Persecución y balacera deja dos heridos en la zona conurbada de Monterrey
Sicarios cobran dos vidas en Sinaloa y Guerrero
El crimen organizado perpetró este domingo dos asesinatos en Sinaloa y Guerrero. Además, dos personas resultaron heridas durante una balacera en Nuevo León, donde se han documentado este año 54 ejecuciones, una menos que en todo 2006.
En Culiacán, Sinaloa, sujetos no identificados asesinaron a balazos a un varón todavía no identificado. Según testigos presenciales, en el cruce de las avenidas Obregón y Constitución de la capital sinaloense, personas llevaban a bordo de un vehículo -no descrito oficialmente- a un hombre que intentó escapar, pero los sicarios lo alcanzaron y lo ejecutaron de tres balazos de rifle AR-15 en la cabeza.
De su lado, el director de la Policía Investigadora Ministerial de Guerrero, Erit Montúfar Mendoza, confirmó que la mañana del domingo fue asesinado un taxista en la comunidad Papanoa, municipio de Tecpan. "Le dieron ocho balazos de calibre 38 súper y de 9 milímetros", comentó.
En la zona conurbada de Monterrey, Nuevo León, antes de que ésta cumpliera una semana sin que se produjeran hechos relacionados con el crimen organizado, dos bandas de narcotraficantes se persiguieron por importantes avenidas del municipio de Santa Catarina y se tirotearon desde sus vehículos. El saldo fue de al menos dos personas lesionadas con arma de fuego, una de ellas grave, con un balazo en la cabeza.
Los hechos ocurrieron pasadas las 21 horas del sábado, por la avenida Manuel Ordóñez, donde sicarios a bordo de dos camionetas Yukón, una roja y otra blanca, pretendieron interceptar a los ocupantes de una camioneta Cherokee verde blindada, escoltada por dos jóvenes que viajaban en una camioneta Mitsubishi vino, además de una Ford Lobo gris.
El primer grupo persiguió y disparó armas AK-47 y AR-15 contra el segundo. Durante la balacera resultaron heridos los ocupantes de la Mitsubishi placas SAU 9179 de Nuevo León, dos varones de unos 25 años, aún no identificados.
Uno de los lesionados recibió un tiro arriba de la oreja derecha; el otro, herido en una pantorrilla, se negó a dar datos a los socorristas que lo auxiliaron. Ambos fueron llevados al Hospital Universitario fuertemente custodiados, pues poco después de los hechos, la policía recibió un telefonema donde se advirtió que un comando iría a rescatarlos.