Usted está aquí: lunes 7 de mayo de 2007 Capital El drenaje profundo no está obstruido pero sus paredes presentan deterioro

Se aplican ya acciones para evitar una catástrofe: Elías Moreno

El drenaje profundo no está obstruido pero sus paredes presentan deterioro

BERTHA TERESA RAMIREZ

Ampliar la imagen Buzos del Sistema de Aguas de la Ciudad de México durante una revisión. Aquí en la lumbrera 21 del drenaje profundo Buzos del Sistema de Aguas de la Ciudad de México durante una revisión. Aquí en la lumbrera 21 del drenaje profundo Foto: José Carlo González

El titular de la Secretaría de Protección Civil, Elías Moreno Brizuela, señaló que la más reciente revisión efectuada por la Dirección del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) al drenaje profundo, a lo largo de sus 50 kilómetros, permitió detectar un desgaste en el grosor de las paredes.

Al respecto, dijo que expertos del SACM y la Secretaría de Obras determinaron llevar a cabo tres acciones a fin de evitar una sobrecarga en el desagüe del Distrito Federal durante el periodo de lluvias que se aproxima.

Las dos primeras consisten en poner en marcha el bombeo de las aguas residuales que se descargan vía el gran canal, así como iniciar el desazolve de las 17 presas localizadas en el poniente de la ciudad de México. El funcionario dijo que en esto las autoridades ya están trabajando.

En cuanto a la tercera medida, la propuesta es comenzar a reparar tramo por tramo las paredes del drenaje profundo una vez que llegue el periodo de estiaje.

Sobre la primera medida, el funcionario local abundó que es necesario bombear el agua del gran canal, que corre de sur a norte, debido a que si bien al comenzar a operar hace ya varias décadas, tenía una inclinación de 40 grados, lo cual permitía desfogar el agua residual por gravedad hacia el río Tula, en el estado de Hidalgo, con el paso de los años "ha ido perdiendo su inclinación original, de tal manera que ahora ya no funciona, y aunque existen bombas para bajar el agua, el líquido se queda".

Sobre el desazolve de las 17 presas existentes en el poniente de la ciudad, añadió que estos trabajos se hacen necesarios a fin de que estén al ciento por ciento de su capacidad para poder contener el agua pluvial e irla desalojando poco a poco para que, en caso de lluvias de gran intensidad, el agua pluvial no se vaya toda al drenaje profundo y se sume a los volúmenes normales que desaloja ese sistema.

El funcionario explicó que la más reciente revisión del drenaje profundo se llevó a cabo en los meses de enero y marzo de 2006, y con base en el reporte del SACM, no existen obstrucciones, como aseguraba el Colegio de Ingenieros de la Ciudad de México; sin embargo, sí se detectaron daños internos, entre ellos el adelgazamiento de las paredes del canal.

Acerca de los otros daños que se detectaron, el funcionario refirió "que el tubo está tendiendo a separarse debido a que el agua en el subsuelo generaba una situación hacia adentro para mantener el tubo normal, ahora con esto de que hemos extraído el agua con un consumo brutal ya no hay agua que mantenga la presión y entonces está comenzado a separarse".

Moreno Brizuela dijo que las tres obras mencionadas ayudarán a mejorar el desalojo de aguas negras y a evitar "una catástrofe" en la ciudad de México, por lo menos en el corto plazo.

Respecto a la inversión que se requeriría para corregir los daños en el drenaje profundo, dijo que según el Colegio de Ingenieros, "se necesitan 19 mil millones de pesos por la obra básica, que es dejar en pie, nada más, el drenaje profundo. Las otras dos obras no son tan grandes y son muy baratas", apuntó el funcionario.

 
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