Usted está aquí: miércoles 2 de mayo de 2007 Política Trabajadoras sexuales celebran el primero de mayo con el otro México

Recorren Granada, Circunvalación, San Pablo y Brasil; piden liberar a ''presos políticos''

Trabajadoras sexuales celebran el primero de mayo con el otro México

Adheridas a la otra campaña acuden al Zócalo a manifestar su problemática cotidiana

MARIANA NORANDI

Este primero de mayo, Día Internacional del Trabajo, cerca de un millar de simpatizantes de la otra campaña marcharon por las ''otras'' calles (de Tepito y La Merced) de la ciudad de México, para exigir la libertad de los ''presos políticos'' de San Salvador Atenco y de Oaxaca; dignidad para los trabajadores sexuales; repudio a la Ley de Cultura Cívica capitalina, y para reiterar su apoyo al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

El contingente, encabezado por el Frente de los Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco y la Red Mexicana de Trabajo Sexual, recorrió las calles Corregidora, Granada, Brasil, Circunvalación y San Pablo, durante más de cuatro horas, y expresó que el ''otro primero de mayo'' no es de fiesta, sino de ''lucha y de protesta''.

A las nueve de la mañana, un centenar de trabajadoras y trabajadores sexuales, adheridos a la otra campaña, partieron de la sede de la Brigada Callejera, en Corregidora 115. Sus principales demandas fueron el rechazo a la Ley de Cultura Cívica, que ''criminaliza'' el trabajo sexual, y que se castigue a los militares que violaron el año pasado a 13 trabajadoras sexuales en Castaños, Coahuila.

''El talón unido, jamás será vencido'', "No somos una, no somos cien, pinche gobierno, cuéntanos bien'', o ''La trabajadora sexual callada, jamás será escuchada'', eran algunas de las consignas que lanzaban mientras que, al mismo tiempo, invitaban a unirse al contingente a trabajadoras sexuales que se encontraban en las calles de San Pablo, al grito de ''¡banquetera, únete!"

''Con la Ley de Cultura Cívica el gobierno se convierte en padrote''

Crisna, miembro de la Red Mexicana del Trabajo Sexual, dijo que su sector rechaza la Ley de Cultura Cívica porque obliga a quienes se dedican a esta actividad a pagar por el suelo donde laboran, y considera el trabajo sexual como una actividad que puede ser denunciada y retirada. Por lo tanto, ''con esta ley el gobierno se convierte en un padrote y nosotras queremos que se reconozca nuestro trabajo y que se entienda que no somos sexoservidoras, porque la época de la servidumbre ya se acabó''. Otra manifestante añadió que también exigen atención médica, ''porque no tenemos ni Seguro Popular''.

Con antifaces, paliacates o con la cara descubierta, las y los trabajadores sexuales marcharon por San Pablo hasta Eje Central. En ese punto se encontraban contingentes de diversas organizaciones sindicales independientes, quienes les chiflaron y se burlaron con uno que otro comentario irrespetuoso. Una de las trabajadoras sexuales que llevaba el megáfono en ese momento pidió que no respondieran a ''provocaciones machistas'' y pidió a la sociedad civil el respeto al trabajo sexual. ''Nosotras no somos prostitutas, porque vendemos nuestro cuerpo, pero no nuestra dignidad. La prostitución está en el gobierno, donde sí se vende la dignidad'', les dijo a los ''otros trabajadores''.

Al llegar a Eje 1 Norte y avenida Brasil, al contingente se unieron más representantes de la otra campaña, entre los que se encontraba Angel Benhumea, padre del joven Alexis, quien falleció el año pasado baleado por la policía durante el conflicto en San Salvador Atenco.

''En este otro primero de mayo están representados los campesinos, los jóvenes, los viejos, los indígenas y todo aquel México de abajo y a la izquierda; aquel que no existe para el gobierno, pero que representa 90 por ciento de la población'' expresó el activista.

Respaldo a ambulantes de Tepito

El contingente avanzó por el barrio de Tepito, manifestando su apoyo a los vendedores ambulantes desalojados por el gobierno capitalino, rechazó la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y exigió la liberación de los ''presos políticos'' de Atenco, de Oaxaca y de todo el país.

Los manifestantes continuaron hacia la zona de La Merced, donde los congregados eran alrededor de mil. A las 13 horas, la marcha entró al Zócalo capitalino por avenida 20 de Noviembre, donde muchos de los manifestantes -especialmente las trabajadoras sexuales que habían acudido con zapatos de tacón alto- estaban exhaustos. En una Plaza de la Constitución con pocos manifestantes, la otra campaña expresó en un mitin su descontento con el gobierno, su rechazo a los partidos políticos y finalmente manifestó que está avanzando en la construcción de ese ''otro México''.

 
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