Usted está aquí: sábado 12 de mayo de 2007 Mundo Exalta el Papa virginidad y fidelidad; critica a medios que se burlan del dogma

La posición de Ratzinger, opuesta a una política eficaz contra el sida: ministra brasileña

Exalta el Papa virginidad y fidelidad; critica a medios que se burlan del dogma

Desde Nueva York, grupo insta a Benedicto XVI a suspender la canonización de Pío XII

REUTERS, AFP, DPA

Ampliar la imagen Un activista gay distribuye octavillas y condones durante una manifestación contra las políticas de la Iglesia católica, en Recife, mientras el papa Benedicto XVI visita Brasil Un activista gay distribuye octavillas y condones durante una manifestación contra las políticas de la Iglesia católica, en Recife, mientras el papa Benedicto XVI visita Brasil Foto: Reuters

Sao Paulo, 11 de mayo. El papa Benedicto XVI exaltó hoy la virginidad y la fidelidad en un mensaje ante millón y medio de fieles que lo aclamaron en Sao Paulo, donde también criticó a los medios de comunicación que se burlan del dogma católico cuando "ridiculizan la santidad del casamiento y de la virginidad". En el tercer día de su primera visita a América Latina en dos años de pontificado, el Papa canonizó en una misa a un sacerdote franciscano como primer santo nacido en Brasil, con lo que busca reforzar la fe católica en un país en que existe una agresiva evangelización pentecostal.

Joseph Ratzinger, de 80 años, llegó en papamóvil al inmenso predio del aeropuerto municipal Campo de Marte, donde expresó que "es preciso decir 'no' a aquellos medios de comunicación social que ridiculizan la santidad del matrimonio y la virginidad antes del casamiento", mientras la multitud lo ovacionaba.

Tras canonizar a fray Antonio Galvao (1739-1822), quien vivió en Sao Paulo ayudando a pobres y enfermos, el Papa inició su homilía en portugués sentado en un amplio escenario blanco precedido por una imponente cruz.

Desde allí reiteró su férrea visión sobre el mundo contemporáneo, al que describió como contaminado por la búsqueda del placer egoísta como fin supremo, en un país que es visto como liberal respecto al sexo, pero donde vive la mayor población católica del mundo.

Ante obispos brasileños, Benedicto XVI pidió una ofensiva evangelizadora que enfrente la acción de sectas y "embestidas" de no creyentes, en un franco abordaje al problema del éxodo de fieles. También defendió el celibato sacerdotal, llamó "heridas" al divorcio y a las uniones libres y recomendó vigilancia espiritual para evitar "el riesgo de desvíos en el campo de la sexualidad".

La misa del viernes fue acompañada por fieles llegados de todo Brasil, y de países como Ecuador, Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay, muchos de los cuales pernoctaron en el aeropuerto de Campo de Marte con bolsas de dormir y frazadas, enfrentando una fría madrugada con cantos religiosos e infusiones.

Tras la ceremonia se encontró con obispos brasileños en la Catedral da Sé de Sao Paulo, y más tarde viajó a la ciudad de Aparecida, donde el domingo abrirá la quinta Conferencia del Episcopado Latinoamericano, que debe guiar la acción de la Iglesia en la región en los próximos años.

La secretaria brasileña de Derechos de la Mujer -con rango ministerial-, Nilcea Freire, afirmó por su parte que la castidad preconizada a la juventud por el papa Benedicto XVI no puede servir de base a una política eficaz de lucha contra el sida.

Brasil contuvo en la última década la expansión del sida con una política basada en distribución de preservativos, administración gratuita de medicamentos a los afectados por el VIH -virus causante del sida- y presión para que los laboratorios farmacéuticos reduzcan sus precios, cuyo enfoque chocó con la jerarquía católica.

En el mismo tenor se pronunció el máximo dirigente del Movimiento de los trabajadores rurales Sin Tierra (MST), Joao Pedro Stédile, al criticar la cruzada moral de Benedicto XVI durante su visita a Brasil. La legalización del aborto es cuestión de salud pública y no de moral, subrayó.

"La amplia mayoría de nuestra base está en favor del aborto, no por una cuestión ética, sino por una cuestión de salud pública", y 100 por ciento de los brasileños está en favor de los preservativos, dijo Stédile, cuyo movimiento por la reforma agraria tiene un fuerte apoyo de la Iglesia católica progresista.

El Partido Popular Socialista de Brasil se sumó a las críticas contra el Papa por el tema del aborto. Calificó de "interferencia indebida de la Iglesia en los asuntos del Estado la actitud papal contra estados laicos como Brasil, o de pretender la excomunión de legisladores mexicanos que han impulsado la legalización del aborto.

En Nueva York, un grupo que lucha contra el antisemitismo instó a Ratzinger a suspender el proceso de canonización del papa Pío XII, quien es acusado por sus críticos de ignorar la matanza de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

 
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