusive se dio el lujo de ayudar a la elección de Reagan. Hoy, una baja en la tasa de interés, como reclaman a gritos los banqueros de Nueva York, canalizará los flujos monetarios a las "inversiones alternativas" de la especulación financiera que acelerarían la inflación: capitales privados (private equity), materias primas y los ominosos "fondos de cobertura de riesgo" (hedge funds). Una decisión contraria, un alza en la tasa de interés decretada por Ben Shalom Bernanke, sucesor del mago malhadado y malvado Greenspan, tampoco podrá alcanzar la proporción de la inflación desencadenada. Se trata de una clásica "decisión de Hobson" cuando las dos opciones son indeseables: la FED "no puede mover la tasa de interés hacia algún lado sin cargar con la culpa de haber empeorado la inflación o haber precipitado el colapso de la burbuja de los bienes raíces". Coquetea con la readopción del "patrón oro", cuyos "adherentes afirman que la economía estadunidense estaría mejor con una base monetaria fija y sin la FED". ¿A poco no? Aquí, México, primer productor mundial de plata con Perú, goza de una ventaja competitiva inigualable con la "moneda de plata" que el cordobista Ortiz Martínez en forma unilateral se ha empecinado en demoler contra la voluntad nacional.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.