Usted está aquí: lunes 30 de abril de 2007 Espectáculos Somos pobres, pero con rica cultura, dice la africana María de Barros

La cantautora se presentará con la colombiana Marta Gómez en el Teatro de la Ciudad

Somos pobres, pero con rica cultura, dice la africana María de Barros

El concierto, que se efectuará el jueves, está organizado por Putumayo para promover el disco Women of the World Acoustic

Será una noche de coladeira, son, cumbia, bambuco y jazz

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ampliar la imagen María de Barros María de Barros Foto: Mateo Fornaciari

Ampliar la imagen Marta Gómez Marta Gómez Foto: Mateo Fornaciari

Cabo Verde y América Latina se unirán en una noche de concierto.

La alegría de la coladeira, en voz de la senegalesa María de Barros y la fusión latina de la colombiana Marta Gómez estarán presentes el próximo 3 de mayo, en el Teatro de la Ciudad, en un concierto organizado por la disquera Putumayo, llamado Women of the World (así, en inglés).

Ambas son artistas ampliamente reconocidas, sobre todo entre el creciente público que gusta de escuchar la llamada world music, o sea, música tradicional de distintas partes del mundo, y que en muchas ocasiones tiene un aire pop. Las dos cantantes están incluidas en grabaciones de Putumayo.

Ambas tuvieron que salir de su país natal en busca de oportunidades (en el caso de la senegalesa, sus padres emigraron a Estados Unidos siendo ella una adolescente; y, por su parte, Gómez se mudó a Boston para estudiar música).

De Dakar a Los Angeles

María de Barros nació en Dakar y de niña vivió en Nouackchott, Mauritania. Sin embargo, debido a que sus padres eran de Cabo Verde, en casa estaba presente la cultura de la isla. "Crecía siendo caboverdiana", dijo María de Barros en entrevista telefónica con este diario, desde Los Angeles, donde reside.

Más tarde, su familia emigró a Providence, Rhode Island, donde hay una enorme comunidad caboverdiana. Tras casarse, se mudó a Los Angeles. Al principio "me sentí tan alejada de mi cultura, de la música, la comida; somos una comunidad muy unida y no tenía eso". Pero un día "puse la radio y me topé con una estación hablada en español, con música en español, y dije, OK". Y se echó un clavado en la cultura mexicana (con todo y telenovelas), a tal grado que sus amigos mexicanos le dicen que ella ya es más mexicana que ellos: "México entró en mi vida de forma muy grande. No lo puedo explicar. Sé que tiene que ver con su parecido con Cabo Verde". Por ejemplo, las mujeres de ambos países comparten "la sensualidad, la sensibilidad, la forma de cuidar la casa.

"Mi vida es privilegiada: nací y crecí en Africa, vine a América... tengo tantas cosas mezcladas", dijo.

Más allá de la riqueza cultural de su vida, María de Barros insiste en que lo que hace es, en esencia, de Cabo Verde (que en sí ya es una mezcla africana, portuguesa, latina), con "un toque más contemporáneo".

La música caboverdiana más conocida en Occidente es la melancólica morna, la que canta Cesaria Evora. "Tuvo una vida no tan fácil", dijo De Barros de la cantante de los pies descalzos. María lleva una estrecha relación con Evora, a tal grado que ésta la considera su ahijada.

En cambio, la música interpretada por De Barros, la coladeira, es alegre, con un "ritmo más caliente", parecido a la salsa. "Es lo que más oí en casa", explicó. Los caboverdianos, "por cualquier motivo hacemos fiesta, nos encanta bailar, porque somos pobres pero tenemos una rica cultura y estamos orgullosos de eso".

De Barros quiere "mostrar esa cara al mundo, para que vean que no sólo somos nostalgia".

Ann Arbor, de Michigan, opinó de la cantante senegalesa, en Internet: "En un mundo lleno de dolor y miedo, música que habla al corazón y al espíritu de la humanidad es escasa y sube el ánimo. Nos has hecho un gran honor".

Esta es la segunda ocasión en la que De Barros se presenta en nuestro país. Vendrá acompañada de los caboverdianos Djim Job (bajo), Carlos Monteiro (batería) y Zerui Depina (cavaquinho, una pequeña guitarra de cuatro cuerdas), el estadunidense Mitchell Long (guitarra), los brasileños Grecco Buratto (guitarra) y Sandro Rebel (teclados), y el mexicano Ismael Gallegos (acordeón).

El 3 de mayo se presentará en el Teatro de la Ciudad (forma parte de las actividades de lanzamiento del disco Women of the World Acoustic, de Putumayo); el 4, en el teatro de Zamora, Michoacán, y el 5, en la plaza central de Morelia.

Una colombiana en Boston

"Si algo quieres decir, dilo cantando/ y si algo quieres llorar cántalo también/ que cuando cantas las penas se van revolviendo en el corazón/ y sin querer ya se van volviendo canción". La letra proviene de Canta, compuesto e interpretado por Marta Gómez, quien nació en Cali, Colombia.

Desde los cuatro años cantó en el coro de su colegio: "Fue súper importante. Allí aprendí todo lo que había: desde misas hasta música folclórica".

En 1999 emigró a Boston, con una beca para estudiar en el prestigioso Berklee Colege of Music, porque quería hacer una carrera universitaria que no sólo estuviera enfocada en música clásica.

"Recién llegué, me enamoré de la música de nuestro país (Colombia), es lo que pasa a muchos artistas que salen", dijo la cantautora, en entrevista telefónica desde Nueva York, donde reside.

En la escuela armó un grupo, con la cual interpreta sus propios temas, en distintos estilos latinoamericanos (cumbia y bambuco colombiano, zamba argentina, son cubano, lando peruano, entre otros), con elementos de pop y jazz. "No tratamos de tocar (cada estilo) de forma exacta (a como se interpreta de forma tradicional)", explicó.

Gómez afirmó que lo que tiene Estados Unidos es que da "la oportunidad de ser independiente y poder ganar de la música", cosa complicada en su país. "En Estados Unidos hay muchas posibilidades (para artistas independientes). Mi carrera se basa en eso, no he estado en la radio comercial ni en los festivales comerciales".

Su composición incluida en el disco Women of the World Acoustic, es Paula ausente, inspirada por el libro Paula, de Isabel Allende.

Por primera vez en concierto en nuestro país, la colombiana estará acompañada de los argentinos Julio Santillán (guitarra), Franco Pinna (batería y percusión), Fernando Huergo (bajo), la colombiana Alejandra Ortiz (cantante) y la rusa Yulia Musayelyan (flauta).

Unión de los migrantes

Respecto de estos días en que se cumple un año de las megamarchas en Estados Unidos, María de Barros dijo, tras aclarar que "a las cosas de política no entro": "Soy migrante. Este maravilloso país vive de los migrantes. Tienen el derecho de estar aquí, debían tener oportunidad de ser legales. Nunca nos vamos de nuestro país porque queremos. Nos vamos por nuestra familia. No puedo imaginar nacer en este lugar (Cabo Verde) tan increíble y estar contenta de salir de ahí.

"Estados Unidos debería de abrir sus corazones, la mayoría (de los estadunidenses) son buenas personas."

Marta Gómez dijo que ella va a las marchas y, en los conciertos, ofrece su opinión: "Tener un micrófono es un poder muy grande como para desperdiciarlo". Para la cantautora, un aspecto fundamental de las marchas fue que unió a los latinos.

En el concierto del 3 de mayo, cada artista se presentará por separado y al final prometen una sorpresa en conjunto.

María de Barros y Marta Gómez; 3 de mayo, a las 20:30 horas. Teatro de la Ciudad de México. Donceles 36, Centro Histórico. Tel. 5510-2197.

 
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