Usted está aquí: martes 8 de mayo de 2007 Política Golpes y amenazas en Las Guacamayas a quien lleve el apellido Mondragón

Más de mujeres, hombres y niños fueron amedrentados por soldados, denuncian

Golpes y amenazas en Las Guacamayas a quien lleve el apellido Mondragón

Pobladores de esta comunidad cercana a Cuarácuaro culpan a los gobiernos federal y estatal

ERNESTO MARTINEZ ELORRIAGA, LA JORNADA MICHOACAN CORRESPONSAL

Caracuaro, Mich., 7 de mayo. Por tener el apellido Mondragón, más de 70 niños, mujeres y hombres de la comunidad Las Guacamayas fueron golpeados y amedrentados por elementos de Ejército Mexicano, ''y todo porque el presunto sicario que murió en el enfrentamiento con los militares, el pasado primero de mayo, así se apellidaba'', informó José Mondragón Casas, autoridad de la comunidad.

Los vecinos de este poblado, ubicado a aproximadamente hora y media de Carácuaro, se sienten ''ofendidos, humillados y muy agraviados'' porque, para ellos, el que sacó de sus casas y colocó bocabajo a sus esposas e hijos el pasado 3 de mayo fue el gobierno federal y no un grupo de militares.

Versiones de los lugareños citan que desde el martes pasado -después de la emboscada en la que murieron cinco miembros de las fuerzas armadas- los soldados han demostrado su ''cólera'' ante la gente de Carácuaro y Nocupétaro; buscan día y noche a quienes ultimaron a cinco de sus compañeros e hirieron a otros tres. De acuerdo con los testimonios de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), han cometido hurtos, propinado golpes, maltratos y proferido amenazas.

Al llegar a Paso de Núñez, tras 40 minutos de brecha por un camino desolado, semidesértico y caluroso, se llega a Las Guacamayas, donde viven no más de 500 personas. El encargado del orden de esta localidad comentó que de los diez pobladores que se llevó el Ejército ese día, ocho ya fueron liberados, pero aún tienen preso a Joel Mondragón, de 16 años, e Inocente Manríquez Hernández, de 23, presuntamente porque tenían en su poder un rifle AK-47 y una bolsa con mariguana.

Inocente, detenido

La madre de Inocente, María Hernández García, comentó que se han cometido una serie de irregularidades, porque ''los militares declararon en su informe que a mi hijo lo detuvieron en Nocupétaro, cuando pretendía enfrentárseles con un cuerno de chivo, y eso es mentira, porque a él y a José Rebollar Mondragón los agarraron en una huerta de mango, aquí cerca, después de que bajaron los soldados en tres helicópteros el día de la Santa Cruz. Mi hijo me habló hoy desde Morelia, donde lo tienen detenido; me dijo que los militares le quitaron la cartera, en la que traía 2 mil pesos, y forzosamente quieren que pague por algo que no hizo. Aquí la gente del pueblo lo sabe: él se dedica a las labores del campo''.

José Rebollar confirmó la aseveración de la señora Hernández: ''Desde que nos detuvieron nos estuvieron presionando para que dijéramos que habíamos participado en el enfrentamiento; todavía en la PGR de Morelia, me golpearon toda la noche para que declarara lo que me estaban diciendo''.

En cuanto a la detención de Joel Mondragón Soto, su tío Pablo Mondragón Alejandre dijo que se encontraba fumigando ''donde están las vacas; ahí lo agarraron y ahora están inventando que los encontraron con armas, pero se trata de una injusticia, no le debemos nada a nadie y ese muchacho es menor de edad y lo golpearon como si hubiera sido un criminal''.

Comentó que una señora está hospitalizada en Ocoyuca, ''donde abortó porque la amenazaron. Se metieron a robar las pocas cosas de oro que tiene la gente en sus casas; no sé qué le hicimos al gobierno para que nos trate así''.

Todo el problema fue por el apellido Mondragón. ''Los militares preguntaron por los integrantes de la familia y a mí fue al primero que encontraron; no me dejaron explicarles nada, con todo y que soy el encargado del orden. Les dije 'permítame identificarme para que vea que soy la autoridad', y me respondieron: 'aquí no hay más autoridad que yo'. Me aventaron al piso, mi niño chiquito que andaba conmigo me lo arrebataron y me lo aventaron por allá. A mi hermana le pusieron un rifle en la cabeza''.

José Mondragón pide al Presidente de la República y al gobernador de Michoacán ''justicia y se ponga remedio a estas cosas, porque si no ellos (los militares) le van a seguir; quieren obligar a que uno diga cosas para culparnos y eso no se vale'', enfatizó.

En tanto, la señora Francisca Cornejo Ayala denunció ante Ricardo Cruzaley, visitador adjunto de la CNDH, que los militares se llevaron a su esposo, Raúl Gallegos Valle, así como a su cuñado, Pedro Gallegos, tras una incursión militar en su casa ubicada en la localidad de El Atravesaño, municipio de Nocupétaro. Ello presuntamente por la posesión de armas las cuales, aseguró, están registradas ante la Secretaría de la Defensa Nacional.

Por otra parte, en la localidad de San Jerónimo, municipio de Huetamo, los militares aseguraron 17 armas de fuego, cuatro de aire comprimido, 15 cargadores, 486 cartuchos útiles, mariguana y 15 radios de comunicación portátiles. La CNDH se trasladó del municipio de Carácuaro a la localidad de San Jerónimo, con objeto de conocer quejas de los ciudadanos que denunciaron atropellos por parte de los militares.

 
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