Usted está aquí: sábado 12 de mayo de 2007 Economía México debe definir internamente inserción al proceso globalizador

Presentan 312 destacados académicos 15 volúmenes de la Agenda para el desarrollo

México debe definir internamente inserción al proceso globalizador

Primera vez que un grupo interdisciplinario hace un diagnóstico del país y presenta propuestas

Ausente, la prosperidad ofrecida durante 25 años de neoliberalismo del consenso de Washington

ISRAEL RODRIGUEZ J.

Ampliar la imagen Miguel Angel Porrúa, Carlos Marichal, Mari Carmen Serra Puche, Enrique del Val Blanco, María del Carmen Pinete y Casio Luiselli, ayer en la presentación de la Agenda para el desarrollo Miguel Angel Porrúa, Carlos Marichal, Mari Carmen Serra Puche, Enrique del Val Blanco, María del Carmen Pinete y Casio Luiselli, ayer en la presentación de la Agenda para el desarrollo Foto: Roberto García Ortiz

México debe de cambiar sustancialmente su actitud frente a los procesos de globalización. En vez de un estilo pasivo de inserción en la mundialización, a través de la liberalización económica a ultranza y de la reducción de las funciones del Estado en la promoción activa del desarrollo, tiene que redefinir internamente, mediante políticas económicas y sociales activas, las tendencias espontáneas del mercado mundial, coincidieron en expresar académicos de primer nivel reunidos en la presentación de la colección de los 15 volúmenes intitulada Agenda para el desarrollo , que reúne el esfuerzo de 312 académicos de las principales 20 instituciones de educación superior más importantes del país.

En el prólogo de la obra de más de 3 mil páginas que reúne ensayos de carácter económico, político y de equidad social y que pretende que el actual gobierno del presidente Felipe Calderón tome en consideración para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo (PND), el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, señala: "México debe de cambiar su actitud ante el proceso de globalización, dejar atrás la pasividad ante los fenómenos de la mundialización y adoptar una estrategia más eficiente de inserción en los procesos globales".

Durante el magno acto celebrado en la Coordinación de Humanidades de la UNAM a la que asistieron las más prominentes personalidades del ámbito académico nacional, José Luis Calva, coordinador de la colección, destacó que las evidencias empíricas universales indican que solamente los países que han ideado soberanamente sus propias estrategias económicas -en vez de someterse a las prescripciones del "pensamiento único" sintetizado por John Williamson en el Consenso de Washington-, han conseguido una mejor inserción en los procesos de globalización y elevar aceleradamente sus niveles de ingreso y bienestar.

En la presentación de la colección que fue editada bajo los auspicios de la iniciativa privada, el Congreso y el sector académico, estuvieron presentes María del Carmen Pinete Vargas, presidenta del Consejo Editorial de la Cámara de Diputados; Mari Carmen Serra Puche, coordinadora de Humanidades de la UNAM; Enrique del Val Blanco, secretario general de la UNAM; Carlos Marichal, investigador del Colegio de México (Colmex); Gregorio Vidal, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); Cassio Luiselli Fernández, director del Departamento de Estudios Internacionales Instituto Tecnológico de Monterrey y Miguel Angel Porrúa, librero y editor, así como los directores de las principales facultades e institutos de la UNAM, entre otros.

José Luis Calva, también investigador titular y coordinador del Departamento de Análisis Macroeconómicos Prospectivos y de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, recordó que después de casi un cuarto de siglo de experimentación del decálogo de políticas económicas del consenso de Washington, la prosperidad ofrecida a México por los reformadores neoliberales brilla por su ausencia.

"Nuestro producto interno bruto apenas ha crecido a una tasa media de 2.4 por ciento anual durante el periodo 1983- 2006; de modo que el PIB per cápita apenas ha crecido a una tasa media de 0.7 por ciento anual. En contraste, bajo el modelo económico precedente al neoliberal -que puede denominarse sin abuso modelo de la Revolución mexicana, basado en la regulación del comercio exterior y en un relevante intervencionismo gubernamental en el fomento económico- el producto interno bruto se incrementó a una tasa media de 6.1 por ciento anual, de manera que -no obstante el elevado crecimiento demográfico de aquel medio siglo-, el PIB per cápita mexicano creció a una tasa media de 3.2 por ciento anual".

Como referente externo, refirió que las economías del este de Asia, que aplicaron estrategias económicas "herejes al consenso de Washington, lograron un crecimiento del PIB percápita a una tasa media del 6.1 por ciento anual durante los años 80 y de 5.7 por ciento anual durante el periodo 1997-2005.

"Por eso, para encontrar los caminos de la prosperidad es necesario redefinir nuestra estrategia de integración a la economía internacional, comprendiendo que la peor estrategia es la neoliberal".

En la industria petrolera es necesario retomar el objetivo, hoy abandonado, de generar tecnologías propias, cuya viabilidad está comprobada por experiencias de otros países en desarrollo. Sin embargo, para que la industria petrolera pueda realizar sus inversiones en ciencia y tecnología, así como en modernización y ampliación de su capacidad instalada, es necesaria una restructuración fiscal que permita a Pemex retener una proporción de sus ingresos suficientes para realizar sus inversiones con la celeridad requerida.

En su oportunidad Carlos Marichal, señaló que es necesario repensar la nación y su futuro, pese a que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional se han apropiado del concepto de desarrollo imponiendo recetas. El alto desarrollo no se pude lograr con el simple libre mercado. Retomando a Ugo Pipitone, consideró que salir del atraso es cuestión de una generación o de unos 23 años.

Gregorio Vidal subrayó que en México la justicia y la equidad son particularmente ausentes y prevalecen la pobreza y la desigualdad, por lo que es necesario crear un modelo de desarrollo propio.

Más adelante, Miguel Angel Porrúa, parafraseando a Emmanuel Kant cuando habla acerca de la ilustración, señala: "Una generación no puede obligar ni juramentar para poner a la siguiente en la condición de que le sea imposible ampliar sus conocimientos. La posteridad está plenamente justificada para rechazar aquellos decretos, aceptados de modo incompetente y criminal. Cada ciudadano debiera tener la libertad de hacer sus observaciones públicamente, acerca de los defectos que se advierten en la actuales estructuras gubernamentales... Lo que un pueblo no pude decidir por sí mismo, menos lo podrá hacer un monarca en nombre del mismo. En efecto, su autoridad legisladora se debe a que reúne en la suya la voluntad de todo el pueblo".

 
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