Usted está aquí: lunes 7 de mayo de 2007 Capital De protección, 90 por ciento de los contratos laborales en el DF: Mirón

Son firmados principalmente en las ramas textil, de comercio y los servicios, dice

De protección, 90 por ciento de los contratos laborales en el DF: Mirón

La creación de cooperativas, alternativa viable

Latente, el charrismo sindical, considera

LAURA GOMEZ FLORES

De los 100 mil contratos laborales registrados en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA), 90 por ciento son de "protección" y se presentan principalmente en las ramas textil, del comercio y los servicios, donde las condiciones laborales son precarias y, muchas de las veces, los trabajadores carecen de todo tipo de prestaciones.

El titular de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo, Benito Mirón Lince, admite que es una de las asignaturas pendientes de resolver por las autoridades capitalinas y los sindicatos, pues es un lastre para el movimiento obrero, mientras para muchas empresas significa la posibilidad de "vulnerar" aún más las condiciones laborales de la gente y que ha derivado en la creación de un "ejército de reserva" en la ciudad de México.

"Vamos a cumplir casi un siglo de que surgió el charrismo sindical y no hemos avanzado, debido a una política neoliberal que beneficia a quienes detentan el dinero y no mira hacia la economía interna, hacia los de abajo", dice al señalar que la política económica social impulsada por la administración capitalina, mediante la instalación de cooperativas, representa una alternativa viable.

En entrevista explica que a seis años de darse el "cambio" en la Presidencia de la República, los contratos de protección y el control oficial continúan, lo cual se refleja en un menor número de personal sindicalizado y registrado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.

De una población económicamente activa (PEA) de 4 millones de trabajadores en el Distrito Federal, sólo 2.3 millones están dados de alta ante el IMSS y un número menor pertenece a algún sindicato considerado en los apartados A y B de la Ley Federal del Trabajo, por lo que el resto carece, por lo menos, del salario constitucional, prestaciones sociales y ser defendido en caso de despido.

En este último caso es cuando los trabajadores se dan cuenta que "forman parte de los denominados contratos de protección porque sus líderes no los van a defender y sólo buscarán un arreglo favorable a las empresas, a las que los sindicatos fuertes les estorban para flexibilizar las jornadas de trabajo, pagar menos y explotar más a la gente", argumenta.

La rama económica en la que se presenta con mayor fuerza este problema es la textil; le siguen el comercio y los servicios, lo cual será analizado por la JLCA, a la que corresponde atender este asunto y administrar mejor la justicia en materia laboral.

Mientras, la Secretaría del Trabajo la apoyará mediante la creación de nuevas formas de producción, a través de cooperativas, donde se pretende atender ese "ejército de reserva" de miles de trabajadores despedidos, en la economía informal, ambulantaje o que laboran en condiciones precarias, para que instalen su propia empresa y sean dueños de sus propios ingresos.

"No se trata de una varita mágica, sino de impulsar una verdadera economía social que impulse el mercado interno y vaya poniendo un alto a esos contratos de protección que tanto dañan a los trabajadores y favorecen a muchas empresas cuya única meta es ganar dinero", afirma.

 
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