Usted está aquí: sábado 28 de abril de 2007 Sociedad y Justicia Filosofía empresarial: "la seguridad es un gasto"

Filosofía empresarial: "la seguridad es un gasto"

Carolina Gómez Mena

Durante la última década, 46 telefonistas murieron durante el desempeño de su labor, de los cuales los trabajadores de planta exterior (quienes realizan sus actividades fuera de las instalaciones de la empresa) fueron los más afectados.

De acuerdo con el sindicato de telefonistas, los índices de siniestralidad no son tan elevados, pero reducir la cifra de percances ha costado mucho, porque no siempre es prioritario para las empresas.

Delia Pérez, especialista en sociología del trabajo y asesora del STRM, sostiene que en este ámbito falta mucho que hacer, porque los empleadores "continúan considerando que los aspectos de seguridad e higiene son gastos y no inversiones".

Por su parte, José del Refugio Cano Miramontes, integrante del Foro de Telefonistas en Defensa de la Jubilación y el Contrato Colectivo de Trabajo, asegura que la empresa ha descuidado aspectos fundamentales de la seguridad, entre ellos la capacitación laboral, ante su máxima de "optimizar recursos".

Según cifras de Telmex, en los 18 años recientes han ocurrido 29 mil 388 accidentes de trabajo. El año de mayor siniestralidad fue 1989, es decir, el anterior a la privatización, cuando se registraron 2 mil 237 percances. En contraste, el año con menores accidentes fue 2006, con sólo mil 363.

Costos por incapacidad

No obstante, la empresa reconoce que los días de incapacidad por accidentes de trabajo se elevaron 3.6 por ciento entre 2005 y 2006, lo que indica que las lesiones sufridas pudieron haber sido de mayor consideración.

Pérez señaló a La Jornada que la empresa implantó desde 2006 un programa preventivo para los trabajadores de planta que trabajan en el exterior, denominado Stop, que consiste en "pláticas e inducción para que la gente trabaje con mayor seguridad".

También ha puesto en marcha otros más concretos, como dotar a los trabajadores de equipos de protección, como bandolas (correas con ganchos de sujeción), valeras y zapatos dieléctricos, así como ropa de algodón para disminuir el riesgo de transmisión eléctrica.

Sostuvo que si bien en los 15 años recientes se ha avanzado en materia de normatividad, México está lejos de países como Estados Unidos o Canadá, donde existen normas específicas para disminuir los accidentes laborales.

Indicó que para tener mejores condiciones de seguridad, los gremios deben trabajar en conjunto y establecer lazos entre ellos para delinear estrategias y exigir a las empresas mejoras en este rubro.

Estadísticas de Telmex indican que de 1989 a 2006, los años con mayor proporción de accidentes fueron el primero, con 4.5 por ciento y 1990, con 4.3 por ciento.

En contraste, los de menores índices de siniestralidad fueron 2006, con 3.2 por ciento, y 2004, con 3.3 por ciento.

 
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