Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 29 de abril de 2007 Num: 634

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Recuerdo de papa Hemingway
ALEJANDRO MICHELENA

El universo según Penrose
CARLOS ALFIERI entrevista con ROGER PENROSE

Un fiasco con Hegel
EVODIO ESCALANTE

Guernica
(
carta abierta a George Steer)

RICARDO BADA

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Columnas:
Jornada de Poesía
JUAN DOMINGO ARGUELLES

Paso a Retirarme
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La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

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JORGE MOCH

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

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Lisa Gerrard, árbol de palabras

Allá adentro, en mi frente, el árbol habla.
Octavio Paz

 

Con un acento australiano que se derrite encontrando la pausa británica, Lisa Gerrard (ex Dead Can Dance y compositora de bandas sonoras como The Insider, Gladiator, Ali y Man on Fire) habla desde Bélgica durante un descanso en su nutrida gira de conciertos. Profunda como la savia de un árbol antiguo, se describe satisfecha por la recopilación de su música que el sello 4ad ha sacado al mercado, tanto como por el documental que sobre su vida realizó el cineasta Clive Collier. Lo que la llena de enojo y oscuridad, empero, son palabras como "Bush", "muro fronterizo" o "incapacidad humana para mostrar cariño y confianza", temas centrales de su último disco, Silver Tree.

–¿Es difícil compartir tu música en el mundo de hoy?

–Lo que importa es la razón detrás del proyecto. Empecemos por la portada de Silver Tree. Ahí ves a un montón de gente tratando de formar un árbol humano. Es un intento de reunirse para lograr claridad, para hacerse más fuertes y extender sus ramas. Incluso en la desnudez, vemos la posibilidad de reunirnos y crear un santuario de pureza para los otros. Así, el árbol de plata en medio de un bosque oscuro intenta la construcción colectiva para salir de la oscuridad, con unos trepando encima de otros.

–Lo mismo pasa con las letras…

–Sí. En la primera pieza del disco hablo de la clase de sufrimiento que experimenta nuestro planeta el día de hoy. El dolor de dos guerras, el dolor de un planeta muriendo… el dolor de la pérdida de miles de padres y madres y el dolor de los huérfanos en Afganistán, el dolor de la gente tratando de salir de los países del Tercer Mundo, el dolor de ayudar a sus hijos para superar enfermedades… el dolor de la furia…

–¿También la furia de asesinos como el de la Universidad de Virginia en eu?

–No lo sé… lo que sí te puedo decir es que en este momento hay demasiada gente envilecida tomando decisiones y mucha gente sufriendo…

–¿Qué piensas sobre el muro fronterizo entre México y Estados Unidos?

–Creo que Bush tiene que construir esa frontera para proteger su propia ignorancia. Pero la verdad es esta: él no va a durar, debemos ser pacientes, él se está yendo… realmente lo siento como un poder destructivo, pero es nuestra propia oportunidad para cambiar la forma como vivimos. Debemos ser inteligentes. Y no me refiero a hacerle caso a la inteligencia artificial de las computadoras que nos lanzan estadísticas de cómo vivir en armonía con nuestro mundo, sino a la sensibilidad humana que debe despertar de su mundo virtual para realmente transformar las cosas… eso es algo que estamos intentando con nuestros conciertos… como artistas debemos impulsar este cambio y hacer que otros se comprometan también, porque, cuando a través de la tecnología vives una segunda vida dejas de existir, lo que en realidad pasa es que estás muerto, estás muerto… ¿me explico?

–¿Te refieres a buscar una vida atenta a su entorno y a la naturaleza?

–Sí. No debemos olvidar asuntos como el del calentamiento y la electricidad, pero tampoco debemos olvidar el contacto corporal y la ternura. ¿Es esta la forma como queremos morir? Yo creo que podemos conectarnos con la naturaleza para respetarla como visitantes pasajeros de nuestro viaje. Ni con la religión, la filosofía o las ecuaciones matemáticas nos salvaremos de la muerte si no recuperamos el contacto humano. Sólo recuperando la confianza y el amor es como no perderemos a Dios.

–¿Sigues donando dinero de los boletos de tus conciertos y de la venta de discos a la plantación de nuevos árboles?

–Árboles, escuelas en África y otras actividades para apoyar el comercio global justo, pues debido a estas carencias hay gente muriendo diariamente. A estas cosas me refiero cuando hablo de empezar a cambiar la forma como vivimos.

–¿Tienes esperanza?

–Sí. He conocido gente común que con una gran sensibilidad e inteligencia continúa trabajando y haciendo que el mundo sea mejor. En el libro de mi concierto hay experiencias específicas a propósito de esto.

–¿Qué me dices sobre tu banda actual y sobre el concierto que darás en México?

–Tengo a un grupo maravilloso conmigo, lo único malo es que no pude contar con Patrick Cassidy ahora, quien es muy importante para mí; uno de los compositores más importantes del mundo en este momento. Pero sí cuento con Pieter Bourke, quien es un compositor e intérprete maravilloso, así como un genio de las programaciones. Y tengo a John Bonnar, quien me acompaña desde hace más de veinte años, desde Dead Can Dance…

–Por cierto, ¿volverías a trabajar con Brendan Perry en Dead Can Dance?

–Definitivamente no.