Usted está aquí: viernes 4 de mayo de 2007 Capital Enfrentan negligencia oficial afectados por inundación de aguas negras a casas

Vecinos de Santa María la Ribera interpusieron queja ante Derechos Humanos

Enfrentan negligencia oficial afectados por inundación de aguas negras a casas

La ayuda económica, insuficiente, dicen

Hubo quienes recibieron 30 mil; otros, nada

RAUL LLANOS, JOSEFINA QUINTERO

Ampliar la imagen Tras la inundación con aguas negras provocada hace dos semanas por las obras del tren suburbano, trabajadores del GDF se dieron a la tarea de desazolvar calles y viviendas de la colonia Santa María la Ribera. Aquí, en Manuel Carpio e Insurgentes Norte Tras la inundación con aguas negras provocada hace dos semanas por las obras del tren suburbano, trabajadores del GDF se dieron a la tarea de desazolvar calles y viviendas de la colonia Santa María la Ribera. Aquí, en Manuel Carpio e Insurgentes Norte Foto: Alfredo Domínguez

Las huellas de la inundación en decenas de casas de la colonia Santa María la Rivera siguen presentes. No son sólo los muebles dañados, los muros resquebrajados o el hedor que todavía ronda en el ambiente, sino las quejas de los vecinos por el "insuficiente" monto económico con que se les indemnizó o la falta de pago a otros.

A los que mejor les fue recibieron del gobierno capitalino 30 mil pesos; otros, 15 mil, pero hay todavía quienes afirman que no les ha dado ni un peso, a pesar de que sus viviendas son el fiel reflejo de los daños causados por las aguas negras que hace poco más de 15 días anegaron las calles de esta zona.

Ante la situación presentaron en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal una queja por negligencia en contra de las autoridades del gobierno de la ciudad y la delegación Cuauhtémoc, a quienes responsabilizan de los daños, por no tomar medidas precautorias para evitar la inundación de sus viviendas.

Durante un recorrido que efectuó por esa colonia el presidente de la Comisión de Protección Civil de la Asamblea Legislativa, Carlos Agustín Castilla Marroquí, prácticamente le llovieron las quejas.

En el número 36 de la calle de Carpio, María Félix Martiano Méndez recuerda aquel jueves 19: "vimos cómo toda el agua apestosa empezaba a inundar el pasillo y nos quedamos atrapados, no pudimos salir de nuestra casa (a 30 centímetros sobre el nivel de piso) y el olor era insoportable".

Señala el largo muro que separa el patio de las viviendas: "se reblandeció con el agua y se inclinó todo", y es cierto, esa estructura de ladrillo amenaza con colapsarse ante cualquier movimiento de tierra. Añade que incluso les prometieron "que iban a fumigar aquí, porque hay muchas ratas, y no ha venido nadie".

Daniel Juárez, director general de Emergencias de la Secretaría de Protección Civil, dio acuse de recibo de esos reclamos y, en un intento por demostrar lo que ya se ha realizado, precisó que se indemnizó ya a 36 familias de 11 predios, con un monto de 611 mil pesos.

Al final de la vecindad otra afectada más. Es una mujer que habita una vivienda de dos por dos metros, y en la parte alta un tapanco que hace las veces de recámara. Los muros de esta casa muestran humedad, y el olor de las aguas negras todavía se percibe. A ella el gobierno de la ciudad le otorgó 15 mil pesos. "Pero apenas me alcanzó para comprar los muebles y la ropa que se me echó a perder... y de dónde voy a sacar el dinero para reparar las paredes?" Su pregunta ya no tiene respuesta ni de parte del diputado local ni del funcionario de Protección Civil.

Mónica Navia, también vecina de este lugar, lamenta que su computadora -que obtuvo de una beca de la Fundación Telmex- se haya descompuesto, y a pesar de que ya justificó el daño todavía no la apoyan.

Juan Violeta Hernández habita una de las casas del número 43 de la calle Díaz Mirón. Para acceder a su vivienda hay que hacerlo inclinado y después bajar tres escalones más. Es la que resintió de 30 a 40 centímetros de aguas negras en todas las piezas de su domicilio.

Acepta que le dieron 30 mil pesos, pero también aclara que tuvo que comprar una litera "de 10 mil pesos" porque la que tenía resultó dañada por las aguas negras luego de que trabajadores de las empresas que construyen el tren suburbano taponaran el cárcamo al que llegan desechos y aguas negras.

Dulce Guadalupe Guzmán, quien también vive en el 43 de Díaz Mirón, es una jovencita de cerca de 20 años, que ya carga en brazos a su hija de cinco meses, la cual trae, desde aquel jueves, un tapabocas. El olor es insoportable, asegura.

Los afectados que acudieron a la CDHDF expusieron que mientras se echan la bolita las autoridades locales y federales para asumir la responsabilidad, son los vecinos los que padecen las consecuencias de su "irresponsabilidad".

Es cierto que por las obras del tren suburbano se inició la fuga de aguas negras. Pero "la delegación desestimó la solicitud de apoyo y trabajadores de Sistema de Aguas rompieron la tubería que provocó la inundación".

Por lo pronto, el presidente de la Comisión de Protección Civil pidió al funcionario y a las mismas autoridades capitalinas, que atiendan esta situación, que respondan a los reclamos de la gente y se prevengan algunas otras consecuencias derivadas de la inundación.

Por la tarde, el diputado por esta zona, Tomás Pliego, recorrió las zonas afectadas, en el ánimo de encontrar la forma de ayudar aún más a las decenas de familias afectadas.

 
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