Usted está aquí: jueves 10 de mayo de 2007 Capital Encabezan mujeres 30% de los hogares en el Distrito Federal

La mayoría trabaja en condiciones desventajosas

Encabezan mujeres 30% de los hogares en el Distrito Federal

LAURA GOMEZ FLORES

Ampliar la imagen Hace 20 años María Guadalupe Hernández ingresó al agrupamiento de granaderos, ahora es comandante de este cuerpo policial. El equipo normal con el que trabaja pesa más de 20 kilos y para ella la celebración del Día de las Madres tiene otra significación. Sus cuatro hijos crecieron mientras ella participaba en operativos y su contacto con ellos se redujo muchas veces a una llamada telefónica. "Uno entra a la policía por necesidad, pero con el tiempo se vuelve parte de uno. Me gusta por la disciplina y de lo que me siento orgullosa" Hace 20 años María Guadalupe Hernández ingresó al agrupamiento de granaderos, ahora es comandante de este cuerpo policial. El equipo normal con el que trabaja pesa más de 20 kilos y para ella la celebración del Día de las Madres tiene otra significación. Sus cuatro hijos crecieron mientras ella participaba en operativos y su contacto con ellos se redujo muchas veces a una llamada telefónica. "Uno entra a la policía por necesidad, pero con el tiempo se vuelve parte de uno. Me gusta por la disciplina y de lo que me siento orgullosa" Foto: Con información de Mirna Servín, foto de Carlos Cisneros

Uno de cada tres hogares capitalinos está encabezado por mujeres. Su participación económica y laboral representa 36.4 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), pero trabaja en condiciones desventajosas pues no sólo percibe menor salario respecto de un hombre que realiza la misma actividad, sino que se desempeña, en siete de cada 10 casos, como comerciante, obrera, artesana, oficinista, empleada de servicios o en el hogar.

Ello sin contar que, muchas de las veces, tiene que firmar contratos "leoninos", que le impiden gozar de estabilidad laboral y prestaciones sociales, y es víctima de despidos injustificados por embarazo, violencia laboral, discriminación, hostigamiento sexual y hasta violación, sin importar su estado civil, edad, escolaridad o puesto en que se desempeña, señaló la subprocuradora de Atención a Mujeres, Ana María Loeza.

De 2001 a 2006 se presentaron en la Procuraduría de Defensa del Trabajo 3 mil 940 denuncias y lograron recuperar, en finiquitos e indemnizaciones, 1.5 millones de pesos, pero "no se ha logrado resolver de fondo la problemática de género, porque siempre estarán por encima los intereses económicos de los patrones, que incumplen, en varios de los casos, con la Ley Federal del Trabajo".

Un ejemplo de ello es Adriana, que tres días después de informar a su supervisora que estaba embarazada fue despedida por la empresa Lockton México, dedicada a la realización de estudios actuariales, la cual sólo le ofreció un pago de mil 100 pesos, cuando su salario mensual era de 5 mil 500 y le faltaba un mes para concluir el contrato firmado, por medio de la compañía de colocación Adecco.

"La necesidad de acudir a mis revisiones médicas me obligó a informar a mi jefa que tenía 11 semanas de embarazo. Los resultados fueron desastrosos: no sólo me exigieron la entrega de mi gafete, sino que me ofrecían una cantidad irrisoria para mantenerme callada y me negaban la atención médica en el Seguro Social. Por ello acudí a la procuraduría para que me apoye legalmente", explicó.

La funcionaria explicó en entrevista que la forma más común de discriminación son los despidos por embarazo, lo cual resulta un grave problema económico y moral para quienes son cabeza de familia y tienen otros hijos, porque la mayoría de las veces no las indemnizan, las mandan a la calle sin un peso y con el riesgo de que no sean contratadas por otra empresa.

La falta de conocimiento de instancias como la Procuraduría de la Defensa del Trabajo, que otorga asesoría y apoyo legal para llegar a un acuerdo conciliatorio entre las partes o irse a juicio, impide a muchas de ellas "pelear" un finiquito justo y carecer de la atención médica que, por ley, le corresponde sin costo alguno; así como sufrir violencia laboral, hostigamiento sexual y hasta violación.

En esos casos, señaló, no existen diferencias ni de edad, estado civil o preparación de la mujer involucrada. Tan sólo de hostigamiento se han registrado, desde 2001 a marzo de 2007, 362 casos, pero la exigencia de pruebas y el miedo a testificar a favor de una compañera provocó que una cuarta parte de las quejas se retiraran por falta de interés. Las más afectadas son las mujeres entre 21 y 35 años, con secundaria o preparatoria y son madres solteras. Los principales hostigadores, de acuerdo con las denuncias presentadas, son los gerentes y jefes inmediatos, precisó.

La misma tendencia se registra en el caso de despido por embarazo, con un total de mil 932 casos, en cuanto la edad y la escolaridad, aunque las más afectadas son las casadas; y en violencia laboral, con 485 denuncias, dirigiéndose las agresiones a quienes son solteras, madres solas y casadas.

Sin embargo, destacó, las mujeres dedicadas al trabajo doméstico son el sector más vulnerable y presentaron en dicho periodo un total de mil 17 denuncias. A diferencia de los otros casos, la edad de la mayoría oscila entre los 31 y 55 años de edad, con escolaridad de primaria o ninguna, y siendo principalmente madres solteras o casadas, porque no conocen sus derechos laborales.

Ante ello, el trabajo a realizar para defender a las mujeres es arduo y "lo vamos a dar, porque es injusto que aún prevalezca esa actitud de discriminación de género y no se reconozca su valor en todos los ámbitos; queriendo cubrir esa deficiencia con una celebración anual del Día de las Madres, cuando debería ser todos los días", afirmó.

 
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